Enviado a Redacción por Movilh- (Chile)-.
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Toda vez que abusó de menores y está impedido de hacer clases sólo por 819 días, mientras que profesores gays y lesbianas, que jamás han provocado daño a sus alumnos, son apartados de las aulas de por vida, sólo por su orientación sexual y por órdenes que provienen precisamente de la Iglesia Catòlica.
El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) expresó el pasado 25 de abril su “repudio” por los alcances de la sentencia del Sexto Tribunal de Garantía de Santiago, en contra del sacerdote Marcelo Morales, quien fue prohibido de hacer clases por 819 días luego de comprobarse que tomó fotografías de los genitales de sus alumnos de tercer año medio del Instituto Alemán de Valdivia.
El repudio del Movilh se basó en el hecho de que la profesora Sandra Pavez está impedida de hacer clases de por vida en Chile sólo a raíz de su orientación sexual, debido a una orden de la Iglesia Católica que fue refrendada por la Corte de Apelaciones de San Miguel y por la Corte Suprema, en fallos del 27 de noviembre del 2007 y del 17 de abril del 2008, en forma respectiva.
“El reciente fallo contra el sacerdote Morales refleja la profunda desigualdad legal y social que afecta a las minoría sexuales, así como los inmorales privilegios con los que cuenta la Iglesia Católica en Chile”, sostuvo el Movilh, al recordar que la profesora Pavez fue apartada de las aulas pese a contar con un currículo de dos décadas intachables y con el respaldo de todos sus alumnos y colegas.
“Acá nuestros tribunales y la Iglesia Católica deberían sentir vergüenza primero por permitir que un sacerdote peligrosos vuelva a hacer clases y rechazar, por otro lado, ese derecho a personas por su sola orientación sexual e identidad de género, sin jamás haber provocado daño alguno a menores de edad”.
El organismo puntualizó que “esperamos que la demanda contra el Estado de Chile presentada ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a favor de la profesora Pavez, resuelva esta injusticia, y que hoy al conocerse el fallo contra el sacerdote Morales demuestra la persistente homofobia imperante en tribunales”
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Toda vez que abusó de menores y está impedido de hacer clases sólo por 819 días, mientras que profesores gays y lesbianas, que jamás han provocado daño a sus alumnos, son apartados de las aulas de por vida, sólo por su orientación sexual y por órdenes que provienen precisamente de la Iglesia Catòlica.
El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) expresó el pasado 25 de abril su “repudio” por los alcances de la sentencia del Sexto Tribunal de Garantía de Santiago, en contra del sacerdote Marcelo Morales, quien fue prohibido de hacer clases por 819 días luego de comprobarse que tomó fotografías de los genitales de sus alumnos de tercer año medio del Instituto Alemán de Valdivia.
El repudio del Movilh se basó en el hecho de que la profesora Sandra Pavez está impedida de hacer clases de por vida en Chile sólo a raíz de su orientación sexual, debido a una orden de la Iglesia Católica que fue refrendada por la Corte de Apelaciones de San Miguel y por la Corte Suprema, en fallos del 27 de noviembre del 2007 y del 17 de abril del 2008, en forma respectiva.
“El reciente fallo contra el sacerdote Morales refleja la profunda desigualdad legal y social que afecta a las minoría sexuales, así como los inmorales privilegios con los que cuenta la Iglesia Católica en Chile”, sostuvo el Movilh, al recordar que la profesora Pavez fue apartada de las aulas pese a contar con un currículo de dos décadas intachables y con el respaldo de todos sus alumnos y colegas.
“Acá nuestros tribunales y la Iglesia Católica deberían sentir vergüenza primero por permitir que un sacerdote peligrosos vuelva a hacer clases y rechazar, por otro lado, ese derecho a personas por su sola orientación sexual e identidad de género, sin jamás haber provocado daño alguno a menores de edad”.
El organismo puntualizó que “esperamos que la demanda contra el Estado de Chile presentada ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a favor de la profesora Pavez, resuelva esta injusticia, y que hoy al conocerse el fallo contra el sacerdote Morales demuestra la persistente homofobia imperante en tribunales”
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