Diario El Nuevo Día-.
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- Soraya se operó hace 38 años y llegó a casarse
Se considera a sí misma como la precursora de las operaciones de de reasignación de género en Puerto Rico. Se trata de Soraya Santiago, de 62 años (fotografía), quien hace 38 se sometió a esta intervención quirúrgica, asimilando la vida de mujer que ansiaba.
Según relató, Soraya nació varón, pero luego se transformó en transexual antes de adquirir un rol femenino tras la operación de le cambió su parte genital a la de una mujer.
“Aunque fue algo doloroso (la operación), fue la mejor experiencia de mi vida, la mejor decisión tomada”, aseguró Santiago.
Recordó que, previo a la operación, necesitó el aval médico que confirmó que estaba preparada para someterse a tan importante y drástico cambio en su vida.
“En una semana (de la operación) ya yo estaba en una discoteca, enseñándole mi triunfo al mundo, bueno, a mis amistades”, dijo al comentar que su vida comenzó “a partir de la operación” ya que, previo a ello, su cuerpo no respondía a la idea que tenía de cómo debía ser su vida.
Fue el doctor Benito Rish, un urólogo y cirujano plástico, quien le realizó la cirugía a Soraya en Nueva York hace casi cuatro décadas.
“Yo pagué $3,000, cuando hoy día vale de $25,000 a $30,000”, dijo Santiago sobre la operación que se extendió durante unas seis horas.
Soraya, quien estuvo casada y luego se divorció, comentó cómo el Secretario de Justicia de entonces, Héctor Rivera Cruz, accedió a su petición de cambio de nombre y sexo en su certificado de nacimiento. Reconoció que, posterior a ello, el Tribunal Supremo le ha cerrado las puertas a las personas que intenten hacerlo también.
Verona, por ejemplo, ha anunciado su intención de hacerlo. Preliminarmente, Verona tiene un documento certificado por un abogado notario que certifica su operación de reasignación de género.
Abogan por sus derechos
Pedro Julio Serrano, activista de la comunidad homosexual y de los derechos humanos, considera que, en términos jurídicos, Puerto Rico está “bien atrás” en torno a situaciones como esta.
“Los transexuales no pueden cambiar sus documentos legales en Puerto Rico y eso es una afrenta a los más elementales derechos humanos”, dijo.
Según explicó Serrano, este cambio de género sí se puede lograr en documentos como el pasaporte. Para ello, se necesita un documento donde un médico certifique que haya ocurrido una transición física de género en la persona.
“Eso les garantiza algo de dignidad, pero cuando ponen a prueba la dignidad por estigmas o prejuicios por tener un sexo diferente (en el documento) al que tu ves...”, expresó.
Comentó que un sondeo reciente entre esta población reveló que un 41 por ciento de los encuestados manifestó haber intentado suicidarse, cuando en la población general el intento de suicidio es de un uno por ciento.
“Eso denota una situación grave que se tiene que atender. Esta población sufre de un discrimen brutal”, sostuvo.
Verona es Verónica
En el caso de Verona, por ejemplo, Erica Florenciani, portavoz de Puerto Rico para Tod@s, comentó que se debe referir a ella, simplemente, como Verónica Martínez, su nombre completo y apellido paterno, el cual aparenta haber adoptado tras la operación de reasignación de género. Previamente, sólo se hacía llamar Verona Disdier, apellido materno.
“Ella ya tiene una anatomía diferente. Estamos hablando de un proceso de identidad”, sostuvo.
El doctor Carlos Rodríguez, profesor de la Escuela Graduada de Salud Pública del Recinto de Ciencias Médicas, Universidad de Puerto Rico, recalcó que será ella misma quien determinará cómo quiere que se le conozca.
“Luego ella misma determinará el adjetivo, si una mujer, si un transgénero. Ella es Verona”, dijo al comentar que, aunque figura pública, se debe respetar el espacio que aparentemente ha reclamado tras someterse a la operación de reasignación de género.
Recalcó, por otra parte, que este tipo de intervención no es una opción para todos los transgénero. Según el Trans-glosario que realizó hace dos años la Escuela Graduada de Salud Pública, este es un término amplio que acoge a todas las personas que transgreden o adoptan conductas que generalmente son asociadas al género opuesto.
“No es una opción que todos los trans desean. No hay muchos documentados”, sostuvo al comentar que factores como el costo de la operación, el peritaje clínico del médico que la practicaría y la salud del individuo influyen en este tipo de decisión que cambiaría permanentemente sus vidas.
No fue posible conseguir una reacción de Verona sobre este particular, a pesar de múltiples intentos.