Fuente: Agencias (Vitoria, País Vasco, España)-.
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- Juicio contra el dueño de un bar que echó a una empleada al saber que era mujer transexual
La habían contratado para seis meses, pero a las dos horas de incorporarse a su nuevo trabajo, la despidieron. La supuesta razón: al ser transexual podría resultar agredida mientras atendía a los clientes en la bocatería en la que había sido contratada. María Jesús Lastra, de 40 años, consideró que su despido fue improcedente y decidió denunciarlo. Hoy, un juez de Vitoria decidirá si la denunciante tiene razón.
La historia se remonta al pasado junio, cuando Lastra acudió a una asociación especializada en la búsqueda de empleo para solicitar un trabajo. Allí le concertaron una entrevista con una bocatería del centro de Vitoria. "Acudí al lugar y el dueño decidió hacerme un contrato de seis meses", explica Lastra en conversación telefónica desde Gijón, donde reside en la actualidad. Su trabajo consistía en preparar bocadillos en la cocina y atender al público, que acudía al local sobre todo en los fines de semana por encontrarse en una zona de bares.
El primer día que empezó a trabajar la mujer terminó de formalizar su contrato. El dueño se ausentó para entregar los papeles a la oficina de empleo. "En ese tiempo no sé qué es lo que ocurrió, pero cuando regresó a las dos horas me preguntó si era un hombre o una mujer", explica Lastra. Ella le respondió que era una mujer y que así constaba en su DNI. "Me insistió en que se lo tenía que haber dicho, y que creía que no era el lugar adecuado para mí. Dijo que, como por la noche iba gente bebida, podían agredirme por ser transexual", relata la mujer.
Lastra señala que el dueño la despidió de inmediato tras pagarle 40 euros por las dos horas de trabajo. Después de lo ocurrido, supo que antes de que el dueño regresara al local, este había acudido a la asociación donde le habían concertado la entrevista. "Les preguntó si yo era hombre y mujer, pero no le quisieron responder, así que me quedó muy claro que me despedía por mi condición sexual", afirma. Medios de comunicación trataron ayer de ponerse en contacto con el dueño, pero no obtuvo respuesta.
Lastra denunció su caso en la Inspección de Trabajo, que citó a las partes a un acto de conciliación. El denunciado no acudió, y ahora el caso debe resolverse ante el juez. Lastra ha solicitado que su despido sea declarado nulo. Según señala su abogado, "fue despedida por su condición sexual y por tanto se violó el artículo 14 de laConstitución".
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- Juicio contra el dueño de un bar que echó a una empleada al saber que era mujer transexual
La habían contratado para seis meses, pero a las dos horas de incorporarse a su nuevo trabajo, la despidieron. La supuesta razón: al ser transexual podría resultar agredida mientras atendía a los clientes en la bocatería en la que había sido contratada. María Jesús Lastra, de 40 años, consideró que su despido fue improcedente y decidió denunciarlo. Hoy, un juez de Vitoria decidirá si la denunciante tiene razón.
La historia se remonta al pasado junio, cuando Lastra acudió a una asociación especializada en la búsqueda de empleo para solicitar un trabajo. Allí le concertaron una entrevista con una bocatería del centro de Vitoria. "Acudí al lugar y el dueño decidió hacerme un contrato de seis meses", explica Lastra en conversación telefónica desde Gijón, donde reside en la actualidad. Su trabajo consistía en preparar bocadillos en la cocina y atender al público, que acudía al local sobre todo en los fines de semana por encontrarse en una zona de bares.
El primer día que empezó a trabajar la mujer terminó de formalizar su contrato. El dueño se ausentó para entregar los papeles a la oficina de empleo. "En ese tiempo no sé qué es lo que ocurrió, pero cuando regresó a las dos horas me preguntó si era un hombre o una mujer", explica Lastra. Ella le respondió que era una mujer y que así constaba en su DNI. "Me insistió en que se lo tenía que haber dicho, y que creía que no era el lugar adecuado para mí. Dijo que, como por la noche iba gente bebida, podían agredirme por ser transexual", relata la mujer.
Lastra señala que el dueño la despidió de inmediato tras pagarle 40 euros por las dos horas de trabajo. Después de lo ocurrido, supo que antes de que el dueño regresara al local, este había acudido a la asociación donde le habían concertado la entrevista. "Les preguntó si yo era hombre y mujer, pero no le quisieron responder, así que me quedó muy claro que me despedía por mi condición sexual", afirma. Medios de comunicación trataron ayer de ponerse en contacto con el dueño, pero no obtuvo respuesta.
Lastra denunció su caso en la Inspección de Trabajo, que citó a las partes a un acto de conciliación. El denunciado no acudió, y ahora el caso debe resolverse ante el juez. Lastra ha solicitado que su despido sea declarado nulo. Según señala su abogado, "fue despedida por su condición sexual y por tanto se violó el artículo 14 de laConstitución".