(Agencias)-.
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"Mi ilusión es ser totalmente mujer"
Clarín-. Nati, de 15 años, sueña como todo adolescente. Su habitación, en un barrio de clase media de Villa Dolores, está adornada con un montón de ositos de peluche, un par de muñecas y recortes en las paredes con las fotos de dos modelos top. Sus sueños son muchos, pero prefiere hablar de su lucha judicial, que se inició hace un par de años.
¿Y cómo es este pibe que se siente mujer? En el barrio coinciden en que es un ser especial. Siempre se viste con polleras, se pinta los labios y las uñas. Incluso, utiliza el baño de mujeres en la escuela. Hay días, según cuentan sus familiares, en que está deprimido porque los compañeros del Colegio Comercial siempre le dicen cosas sobre su condición sexual.
En el diálogo con Clarín, resaltó que "nunca" se sintió varón: "Por eso no compartí ningún juego con ellos. Yo me siento mujer, ésa es la verdad." Recuerda que hace dos años intentó suicidarse. "No aguantaba más las burlas de mis compañeros de la Escuela Normal. Y me tomé un montón de pastillas, quería morirme."
Afortunadamente, no lo logró: "Las pastillas me ayudaron a dormir mejor. Pero a la mañana, llorando, les dije a mis padres que tenía que hablar con ellos de un tema importante. Y mi viejo descubrió qué iba a decir: 'Seguro que es el tema del sexo, verdad?', me dijo. Lo miré asombrada."
Los papás comprendieron la situación. "Psicológicamente me sentía mujer y les pedí que me ayudaran. Ellos inmediatamente me llevaron a varios médicos y me dieron fuerza para seguir adelante, porque yo quiero ser una verdadera mujer."
Nati cada vez que habla lo hace con firmeza y no titubea. Recuerda que cuando era apenas un chiquilín no le gustaba jugar con autitos, siempre llevaba una muñeca y estaba cerca de las nenas. Que revisaba el placard de mamá y se ponía los vestidos de ella. "Con esa ropa era feliz", recuerda con la voz emocionada.
Se nota que cuida su pelo, castaño y enrulado, que le llega a los hombros. Luce pulseras, aros y usa brillo en los labios, como cualquier chica. Habla con fluidez y se esperanza con el triunfo en el plano judicial. Esto es: lograr la intervención quirúrgica de cambio de sexo. "Mi ilusión es ser mujer totalmente y voy a luchar con todas mis fuerzas para lograrlo."
"Yo tuve la suerte de tener unos padres que me entendieron”
Extraído de: Notiepress y Carla Antonelli-. La joven cuyos padres iniciaron una batalla legal para conseguir una autorización judicial para que pueda someterse a una operación de reasignación de sexo cuando sea mayor de edad, aseguró que se siente una mujer, dijo que siempre le dio "fobia" todo lo masculino, y confesó que quiere "una vaginoplastía".
"No me siento varón, me siento una mujer y siempre me dio fobia todo lo que era masculino, por eso accedí a un tratamiento hormonal y ahora quiero una vaginoplastia", expresó hoy "Nati" en declaraciones a las emisoras Cadena 3 de Córdoba y Radio del Plata, de la capital.
La joven reveló además que hace dos años le "estalló la bomba" que tenía en su interior y dijo que intentó suicidarse porque creía que nadie la entendía.
"Tomé pastillas y cuando me desperté mis padres estaban conmigo. Ellos son mis ídolos, los amo. A mi hermano mayor le costó mucho aceptar la situación, pero la entendió y a mi hermana más chica no le costó nada", relató.
Nati dijo que deseaba contar lo que le estaba pasando para que la gente se enterase y, de existir un caso similar al de ella, "se hable y los padres se informen".
"Yo tuve la suerte de tener unos padres que me entendieron, pero no todas las chicas o chicos como yo tienen esa suerte. Yo hablo no solo para ayudarme a mí sino también para ayudar a otros chicos y para que sus padres se informen y puedan ayudarlos sin que esto termine en algo dramático", indicó.
Nati señaló que no eligió ser una mujer, pero dijo que es una chica y quiere el cuerpo que le corresponde.
"De chica no me sentía mujer, lo que puedo asegurar es que no me sentía varón. Hoy muchos hacen como que no me ven, pero me doy cuenta de que hablan de mí", precisó.
"Nati" afirmó también que las chicas son más solidarias con ella y dijo que tiene un grupo de amigas que la entienden porque saben cómo es y la tratan bien.
"Los chicos, en cambio, me dicen cosas, creen que soy homosexual, pero a mí no me gustan los gays, me gustan los hombres con todas las letras", relató.
En ese sentido, "Nati" confesó: "Me he enamorado, pero nunca tuve una historia de amor y no tengo pareja".
Finalmente, señaló que integra un foro virtual de transexuales de todo el mundo y que admira a Carla Antonelli, líder de ese foro, a quien definió como "una luchadora por los derechos de los transexuales".
Los padres de la joven chica transexual de 15 años piden el cambio de sexo para su hijo
Clarín-. Se presentaron en la Justicia de Villa Dolores, Córdoba. Son un médico y una profesora que quieren que le den un tratamiento hormonal, etapa previa para la cirugía. El joven Marcos se hace llamar Nati.
La historia de Nati, una adolescente transexual de 15 años cuyos padres solicitaron a la Justicia una terapia hormonal para preparar su cuerpo para una futura operación de cambio de sexo, conmueve a los cordobeses.
"Aunque ella nació biológicamente varón, su sexo psicológico es de mujer", aseguran sus papás: un médico de 50 años y una profesora de 45, quienes tienen otros dos hijos de 13 y 18.
El caso se discute en los tribunales de Villa Dolores, la ciudad donde vive la familia, en el Valle de Traslasierra, a unos 160 kilómetros al sudoeste de esta capital, y sentaría jurisprudencia, ya que se trata del pedido de cambio de sexo de un adolescente hecho por sus propios padres. La operación, en caso de que se realice, sería luego de que Nati cumpla los 21 años.
"Sí, claro, primero sentí rechazo, pero no le dije nada. Después comprendí: todo en él, menos su cuerpo, correspondía a una mujer", contó el papá de la adolescente al diario local a través del cual decidieron dar a conocer los detalles de la batalla legal.
Según relataron, a los 4 años, Marcos —tal el nombre que figura en sus documentos— "mostraba algunas particularidades: una voz nasal, un hablar muy trabado y un carácter tímido". También detallaron que "sentía rechazo por las conductas de varones, jugaba con las nenas y sentía vergüenza de mostrar su pecho en el verano, cuando iban al río".
Las piezas del enigma que cargaba en el alma ese hijo parecieron aclararse cuando, a los 13, Marcos habló con sus papás y les dijo que se sentía mujer y que quería que la llamaran Nati. La consulta al psicólogo no tardó en dar resultados: el profesional les recomendó que respetaran su "verdadera" identidad sexual.
El psicólogo de Marcos, Guillermo Borrovisky, afirmó que "lo que intentamos es que ella tenga una mejor calidad de vida, ya que su conflictividad interna y del exterior es muy alta".
Crueldad
Su mamá la defiende a capa y espada, y lamenta la actitud de algunos vecinos y conocidos: "Nos critican por dejarla vestir como mujer. Incluso, hay silencio cuando ella anda por las calles de Villa Dolores, pero hay miradas que lo dicen todo. Los gestos y los cuchicheos la lastiman permanentemente."
Es que Villa Dolores, a pesar de ser la ciudad cabecera del Valle de Traslasierra (tiene 30 mil habitantes), no deja de tener un típico carácter pueblerino. "Sus compañeros de escuela la hostigan sin pausa —continúa la mamá—. A veces, hasta la crueldad. Y eso le provoca mucha angustia y se amarga."
La lucha legal
En los tribunales, la lucha de la familia de Nati comenzó en noviembre de 2004. En aquella oportunidad pidieron que se le autorizara una "urgente" terapia hormonal para preparar el cuerpo de su hijo para una futura operación de cambio de sexo. La idea: evitar que se complete el proceso de masculinización, contrarrestándolo con hormonas femeninas que favorezcan el desarrollo de sus senos. Una terapia que ayudaría en el camino a una posible cirugía genital.
En ese momento, la Justicia rechazó el pedido y los papás apelaron. En agosto de 2005 la causa ingresó en la Cámara de Apelaciones de Villa Dolores, donde se encuentra hasta hoy.
La defensa de la familia de Nati basa su estrategia en los informes médicos, psicológicos y psiquiátricos, que serían contundentes en cuanto a que se trata de un caso de transexualidad: una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre.
Borrovinsky asegura que pidió una "interconsulta" con otros profesionales que confirmaron el diagnóstico. Entre ellos, el sexólogo León Gindín, de la Universidad Abierta Interamericana, quien también concluyó que "no hay dudas de que Nati es transexual" y que "la única solución para ella es una cirugía de cambio de sexo".
Sus padres, en tanto, defienden el derecho que tiene su hijo a lograr "su verdadera identidad sexual".
Los riesgos de una operación
Estos problemas nacen de una serie de factores concurrentes. Se pueden contar cuestiones genéticas, aspectos asociados con las formas en que padres y hermanos funcionan con la persona que sufre esta problemática y cómo esa persona respondió a ese funcionamiento familiar. También puede influir el tipo de pareja de los padres. E incide si el apegamiento del chico ha sido mayor con la madre que con el padre. Hecho que, en general, responde a dos temas. O el padre es brutal y el chico se refugia en su madre. O la función del padre está ausente y la madre hace y deshace con el chico. La cirugía de cambio de sexo puede salvar a una persona de enloquecer. Otras, puede inducir a la locura. Antes de tomar una decisión, un profesional debería hacer un diagnóstico del paciente capaz de prever si efectivamente la operación le resultará positiva o negativa.
Que dice la Ley Argentina
Qué dice la ley. La ley 17.132 de Ejercicio de la Medicina establece que los médicos no pueden llevar a cabo intervenciones quirúrgicas que modifiquen el sexo, salvo que sean efectuadas con posterioridad a una autorización judicial.
Las operaciones de cambio de sexo sólo pueden realizarse en hombres y mujeres mayores de 21 años en las que se compruebe, a través de peritajes psicológicos, una contradicción entre la identidad sexual y la pertenencia de género.
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La Voz del Interior y Carla Antonelli-. Arguyendo el derecho a la identidad, los padres de Nati, foto izquierda de los tres, de 15 años, serían los primeros en el país en pedir a la Justicia que su hijo, nacido varón, pueda acceder, en su mayoría de edad, a una operación de “adecuación sexual” para tener un cuerpo de mujer. Los especialistas recomiendan preparar desde ahora su físico para la transformación, que podría hacerse recién después de los 18 ó los 21 años, según la familia, y brindaría calidad de vida a la adolescente. Por eso, los padres están inmersos en una batalla legal. Nati es una transexual: su mente de mujer está atrapada en un cuerpo masculino y se le recomienda una reasignación sexual desde lo físico.
Obviamente, los nombres de todos los miembros de esta familia transerrana están cambiados en esta nota, para proteger la intimidad de la adolescente transexual.
El caso, que se sustancia en los Tribunales de Villa Dolores, sentaría jurisprudencia dada la corta edad de la adolescente y que el pedido es formulado también por sus padres, quienes expresan que harán todo lo necesario para lograr la transformación que, afirman, su hija necesita.
“Nati” –como la llaman sus familiares, amigos y compañeros de escuela– luce y vive como una chica. Nació hace 15 años en Villa Dolores llamándose Marcos. y, según afirma, nunca se sintió un varón. Su caso sería particularmente excepcional por la temprana edad en la que tomó conciencia de su identidad sexual; y por el apoyo inmediato que recibió de sus padres ante la situación.
La historia de Marcos
Marcos fue el segundo de tres hijos. Tiene un hermano de 17 años y una hermana de 13. Su padre médico y su madre profesora cuentan la historia de Marcos y de Nati como si fueran las de dos personas distintas. “Hasta tuvimos que hacer un duelo por la desaparición de Marcos”, explica la madre.
Alicia y Javier notaron que su hijo, a los 4 años, mostraba algunas particularidades. “Lo primero fue la voz; era muy nasal, y su hablar muy trabado”, cuenta su padre. El niño mostraba un carácter tímido y solitario. Ya en la niñez se ponía la ropa de su madre, elegía a las nenas para jugar y sentía rechazo por las conductas de varones. Casi nunca practicó deportes con sus compañeros de colegio, tenía pudor de mostrar su torso en el verano y exhibía una marcada sensibilidad en sus gustos.
“Vivía conflictivamente muchas situaciones, o las ocultaba, porque sabía que se esperaba otra cosa de él”, cuenta hoy su padre. Marcos creció hostigado por la resistencia del entorno mediato a su diferencia: otros niños se burlaban de él o lo percibían extraño. Los años de terapia psicológica sirvieron para que Marcos pudiera tomar conciencia de su sensibilidad y conectarse con su verdadera identidad. Mientras, a medida que la masculinidad avanzaba en su cuerpo, la feminidad lo hacía en su mente y en su emoción.
La historia de Nati
Una tarde, a los 13 años, Marcos quiso hablar con sus padres. “Siento que soy una mujer, y quiero llamarme Nati”, les dijo. “Primero sentí rechazo, pero no le dije nada. Después comprendí: todo en él, menos su cuerpo, correspondía a una mujer”, cuenta Javier. Un rato después, luego de ver la aceptación de sus padres, “Nati” apareció ante ellos maquillada y vestida como una chica. El asesoramiento terapéutico recomendó que se la respetara en su identidad.
“Nunca nos dijeron nada, pero sabemos que aquí nos critican por dejarla vestir como una mujer. En torno a ella hay un gran silencio de la gente, es algo de lo cual no se habla; pero hay miradas, gestos o cuchicheos que la lastiman día a día”, dice Alicia.
Nati asistió siempre al colegio donde su madre da clases. Cuando ingresó al tercer año de la secundaria, pidió ir a otra escuela. Sentía que en la primera la respetaban sólo por ser hija de una profesora. Con la nueva comunidad escolar se acordó que se la llamaría con su nuevo nombre, que iría al baño de mujeres y que haría Educación Física con las chicas. “La apertura de la escuela fue ejemplar”, destaca la madre.
Situaciones difíciles
Marcos tenía serias dificultades en su expresión; Nati es locuaz y expresiva. Marcos no hablaba con su padre; Nati lo hace. A él le costaba tener amigos; a ella no le cuesta hacer amigas. No obstante, hay días difíciles.
“Hay una sociedad que no tolera la diversidad –afirma Alicia–. Mi hija forma parte de esta comunidad y no tiene por qué irse. Los adolescentes son muy violentos en general, y en particular con estos casos. Ella ha recibido agresiones muy fuertes”.
Guillermo Borrovinsky, el psicólogo de Nati, señala: “Trabajamos para que ella tenga una mejor calidad de vida. Su nivel de conflictividad interna y externa es alto; si ese nivel no baja, puede llevar a situaciones difíciles”. Y agrega: “Pedimos para ella una situación de igualdad en la diversidad, con inclusión, que se respete lo que cada uno es”.
Ante la Justicia
Los padres de Nati solicitaron autorización judicial de medicación previa para una posterior operación de adecuación sexual que sólo podría hacerse, según dos jueces consultados, luego de los 21 años . Pero esa medicación con antiandrógenos y hormonas femeninas debería ser urgente, para evitar que la masculinidad siga avanzando en su cuerpo. La causa se encuentra hoy en la Cámara de Apelaciones de Villa Dolores.
Un juez de esta ciudad señaló: “El caso es excepcional, pero no insólito. No se reconocen antecedentes y menos en esta zona”. Y agregó: “En estos casos no hay un marco legal específico sobre el cual basarse”.
En general, diversos magistrados sostienen que la potestad de los padres no alcanza para autorizar una operación esencial e irreversible en un menor. Dicha decisión podría tomarla el sujeto recién en su mayoría de edad. Respecto a la medicación previa, que sí es reversible, de acuerdo a lo señalado por especialistas, no se arriesgan posturas.
El sexólogo argentino León Gindin declaró a este diario: “A nivel legal los códigos no están modificados para estos casos, sólo están las opiniones de algunos jueces”.
La defensa de los padres de Nati basa su pedido en los contundentes informes médicos, psicológicos y psiquiátricos (ver “No hay dudas”). También en los derechos a la identidad, a la personalidad y a la expresión de una chica como Nati, asentados en los Derechos Universales del Niño.
Alicia enfatiza: “La sociedad y la Justicia deben entender que nuestra hija vive en situación de riesgo, que ella tiene derecho a su identidad y que nosotros vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para salvarla; necesitamos que la gente se informe y que nos acompañe en esta misión”.
Según Borrovinsky, “el cuadro se definía perfectamente dentro de la tipología de transexualidad. No obstante pedimos una interconsulta y los más prestigiosos especialistas del país confirmaron el diagnóstico”. El psicólogo afirma que Nati tiene una inteligencia superior a la media y que asumió precozmente conciencia sobre su identidad. “La reacción de los padres fue impresionante: la contuvieron y apoyaron en el proceso”, dice el terapeuta.
“No hay dudas”
“No hay dudas de que Nati es transexual, y de que la única solución para ella es la cirugía de cambio de sexo”, asegura el prestigioso sexólogo argentino León Gindin, psicoanalista y docente titular en la Universidad Abierta Interamericana. El especialista conoce desde hace cuatro años a la adolescente de Traslasierra. “No tiene problemas físicos u hormonales. Todos los tests indican que es transexual, y no quiere tener relaciones de tipo homosexual”, afirma Gindin. Y agrega: “Su caso es excepcional porque siendo muy joven tiene mucha conciencia de su identidad; el riesgo es que pueda tomar una decisión no demasiado buena para ella”, señala Gindin. Y agrega: “La medicación con antiandrógenos y hormonas femeninas, para un desarrollo de mamas, es más que recomendable en este caso”.
“Soy una chica”
“No elegí ser una mujer. Soy una chica; y quiero el cuerpo que me corresponde”, afirma Nati, con una convicción que hace esfumar cualquier duda sobre su identidad. Ella tiene el pelo rubio y largo, sus uñas pintadas y sus modos delicados. Habla y se mueve con una feminidad natural, libre de sobreactuaciones.
“De chica no me sentía mujer. Lo que puedo asegurar es que no me sentía varón”, precisa. Nati dice que quiere estudiar psicología.
También le gustan la pintura y la cocina e integra un foro virtual de transexuales de todo el mundo. Admira a Carla Antonelli, líder de ese foro, a quien define como “una luchadora por los derechos de los transexuales”.
“Hoy muchos hacen como que no me ven –cuenta– pero me doy cuenta de que hablan de mí; quizá por eso siempre prefiero estar sola”.
Nati afirma que las chicas son más solidarias con ella. “Tengo mi grupo de amigas. Ellas me entienden, saben cómo soy y me tratan bien. Los chicos, en cambio, me dicen cosas, creen que soy homosexual. Pero a mí no me gustan los gays, me gustan los hombres con todas las letras” enfatiza Nati.
Y concluye: “Me da una mezcla de bronca y angustia que todos se fijen solamente en los defectos de los demás...”.
Los papás explican por qué se presentaron ante la Justicia
Infobae y Carla Antonelli -. El padre y la madre de Nati hablaron en Radio 10 sobre los motivos que la llevaron a los tribunales para reclamar la terapia hormonal. Admiten que viven la situación con angustia
"Vivo afligido por su padecimiento y tratando de hacer todo lo que esté a mi alcance para aliviarlo", aseguró en Radio 10 el padre de Nati, la adolescente que busca en la Justicia que se le permita un tratamiento para frenar la evolución de su masculinidad.
La familia solicitó a la Justicia que autorice una terapia hormonal para que se le pueda luego aplicar la cirugía de adecuación sexual a su hija de 15 años.
La madre, que se identificó como Alicia, contó que Nati "a los tres años manifestaba conductas que nos llamaron la atención", en referencia a su preferencia por jugar con su hermana menor, en lugar del mayor.
En respuesta a estas actitudes del pequeño, los padres decidieron que a los cinco años comenzara un terapia psicológica y que "fue un equipo médico el que llegó a la conclusión de que mi hija es transexual", según relató la madre.
Lo que ahora solicitan a la Justicia por consejo de médicos es autorización para que la joven lleve adelante un tratamiento hormonal que permita frenar la "virilización" (crecimiento del vello y demás características masculinas) con miras a una futura operación de adecuación sexual.
"Es una mujer, siente como tal, nunca se sintió varón", destacó Javier, el papá (que también usó un nombre ficticio), quien admitió que no le costó reconocer la condición de su hija tanto como "verla sufrir ahora" y consideró "un atentado contra la moral no hacer algo para evitar el padecimiento de una persona".
Asimismo, los padres contaron que ya en el colegio su hija "se reunía con nenas, no le gustaba el fútbol y rehuía a la violencia de los juegos masculinos".
Alicia y Javier diferenciaron entre homosexualidad, travestismo y transexualidad.
"Homosexual es una persona que se reconoce de su sexo y se ve atraída por sus pares", explicó el padre, que es médico, y detalló: "Los travestis son varones a los que les gusta vestirse de mujer y los transexuales son personas que no aceptan sus genitales, no coincide su sexo psicológico con el físico". "Tienen un trastorno de identidad de género", remarcó.
En ese sentido, informaron que el doctor César Fidalgo, foto superior derecha, uno de los profesionales que atiende a Nati destacó que "en el país hay sólo 200 transexuales".
Si bien la familia nunca pensó en mudarse, los padres admitieron que "Nati preferiría vivir en un lugar más grande, donde sentirse menos observada".
"Más que la importancia de su sexualidad éste es un tema es humano", coinciden los padres, para quienes "su padecimiento actual (el de su hija) se genera por su virilización y las molestias sociales que eso le ocasiona".
Puedes ver un video de Nati y sus Padres en: Clarin
Puedes escuchar una entrevista de la madre de Nati "Hemos hecho el Duelo por Marcos" , Cuenta la madre.
Puedes escuchar una entrevista del Psicologo de Nati Hubo una toma de conciencia muy temprana" , Consideró el Psicologo de Nati.
"Mi ilusión es ser totalmente mujer"
Clarín-. Nati, de 15 años, sueña como todo adolescente. Su habitación, en un barrio de clase media de Villa Dolores, está adornada con un montón de ositos de peluche, un par de muñecas y recortes en las paredes con las fotos de dos modelos top. Sus sueños son muchos, pero prefiere hablar de su lucha judicial, que se inició hace un par de años.
¿Y cómo es este pibe que se siente mujer? En el barrio coinciden en que es un ser especial. Siempre se viste con polleras, se pinta los labios y las uñas. Incluso, utiliza el baño de mujeres en la escuela. Hay días, según cuentan sus familiares, en que está deprimido porque los compañeros del Colegio Comercial siempre le dicen cosas sobre su condición sexual.
En el diálogo con Clarín, resaltó que "nunca" se sintió varón: "Por eso no compartí ningún juego con ellos. Yo me siento mujer, ésa es la verdad." Recuerda que hace dos años intentó suicidarse. "No aguantaba más las burlas de mis compañeros de la Escuela Normal. Y me tomé un montón de pastillas, quería morirme."
Afortunadamente, no lo logró: "Las pastillas me ayudaron a dormir mejor. Pero a la mañana, llorando, les dije a mis padres que tenía que hablar con ellos de un tema importante. Y mi viejo descubrió qué iba a decir: 'Seguro que es el tema del sexo, verdad?', me dijo. Lo miré asombrada."
Los papás comprendieron la situación. "Psicológicamente me sentía mujer y les pedí que me ayudaran. Ellos inmediatamente me llevaron a varios médicos y me dieron fuerza para seguir adelante, porque yo quiero ser una verdadera mujer."
Nati cada vez que habla lo hace con firmeza y no titubea. Recuerda que cuando era apenas un chiquilín no le gustaba jugar con autitos, siempre llevaba una muñeca y estaba cerca de las nenas. Que revisaba el placard de mamá y se ponía los vestidos de ella. "Con esa ropa era feliz", recuerda con la voz emocionada.
Se nota que cuida su pelo, castaño y enrulado, que le llega a los hombros. Luce pulseras, aros y usa brillo en los labios, como cualquier chica. Habla con fluidez y se esperanza con el triunfo en el plano judicial. Esto es: lograr la intervención quirúrgica de cambio de sexo. "Mi ilusión es ser mujer totalmente y voy a luchar con todas mis fuerzas para lograrlo."
"Yo tuve la suerte de tener unos padres que me entendieron”
Extraído de: Notiepress y Carla Antonelli-. La joven cuyos padres iniciaron una batalla legal para conseguir una autorización judicial para que pueda someterse a una operación de reasignación de sexo cuando sea mayor de edad, aseguró que se siente una mujer, dijo que siempre le dio "fobia" todo lo masculino, y confesó que quiere "una vaginoplastía".
"No me siento varón, me siento una mujer y siempre me dio fobia todo lo que era masculino, por eso accedí a un tratamiento hormonal y ahora quiero una vaginoplastia", expresó hoy "Nati" en declaraciones a las emisoras Cadena 3 de Córdoba y Radio del Plata, de la capital.
La joven reveló además que hace dos años le "estalló la bomba" que tenía en su interior y dijo que intentó suicidarse porque creía que nadie la entendía.
"Tomé pastillas y cuando me desperté mis padres estaban conmigo. Ellos son mis ídolos, los amo. A mi hermano mayor le costó mucho aceptar la situación, pero la entendió y a mi hermana más chica no le costó nada", relató.
Nati dijo que deseaba contar lo que le estaba pasando para que la gente se enterase y, de existir un caso similar al de ella, "se hable y los padres se informen".
"Yo tuve la suerte de tener unos padres que me entendieron, pero no todas las chicas o chicos como yo tienen esa suerte. Yo hablo no solo para ayudarme a mí sino también para ayudar a otros chicos y para que sus padres se informen y puedan ayudarlos sin que esto termine en algo dramático", indicó.
Nati señaló que no eligió ser una mujer, pero dijo que es una chica y quiere el cuerpo que le corresponde.
"De chica no me sentía mujer, lo que puedo asegurar es que no me sentía varón. Hoy muchos hacen como que no me ven, pero me doy cuenta de que hablan de mí", precisó.
"Nati" afirmó también que las chicas son más solidarias con ella y dijo que tiene un grupo de amigas que la entienden porque saben cómo es y la tratan bien.
"Los chicos, en cambio, me dicen cosas, creen que soy homosexual, pero a mí no me gustan los gays, me gustan los hombres con todas las letras", relató.
En ese sentido, "Nati" confesó: "Me he enamorado, pero nunca tuve una historia de amor y no tengo pareja".
Finalmente, señaló que integra un foro virtual de transexuales de todo el mundo y que admira a Carla Antonelli, líder de ese foro, a quien definió como "una luchadora por los derechos de los transexuales".
Los padres de la joven chica transexual de 15 años piden el cambio de sexo para su hijo
Clarín-. Se presentaron en la Justicia de Villa Dolores, Córdoba. Son un médico y una profesora que quieren que le den un tratamiento hormonal, etapa previa para la cirugía. El joven Marcos se hace llamar Nati.
La historia de Nati, una adolescente transexual de 15 años cuyos padres solicitaron a la Justicia una terapia hormonal para preparar su cuerpo para una futura operación de cambio de sexo, conmueve a los cordobeses.
"Aunque ella nació biológicamente varón, su sexo psicológico es de mujer", aseguran sus papás: un médico de 50 años y una profesora de 45, quienes tienen otros dos hijos de 13 y 18.
El caso se discute en los tribunales de Villa Dolores, la ciudad donde vive la familia, en el Valle de Traslasierra, a unos 160 kilómetros al sudoeste de esta capital, y sentaría jurisprudencia, ya que se trata del pedido de cambio de sexo de un adolescente hecho por sus propios padres. La operación, en caso de que se realice, sería luego de que Nati cumpla los 21 años.
"Sí, claro, primero sentí rechazo, pero no le dije nada. Después comprendí: todo en él, menos su cuerpo, correspondía a una mujer", contó el papá de la adolescente al diario local a través del cual decidieron dar a conocer los detalles de la batalla legal.
Según relataron, a los 4 años, Marcos —tal el nombre que figura en sus documentos— "mostraba algunas particularidades: una voz nasal, un hablar muy trabado y un carácter tímido". También detallaron que "sentía rechazo por las conductas de varones, jugaba con las nenas y sentía vergüenza de mostrar su pecho en el verano, cuando iban al río".
Las piezas del enigma que cargaba en el alma ese hijo parecieron aclararse cuando, a los 13, Marcos habló con sus papás y les dijo que se sentía mujer y que quería que la llamaran Nati. La consulta al psicólogo no tardó en dar resultados: el profesional les recomendó que respetaran su "verdadera" identidad sexual.
El psicólogo de Marcos, Guillermo Borrovisky, afirmó que "lo que intentamos es que ella tenga una mejor calidad de vida, ya que su conflictividad interna y del exterior es muy alta".
Crueldad
Su mamá la defiende a capa y espada, y lamenta la actitud de algunos vecinos y conocidos: "Nos critican por dejarla vestir como mujer. Incluso, hay silencio cuando ella anda por las calles de Villa Dolores, pero hay miradas que lo dicen todo. Los gestos y los cuchicheos la lastiman permanentemente."
Es que Villa Dolores, a pesar de ser la ciudad cabecera del Valle de Traslasierra (tiene 30 mil habitantes), no deja de tener un típico carácter pueblerino. "Sus compañeros de escuela la hostigan sin pausa —continúa la mamá—. A veces, hasta la crueldad. Y eso le provoca mucha angustia y se amarga."
La lucha legal
En los tribunales, la lucha de la familia de Nati comenzó en noviembre de 2004. En aquella oportunidad pidieron que se le autorizara una "urgente" terapia hormonal para preparar el cuerpo de su hijo para una futura operación de cambio de sexo. La idea: evitar que se complete el proceso de masculinización, contrarrestándolo con hormonas femeninas que favorezcan el desarrollo de sus senos. Una terapia que ayudaría en el camino a una posible cirugía genital.
En ese momento, la Justicia rechazó el pedido y los papás apelaron. En agosto de 2005 la causa ingresó en la Cámara de Apelaciones de Villa Dolores, donde se encuentra hasta hoy.
La defensa de la familia de Nati basa su estrategia en los informes médicos, psicológicos y psiquiátricos, que serían contundentes en cuanto a que se trata de un caso de transexualidad: una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre.
Borrovinsky asegura que pidió una "interconsulta" con otros profesionales que confirmaron el diagnóstico. Entre ellos, el sexólogo León Gindín, de la Universidad Abierta Interamericana, quien también concluyó que "no hay dudas de que Nati es transexual" y que "la única solución para ella es una cirugía de cambio de sexo".
Sus padres, en tanto, defienden el derecho que tiene su hijo a lograr "su verdadera identidad sexual".
Los riesgos de una operación
Estos problemas nacen de una serie de factores concurrentes. Se pueden contar cuestiones genéticas, aspectos asociados con las formas en que padres y hermanos funcionan con la persona que sufre esta problemática y cómo esa persona respondió a ese funcionamiento familiar. También puede influir el tipo de pareja de los padres. E incide si el apegamiento del chico ha sido mayor con la madre que con el padre. Hecho que, en general, responde a dos temas. O el padre es brutal y el chico se refugia en su madre. O la función del padre está ausente y la madre hace y deshace con el chico. La cirugía de cambio de sexo puede salvar a una persona de enloquecer. Otras, puede inducir a la locura. Antes de tomar una decisión, un profesional debería hacer un diagnóstico del paciente capaz de prever si efectivamente la operación le resultará positiva o negativa.
Que dice la Ley Argentina
Qué dice la ley. La ley 17.132 de Ejercicio de la Medicina establece que los médicos no pueden llevar a cabo intervenciones quirúrgicas que modifiquen el sexo, salvo que sean efectuadas con posterioridad a una autorización judicial.
Las operaciones de cambio de sexo sólo pueden realizarse en hombres y mujeres mayores de 21 años en las que se compruebe, a través de peritajes psicológicos, una contradicción entre la identidad sexual y la pertenencia de género.
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La Voz del Interior y Carla Antonelli-. Arguyendo el derecho a la identidad, los padres de Nati, foto izquierda de los tres, de 15 años, serían los primeros en el país en pedir a la Justicia que su hijo, nacido varón, pueda acceder, en su mayoría de edad, a una operación de “adecuación sexual” para tener un cuerpo de mujer. Los especialistas recomiendan preparar desde ahora su físico para la transformación, que podría hacerse recién después de los 18 ó los 21 años, según la familia, y brindaría calidad de vida a la adolescente. Por eso, los padres están inmersos en una batalla legal. Nati es una transexual: su mente de mujer está atrapada en un cuerpo masculino y se le recomienda una reasignación sexual desde lo físico.
Obviamente, los nombres de todos los miembros de esta familia transerrana están cambiados en esta nota, para proteger la intimidad de la adolescente transexual.
El caso, que se sustancia en los Tribunales de Villa Dolores, sentaría jurisprudencia dada la corta edad de la adolescente y que el pedido es formulado también por sus padres, quienes expresan que harán todo lo necesario para lograr la transformación que, afirman, su hija necesita.
“Nati” –como la llaman sus familiares, amigos y compañeros de escuela– luce y vive como una chica. Nació hace 15 años en Villa Dolores llamándose Marcos. y, según afirma, nunca se sintió un varón. Su caso sería particularmente excepcional por la temprana edad en la que tomó conciencia de su identidad sexual; y por el apoyo inmediato que recibió de sus padres ante la situación.
La historia de Marcos
Marcos fue el segundo de tres hijos. Tiene un hermano de 17 años y una hermana de 13. Su padre médico y su madre profesora cuentan la historia de Marcos y de Nati como si fueran las de dos personas distintas. “Hasta tuvimos que hacer un duelo por la desaparición de Marcos”, explica la madre.
Alicia y Javier notaron que su hijo, a los 4 años, mostraba algunas particularidades. “Lo primero fue la voz; era muy nasal, y su hablar muy trabado”, cuenta su padre. El niño mostraba un carácter tímido y solitario. Ya en la niñez se ponía la ropa de su madre, elegía a las nenas para jugar y sentía rechazo por las conductas de varones. Casi nunca practicó deportes con sus compañeros de colegio, tenía pudor de mostrar su torso en el verano y exhibía una marcada sensibilidad en sus gustos.
“Vivía conflictivamente muchas situaciones, o las ocultaba, porque sabía que se esperaba otra cosa de él”, cuenta hoy su padre. Marcos creció hostigado por la resistencia del entorno mediato a su diferencia: otros niños se burlaban de él o lo percibían extraño. Los años de terapia psicológica sirvieron para que Marcos pudiera tomar conciencia de su sensibilidad y conectarse con su verdadera identidad. Mientras, a medida que la masculinidad avanzaba en su cuerpo, la feminidad lo hacía en su mente y en su emoción.
La historia de Nati
Una tarde, a los 13 años, Marcos quiso hablar con sus padres. “Siento que soy una mujer, y quiero llamarme Nati”, les dijo. “Primero sentí rechazo, pero no le dije nada. Después comprendí: todo en él, menos su cuerpo, correspondía a una mujer”, cuenta Javier. Un rato después, luego de ver la aceptación de sus padres, “Nati” apareció ante ellos maquillada y vestida como una chica. El asesoramiento terapéutico recomendó que se la respetara en su identidad.
“Nunca nos dijeron nada, pero sabemos que aquí nos critican por dejarla vestir como una mujer. En torno a ella hay un gran silencio de la gente, es algo de lo cual no se habla; pero hay miradas, gestos o cuchicheos que la lastiman día a día”, dice Alicia.
Nati asistió siempre al colegio donde su madre da clases. Cuando ingresó al tercer año de la secundaria, pidió ir a otra escuela. Sentía que en la primera la respetaban sólo por ser hija de una profesora. Con la nueva comunidad escolar se acordó que se la llamaría con su nuevo nombre, que iría al baño de mujeres y que haría Educación Física con las chicas. “La apertura de la escuela fue ejemplar”, destaca la madre.
Situaciones difíciles
Marcos tenía serias dificultades en su expresión; Nati es locuaz y expresiva. Marcos no hablaba con su padre; Nati lo hace. A él le costaba tener amigos; a ella no le cuesta hacer amigas. No obstante, hay días difíciles.
“Hay una sociedad que no tolera la diversidad –afirma Alicia–. Mi hija forma parte de esta comunidad y no tiene por qué irse. Los adolescentes son muy violentos en general, y en particular con estos casos. Ella ha recibido agresiones muy fuertes”.
Guillermo Borrovinsky, el psicólogo de Nati, señala: “Trabajamos para que ella tenga una mejor calidad de vida. Su nivel de conflictividad interna y externa es alto; si ese nivel no baja, puede llevar a situaciones difíciles”. Y agrega: “Pedimos para ella una situación de igualdad en la diversidad, con inclusión, que se respete lo que cada uno es”.
Ante la Justicia
Los padres de Nati solicitaron autorización judicial de medicación previa para una posterior operación de adecuación sexual que sólo podría hacerse, según dos jueces consultados, luego de los 21 años . Pero esa medicación con antiandrógenos y hormonas femeninas debería ser urgente, para evitar que la masculinidad siga avanzando en su cuerpo. La causa se encuentra hoy en la Cámara de Apelaciones de Villa Dolores.
Un juez de esta ciudad señaló: “El caso es excepcional, pero no insólito. No se reconocen antecedentes y menos en esta zona”. Y agregó: “En estos casos no hay un marco legal específico sobre el cual basarse”.
En general, diversos magistrados sostienen que la potestad de los padres no alcanza para autorizar una operación esencial e irreversible en un menor. Dicha decisión podría tomarla el sujeto recién en su mayoría de edad. Respecto a la medicación previa, que sí es reversible, de acuerdo a lo señalado por especialistas, no se arriesgan posturas.
El sexólogo argentino León Gindin declaró a este diario: “A nivel legal los códigos no están modificados para estos casos, sólo están las opiniones de algunos jueces”.
La defensa de los padres de Nati basa su pedido en los contundentes informes médicos, psicológicos y psiquiátricos (ver “No hay dudas”). También en los derechos a la identidad, a la personalidad y a la expresión de una chica como Nati, asentados en los Derechos Universales del Niño.
Alicia enfatiza: “La sociedad y la Justicia deben entender que nuestra hija vive en situación de riesgo, que ella tiene derecho a su identidad y que nosotros vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para salvarla; necesitamos que la gente se informe y que nos acompañe en esta misión”.
Según Borrovinsky, “el cuadro se definía perfectamente dentro de la tipología de transexualidad. No obstante pedimos una interconsulta y los más prestigiosos especialistas del país confirmaron el diagnóstico”. El psicólogo afirma que Nati tiene una inteligencia superior a la media y que asumió precozmente conciencia sobre su identidad. “La reacción de los padres fue impresionante: la contuvieron y apoyaron en el proceso”, dice el terapeuta.
“No hay dudas”
“No hay dudas de que Nati es transexual, y de que la única solución para ella es la cirugía de cambio de sexo”, asegura el prestigioso sexólogo argentino León Gindin, psicoanalista y docente titular en la Universidad Abierta Interamericana. El especialista conoce desde hace cuatro años a la adolescente de Traslasierra. “No tiene problemas físicos u hormonales. Todos los tests indican que es transexual, y no quiere tener relaciones de tipo homosexual”, afirma Gindin. Y agrega: “Su caso es excepcional porque siendo muy joven tiene mucha conciencia de su identidad; el riesgo es que pueda tomar una decisión no demasiado buena para ella”, señala Gindin. Y agrega: “La medicación con antiandrógenos y hormonas femeninas, para un desarrollo de mamas, es más que recomendable en este caso”.
“Soy una chica”
“No elegí ser una mujer. Soy una chica; y quiero el cuerpo que me corresponde”, afirma Nati, con una convicción que hace esfumar cualquier duda sobre su identidad. Ella tiene el pelo rubio y largo, sus uñas pintadas y sus modos delicados. Habla y se mueve con una feminidad natural, libre de sobreactuaciones.
“De chica no me sentía mujer. Lo que puedo asegurar es que no me sentía varón”, precisa. Nati dice que quiere estudiar psicología.
También le gustan la pintura y la cocina e integra un foro virtual de transexuales de todo el mundo. Admira a Carla Antonelli, líder de ese foro, a quien define como “una luchadora por los derechos de los transexuales”.
“Hoy muchos hacen como que no me ven –cuenta– pero me doy cuenta de que hablan de mí; quizá por eso siempre prefiero estar sola”.
Nati afirma que las chicas son más solidarias con ella. “Tengo mi grupo de amigas. Ellas me entienden, saben cómo soy y me tratan bien. Los chicos, en cambio, me dicen cosas, creen que soy homosexual. Pero a mí no me gustan los gays, me gustan los hombres con todas las letras” enfatiza Nati.
Y concluye: “Me da una mezcla de bronca y angustia que todos se fijen solamente en los defectos de los demás...”.
Los papás explican por qué se presentaron ante la Justicia
Infobae y Carla Antonelli -. El padre y la madre de Nati hablaron en Radio 10 sobre los motivos que la llevaron a los tribunales para reclamar la terapia hormonal. Admiten que viven la situación con angustia
"Vivo afligido por su padecimiento y tratando de hacer todo lo que esté a mi alcance para aliviarlo", aseguró en Radio 10 el padre de Nati, la adolescente que busca en la Justicia que se le permita un tratamiento para frenar la evolución de su masculinidad.
La familia solicitó a la Justicia que autorice una terapia hormonal para que se le pueda luego aplicar la cirugía de adecuación sexual a su hija de 15 años.
La madre, que se identificó como Alicia, contó que Nati "a los tres años manifestaba conductas que nos llamaron la atención", en referencia a su preferencia por jugar con su hermana menor, en lugar del mayor.
En respuesta a estas actitudes del pequeño, los padres decidieron que a los cinco años comenzara un terapia psicológica y que "fue un equipo médico el que llegó a la conclusión de que mi hija es transexual", según relató la madre.
Lo que ahora solicitan a la Justicia por consejo de médicos es autorización para que la joven lleve adelante un tratamiento hormonal que permita frenar la "virilización" (crecimiento del vello y demás características masculinas) con miras a una futura operación de adecuación sexual.
"Es una mujer, siente como tal, nunca se sintió varón", destacó Javier, el papá (que también usó un nombre ficticio), quien admitió que no le costó reconocer la condición de su hija tanto como "verla sufrir ahora" y consideró "un atentado contra la moral no hacer algo para evitar el padecimiento de una persona".
Asimismo, los padres contaron que ya en el colegio su hija "se reunía con nenas, no le gustaba el fútbol y rehuía a la violencia de los juegos masculinos".
Alicia y Javier diferenciaron entre homosexualidad, travestismo y transexualidad.
"Homosexual es una persona que se reconoce de su sexo y se ve atraída por sus pares", explicó el padre, que es médico, y detalló: "Los travestis son varones a los que les gusta vestirse de mujer y los transexuales son personas que no aceptan sus genitales, no coincide su sexo psicológico con el físico". "Tienen un trastorno de identidad de género", remarcó.
En ese sentido, informaron que el doctor César Fidalgo, foto superior derecha, uno de los profesionales que atiende a Nati destacó que "en el país hay sólo 200 transexuales".
Si bien la familia nunca pensó en mudarse, los padres admitieron que "Nati preferiría vivir en un lugar más grande, donde sentirse menos observada".
"Más que la importancia de su sexualidad éste es un tema es humano", coinciden los padres, para quienes "su padecimiento actual (el de su hija) se genera por su virilización y las molestias sociales que eso le ocasiona".
Puedes ver un video de Nati y sus Padres en: Clarin
Puedes escuchar una entrevista de la madre de Nati "Hemos hecho el Duelo por Marcos" , Cuenta la madre.
Puedes escuchar una entrevista del Psicologo de Nati Hubo una toma de conciencia muy temprana" , Consideró el Psicologo de Nati.
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