18 agosto 2006

El estigma y discriminación condensados en una mujer transexual India

(Agencias)-.
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Noorie personifica la discriminación y estigma que marca a los portadores del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) en todo el mundo. La persecución que Bill Clinton y Bill Gates han denunciado perpetúa el sida.

Con su sari naranja y su larga cabellera negra, Noorie es una más de los miles de delegados que deambulan desde el 13 de agosto por el Centro de Convenciones de Toronto, participando en la mayor cumbre mundial sobre el sida.

Algunos son científicos, otros funcionarios o trabajadores de organizaciones no gubernamentales. Hay activistas, políticos y representantes de farmacéuticas. Y portadores del virus.

Pero Noorie resume en su cuerpo la problemática social del VIH/sida en los países en desarrollo.
Noorie es una mujer transexual, una mujer nacida en el cuerpo de un hombre, portadora del VIH en un país donde la homosexualidad y el sida provocan ostracismo y persecución.

'A los 8 años, mi familia y yo misma, empezamos a observar cambios en mi comportamiento' explica Noorie.

Dos años más tarde, su familia no tuvo más remedio que reconocer la realidad.

'Se enfadaron conmigo, me preguntaban porqué me comportaba como un niña. Mi madre no dejaba de llorar. En algún momento parecieron dispuestos a aceptar que su hijo era una niña, pero los vecinos, la comunidad, presionaban. Era una tortura', continúa Noorie.

A los 13 años tuvo que dejar su hogar, echarse a la calle, malviviendo de la prostitución. 'No había otra opción, es el destino de nuestra gente'.

Para Noorie, la discriminación le empujó al abismo en el que sólo encontró el VIH.

En 1987, una año después de que se detectase el primer caso de VIH en el país, Noorie descubrió que portaba el virus de la inmunodeficiencia humana.

Si su vida hasta entonces había sido la de una paria, la situación empeoró tras el diagnóstico.

Mientras el ex presidente estadounidense Bill Clinton, el multimillonario Bill Gates y la gobernadora general de Canadá hablaban en la cumbre del sida de la discriminación y estigma que marcan a los portadores del VIH, Noorie se encontraba a poca distancia.

Clinton solicitaba un 'agresivo esfuerzo contra el estigma', Gates denunciaba la discriminación y Michaelle Jean, la gobernadora general de Canadá nacida en Haití, se refería al estigma.

'El sida no conoce fronteras ni tiene ningún respeto por nuestros prejuicios o la forma en que excluimos y abandonamos los unos a los otros. ¿No es eso suficiente razón para poner esos prejuicios a descansar y unirnos para luchar esta amenaza universal' dijo Jean.

Las palabras de Jean, Gates y Clinton parecen sacadas del libro de la vida de Noorie.

Tras tocar fondo, en 1992 Noorie empezó a trabajar en organizaciones no gubernamentales como trabajadora social, atendiendo a prostitutas, transexuales, homosexuales, portadores del virus. Todo aquel que era rechazado por la sociedad india.

Pero descontenta con la forma en que las ONG 'no se implicaban con los más necesitados', en el 2001 inició su propia organización, SIP+ (South India Positive Network, Red Positiva de India del Sur) de asistencia.

Ahora SIP+ presta servicios a casi 2.000 seropositivos, 'sin importar si son homosexuales, transexuales o heterosexuales'.

Desde 1987 hasta hoy Noorie reconoce cambios, sobre todo en el acceso a medicamentos para los portadores del VIH y los enfermos del sida, ahora mucho más fáciles de conseguir.

Pero lo que permanece es la discriminación y estigma.

'Mi problema como transexual es acceder a los servicios sanitarios. Hay un sentimiento general que todos los transexuales son VIH positivo', dice Noorie.

'Y los doctores no tienen instalaciones para el tratamiento por lo que muchos tienen el miedo a la transmisión de la enfermedad y rechazar atendernos'.

Un poco de historia sobre transexualidad en España.

El Mundo/Luís Antonio de Villena-. Estamos ante dos monstruos y dos estrafalarios de distinto signo. El escritor inglés Thomas de Quincey (1785-1859), conocido sobre todo por su autobiográfico libro Confesiones de un inglés comedor de opio (1821), uno de los elegantes pilares de la literatura drogada, que Baudelaire comentó con elogio en sus Paraísos artificiales. Y una mujer española y guipuzcoana, que fue asombro en su tiempo, oscilando después entre el mito y la leyenda, Catalina de Erauso (1592-1650), conocida como la monja alférez, imagen izquierda.Catalina (que concluyó llamándose Antonio y vistiendo de hombre con permiso del Papa) debió ser una mujer tremenda.Acaso su libido lésbica (*1) no consumada se le escapó en agresividad y ganas de pendencia. Lo ideal para un soldado de la época (¿cómo es que no habrá pensado en ella el autor de El capitán Alatriste?).

El caso es que Catalina huyó a los 15 años del convento de San Sebastián donde su padre la metió a monja al cuidado de la superiora, tía suya, y se largó a América vestida de hombre, peleando y bravuconeando desde Chile o Perú hasta México, entonces territorios de nuestra Corona.

Prometió matrimonio (no lo pudo cumplir) a dos mujeres, en Tucumán, y en la batalla de Valdivia luchó con tanto ardor y arrojo que se ganó el grado de alférez. Cuando volvió momentáneamente a España (pesarosa de haber matado por azar a su propio hermano) comprobaron que seguía siendo virgen y que ya era un mito. Escribió unas memorias que se han perdido, pero que aún llegaron a manos de un erudito francés de principios del XIX, Alexis de Valon, fuente de Thomas de Quincey. Dicen que Catalina se arrepintió de su vida violenta y airada, pero no se quedó acá, murió en un pueblito mexicano.

Amigo de los románticos lakistas (Wordsworth y Coleridge, sobre todo), De Quincey fue un escritor profesional, que malvivió de la literatura, escribió mucho para revistas y periódicos, siendo ante todo un inmenso erudito -por eso sus libros están llenos de cultas y amenas digresiones- y un drogodependiente, que lamentó sin arrepentirse.

Su libro sobre Catalina de Erauso, La monja alférez (1854), que acaba de editar Pre-textos en la clásica traducción del peruano Luis Loayza, es un texto muy singular, contado como al desgaire, con mucha complicidad hacia el lector, y una versión romántica del mito de la monja-soldado, bella, inteligente, valiente y vigorosa. De Quincey (que escribió también El asesinato considerado como una de las bellas artes) toma partido por la monja travesti y compone una deliciosa biografía comentada.

Pero ahora que los transexuales van a entrar en el círculo de la ley (¿y por qué iban a ser menos que los demás?) nos asalta una razonable duda. La real Catalina de Erauso ¿era una mujer disfrazada de hombre, pero con sentimientos de mujer? ¿Una genuina lesbiana, de lado guerrero? ¿O fue un hombre en cuerpo de mujer? Todo parece indicar que lo último sería la exacta respuesta. Si viviese hoy, mi amiga Carla Antonelli la acompañaría al juzgado para que, por fin, Catalina fuera Antonio. Si perdemos mito ganamos persona.
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(*1)Evidentemente y 4 Siglos después, se sigue creyendo que Catalina de Erauso era una lesbiana, cuando realmente y por su historia era un hombre transexual, de la época.
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Un transexual masculino granadino que vivió en la segunda mitad del siglo XVI. Se convirtió en la “primera cirujana titulada” en la historia de la Medicina
Ideal y www.carlaantonelli.com -.Nació hacia 1546 en Alhama de Granada fruto de la relación de un caballero con su esclava negra. Contrajo matrimonio con un albañil de Jaén a la edad de 16 años y tuvo un hijo que luego abandonaría en Sevilla. Se desplazó a Granada, donde sirvió al clérigo de San Miguel, y aprendió el oficio de tejedora. Fue encarcelado en Jerez de la Frontera por discutir con un rufián. Vestido de hombre, se alistó como soldado en la Guerra de las Alpujarras. A su llegada a Madrid en 1576 trabajó con un cirujano del que aprendió el oficio y llegó a convertirse en la “primera mujer” titulada de la historia de la Medicina. Se casó con María del Caño, con la que vivió durante un año en la localidad toledana de Yepes. Fue denunciado por haberse casado con otra mujer y de bigamia, por lo que sufrió un proceso civil y posteriormente por el Santo Oficio de Toledo «por desprecio al matrimonio y tener pacto con el demonio». Tras un largo proceso, fue condenado 200 azotes y a trabajar durante diez años, sin sueldo, en una enfermería. Su popularidad fue tan grande que tuvo que ser trasladado a otros centros hospitalarios. Ésta es, a grandes rasgos, la biografía de Elena de Céspedes, más tarde Eleno de Céspedes, el transexual alhameño cuya singularidad ha sido estudiada como un caso estrella por historiadores de la Inquisición española, especialistas del Derecho y médicos.

Biografía inédita

Gracias a las investigaciones especialmente de Folch Jou, M. C. Barbazza, I. Burshatin y, sobre todo, el doctor Emilio Maganto Pavón -cuyo trabajo inédito 'El proceso inquisitorial contra Elena/o de Céspedes (1587-1588). Biografía de una cirujana transexual del siglo XVI' podría ser publicado por el Patronato de Estudios Alhameños-, hemos podido conocer la increíble existencia de este personaje que alcanzó gran notoriedad en el Renacimiento.

Cuatro siglos después, cuando la legislación española reconoce el derecho de los homosexuales a contraer matrimonio y algunas comunidades incluyen entre sus prestaciones sociales el cambio de sexo, no dejan de sorprender las cualidades de este personaje. Nacida mujer y esclava, se sentía hombre en una sociedad tremendamente represiva, y fue capaz de sobrevivir e incluso triunfar ejerciendo oficios que en aquella época eran exclusivos del varón, como es el caso de los dos que desempeñó durante más tiempo: sastre y cirujano. Llegó a desafiar a los tribunales civiles y a la Inquisición, ante los que desarrolló su autodefensa basada en su supuesto caso de hermafroditismo.

En el legajo 234, expediente 24, de la Sección Inquisición del Archivo Histórico Nacional, correspondiente a Elena de Céspedes ( Eleno) ocupa unos 200 folios. Por él podemos conocer el 'Discurso de su vida' desde que nació en Alhama en casa de Benito de Medina, donde servía su madre, hasta la celebración del juicio civil y del proceso inquisitorial, ambos en 1587.

Revuelo hospitalario

Las investigaciones del urólogo Emilio Maganto han dado a conocer la aplicación de las penas y el revuelo que se formaba por los distintos hospitales por los que desfiló este hombre transexual de dotes excepcionales.

El autor francés Michel Escamilla, en un artículo publicado en 1985, le considera la “primera cirujana titulada del mundo” de la que se tenga noticia, adelantando este mérito dos siglos y medio, pues tradicionalmente se le otorga a otro seudohermafrodita, Henriette Faber, que lo consiguió a principios del XIX.

Ha quedado demostrado que el alhameño obtuvo el título del Protomedicato tras una denuncia de intrusismo presentada en El Escorial. Su amplia experiencia profesional y los certificados pertinentes de su maestro le valieron para conseguir de una tacada los títulos de cirujano y la licencia «para poder sangrar y purgar». Caso extrañísimo en esta época y que, en opinión de los expertos, sirvieron al cirujano «en su lucha permanente por sobrevivir y triunfar en una sociedad racista y sexista» y que casi seguro fueron determinantes para librarse de la hoguera.

Pese a todo, en opinión de este especialista, las ideas demasiado avanzadas del mulato, así como sus conocimientos científicos, hacen que no quede claro a lo largo del proceso «si realmente Eleno de Céspedes era hermafrodita, seudohermafrodita, transexual o, como los inquisidores creen poder finalmente demostrar, el encausado era simplemente “ una invertida que seduce y engaña a otras mujeres para yacer con ellas como un hombre”.

El hecho es que mediante diversos métodos -cirugía y productos cáusticos- llega a engañar incluso a prestigiosos médicos de la época, entre ellos a Francisco Díaz, célebre cirujano de Felipe II, quien en su primer informe de 1586 certifica que era hombre y «tenía su miembro genital bastante y perfecto con sus testículos, como cualquier hombre, y que junto al ano tenía una manera de arrugación que no parecía natura». Sin embargo, cuando los contraexpertos del Santo Oficio -médicos, cirujanos y matronas- indican que «le vieron sus tetas y le metieron una candelilla por su natura», el cirujano tuvo que retractarse y justificó que su error «debió ser por una ilusión del demonio por las malas artes y embustes de la malaventurada mujer».

A este respecto, el doctor Maganto señala que, aunque es posible que su nombradía tras el juicio quedara muy mermada, cuatro siglos después hay que reconocer en su disculpa que quizás Francisco Díaz tuviera en parte razón pues «en realidad Eleno de Céspedes era un transexual masculino, o sea una mujer que mentalmente tiene la convicción de pertenecer al sexo contrario y se ve atrapado en un cuerpo femenino».

Cenotia, la bruja

En distintas ocasiones el historiador alhameño Andrés García Maldonado ha señalado que es muy posible que la enorme popularidad de Eleno de Céspedes llegase a oídos de Miguel de Cervantes, quien en 1594, con motivo de su nombramiento como cobrador de impuestos atrasados en el Reino de Granada, visitó a los morosos que residían en Vélez Málaga, tercios de Alhama y Loja.

En el capítulo octavo del segundo libro de 'Los trabajos de Persiles y Segismunda, historia septentrional' (1617) aparece una hechicera de origen alhameño que se presenta de la siguiente forma: «Mi nombre es Cenotia, soy natural de España, nacida y criada en Alhama, ciudad del reino de Granada; conocida por mi nombre en todos los de España, y aun entre otros muchos, porque mi habilidad no consiente que mi nombre se encubra, haciéndome conocida mis obras. Salí de mi patria, habrá cuatro años, huyendo de la vigilancia que tienen los mastines veladores que en aquel reino tienen del católico rebaño. Mi estirpe es agarena; mis ejercicios, los de Zoroastes, y en ellos soy única».

El caso de "Elena de Céspedes, la primera mujer titulada como cirujana en la historia de España", sigue despertando el interés de los especialistas cuatro siglos después. Su trama del hermafroditismo en el juicio inquisitorial, la historia de un hombre atrapado en el cuerpo de una mujer con el que no sólo no se siente a gusto sino que le provoca rechazo, su estado intersexual y sentimiento de ambigüedad cobran sentido a la luz de los nuevos tiempos y de los descubrimientos de la Medicina y la Psicología.

El CDDHH condena el uso del perfil racial como también la discriminación en contra de las mujeres y contra las comunidad GLBT

(Agencias)-.
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NACIONES UNIDAS —
Después de revisar la información entregada por el gobierno de Estados Unidos, numerosas Organizaciones No Gubernamentales (ONG), el Comité de los Derechos Humanos (CDDHH) de la ONU hizo una condena mordaz de los abusos a los derechos humanos cometidos por el gobierno de EEUU.

El informe del CDDHH presentado el 28 de julio, en Ginebra, Suiza. Condena las privaciones de los derechos de los ex-convictos en muchos de los estados de EEUU. Probablemente, el más notable de estos abusos es la naturaleza racista de la pena de muerte y por eso hace un llamado a que EEUU para que ponga un moratorio a todas las ejecuciones.

La inadecuada respuesta de EEUU es notada por los efectos del Huracán Katrina, por ejemplo: “el 50 por ciento de la gente sin vivienda son afronortemericanos aunque sólo constituyen el 12 por ciento de la población de EEUU”. Más adelante agrega el informe EEUU debería tomar medidas para terminar con este hecho que históricamente ha generado la discriminación racial.

El informe dice que la segregación racial sigue tan extenso en las escuelas de EEUU que va dejado una gran disparidad en la calidad de la educación, a través de los distritos escolares en áreas metropolitanas, esto con detrimento a los estudiantes de minorías.

EEUU están requeridos por la ley de los Derechos Humanos a someter información a la ONU bajo las provisiones del Convenio Internacional de los Derechos Civiles y Políticos (ICCPR). Sin embargo, EEUU lo hicieron muy tarde después de siete años de habérsele solicitado la información. Esta tardanza en si misma muestra el desprecio de EEUU por los mandatos de la ONU, y a la vez constituye la violación de la ley internacional según dicen los críticos y los expertos en la materia.

Las consecuencias de la “guerra contra el terrorismo” del presidente Bush trajó una fuerte crítica del Comité de los Derechos Humanos. El informe dice que allí está, “una creíble y no contestada información” por EEUU se ha mantenido secretamente a gente detenida por años y años, sin saber cual será su suerte. Esto aún cuando se ha hecho público su reconocimiento en el informe. Ellos son mantenidos incomunicados, violando a los convenios de la ONU.

El CDDHH de la ONU demanda de EEUU la abolición inmediata de todos los centros de detención secretos y permita a la Cruz Roja Internacional acceso a cualquier persona detenida en cualquier conflicto armado que haya ocurrido u ocurra en el mundo.

El informe condena el uso de las técnicas de interrogación prolongadas, el estrés dejado por las posiciones en que son puestos los detenidos, los confinamientos solitarios, la privación sensorial, el uso de las capuchas en los detenidos, la exposición al frío y el calor, la privación del sueño y de los alimentos que producen los interrogatorios de 20 horas seguidas. Además, es condenable la remoción de las ropas y artículos de confort y como otros de uso religioso, el forzamiento a la limpieza de escrementos y la explotación de las fobias individuales de los detenidos.

El informe expresa su preocupación porque el personal de los condenados en los campos de la Bahía de Guantánamo, Afghanistán e Irak han recibido sentencias “excesivamente leve”. La condena a la administración Bush por las denominadas prácticas de rendición al enviar a los detenidos a otros países para ser torturados.

El CDDHH condena la violación de las libertades civiles y los derechos de los emigrantes estipulados en la Ley Patriótica y la Ley de la Identidad Verdadera, junto con los informes de la Agencia Nacional de Seguridad (ANS) que espía las llamadas telefónicas y los mensajes de correo electrónico privados.

Además, condena el uso del perfil racial como también la discriminación en contra de las mujeres y contra las comunidades de homosexuales, lesbianas, bisexuales, transexuales (GLBT), incluyendo a los oficiales al servicio de los organismos políticos.

Al Comité de los Derechos Humanos le concierne acerca de los millones de trabajadores indocumentados viviendo en EEUU, y que han tenido problemas porque las sucesivas administraciones de EEUU no los han provisto de casi ninguna información sobre su estatus. También, el CDDHH expresa su preocupación por “la inquietante militarización de la frontera con México”.

Reconocen el cambio de sexo a una mujer transexual operada en Barcelona (España).

(Agencias)-.
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En diciembre de 2002, A.G.O., nacida en Rio de Janeiro, se sometió con éxito en Barcelona a una cirugía de cambio de sexo, denominada vaginoplastia.

El Superior Tribunal de Justicia (STJ), en Brasilia, ha reconocido el cambio de sexo de un hombre(*1) de 29 años y que se operó hace dos años en Barcelona (España).

El presidente del STJ, Raphael de Barros Monteiro Filho, concluyó que las evaluaciones médicas y psicológicas practicadas al demandante, identificado con las iniciales A.G.O., coinciden con su apariencia y comportamiento femenino.

En diciembre de 2002, A.G.O., nacido en Rio de Janeiro, se sometió con éxito en Barcelona a una cirugía de cambio de sexo, denominada vaginoplastia, que ha complementado con la ingestión de hormonas.

En su trámite legal para adecuar su nueva identificación sexual, A.G.O. obtuvo en 2004 una sentencia favorable de la Justicia italiana.

La mujer transexual brasileña reside en la ciudad de Milán, donde trabaja como dibujante.

En su sentencia, el juez De Barros Monteiro destacó que la jurisprudencia brasileña viene admitiendo el estudio de cambios en los registros civiles de personas que se han sometido a operaciones de cambio de sexo.

Como antecedentes de estos casos, el presidente del Superior Tribunal de Justicia enumeró sendos procesos en los estados de Pernambuco, Amapá, Río de Janeiro, Río Grande do Sul y Sao Paulo.

El juez consideró que negar el cambio de sexo y la alteración de los documentos de identidad ofenderían la intimidad y la honra de los demandantes.
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(*1)
Cuando hacen referencia a un hombre, lo que quiere decir es que es una mujer transexual nacida varón, las personas transexuales, anteponemos nuestro presente a nuestro nacimiento y explicamos cual es la situación actual y cual fue nuestro origen, así, por ejemplo, solemos decir "una mujer nacida varón", en lugar de "un hombre que ahora es mujer", dando prevalencia el sexo psicosocial con el que hemos nacido.


17 agosto 2006

Extraño caso de una gallina que cambia de sexo espontáneamente sorprende a Suecia

www.carlaantonelli.com
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AFP-.
Una gallina al sur de Suecia ha desarrollado una cresta, un penacho de plumas y canta como un gallo, informó este la prensa local sueca.

El ahora gallo "está muy nervioso. Las otras gallinas están la mayoría sorprendidas, pero cada vez más parecen aceptarle", explicó la propietaria del gallinero, Christel Hammar-Malmgren, a la edición en línea del diario regional Blekinge Laens Tidning.

Hammar-Malmgren se levantó una mañana de julio y oyó dos gallos cantando en lugar de uno. Para su sorpresa, descubrió que una de sus gallinas se había metamorfoseado.

"Había perdido la mayoría de sus plumas de gallina y habían comenzado a salirle una cresta y plumas atrás, en la cola", cuenta.

La gallina transexual se unió al gallinero el año pasado y, al parecer, era muy diferente desde entonces.
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Nota personal: Me vas a disculpar, pero no podía parar de carcajearme con esta noticia. ¿No sería que realmente era otro gallo, y que no estaba muerto, que estaba de parranda?

12 agosto 2006

"Atrapados" en otros cuerpos

El Universal (México)-.
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Señalan que las personas transexuales enfrentan una situación legal que les impide cambiar de nombre. Son objeto de discriminación, comentarios sarcásticos y rechazo social.

Mario nació ella y Diana Laura, él. Ambos son transexuales. Se conocieron hace cuatro años y son pareja. A pesar de haber conseguido una transformación física, sólo les falta el cambio legal de su nombre y la reasignación de sexo para vivir como un hombre y una mujer de verdad.(*1)
De baja estatura, el cabello corto y escaso con algunas canas, además de restos de barba en el rostro, Mario Shajar Sánchez, de 54 años, dice que el momento más feliz de su vida fue hace cinco: cuando desapareció el fantasma que lo perseguía desde la niñez.
"Desperté en el cuarto del hospital y lo primero que hice fue tocarme el busto, respiré aliviado y dije: ´¡Por fin se me fue esta mujer que me andaba siguiendo!´".

Diana Laura Guerrero, de cabello largo, delgada, con las uñas de las manos muy bien cuidadas y con sus gafas de sol en la cabeza,
asegura que siempre se sintió diferente. Aunque nació en cuerpo de niño, su forma de pensar y de sentir eran los de una mujer. "Al final el cerebro tiende a ganar, dice.

Reservada, con pocos amigos, estudió Ingeniería Mecánico-Eléctrica. Al poco tiempo comenzó a trabajar en una pequeña empresa y un buen día decidió enfrentar a su jefe y a sus compañeros de trabajo como una mujer.
Por fortuna, tras algunos inconvenientes, fue bien aceptada, pero no todos ni todas corren la misma suerte, pues según dice la propia Diana Laura la mayoría de los "trans" terminan en situación de trabajo sexual o como estilistas.(*2)

La parte médica

De acuerdo con la sicoterapeuta sexual y de pareja Alma Aldana García, de Especialidades Médico-Psiquiátricas y Psicoterapéuticas (EMEPP), "un transexual es una persona que tiene la sensación interna de pertenecer a otro género", por ello las frases que los caracterizan son: "soy una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre", o bien, "soy un hombre atrapado en el cuerpo de una mujer".

"Sin embargo, para asegurar el diagnóstico es necesario descartar la esquizofrenia, los casos de doble personalidad, o las tendencias borderline, y comenzar con una terapia muy larga, mínimo de ocho años, de acuerdo con los manuales internacionales. En ella tienes que aclarar que el paciente, hombre o mujer, sea realmente un transexual, es decir, que se viva atrapado en un cuerpo que no le corresponde. Generalmente estos síntomas aparecen desde la primera infancia", continúa Aldana.

La especialista agrega que cuando una persona ha logrado vivir 24 horas con su nuevo género, se empieza un trabajo de equipo con un siquiatra, un neurólogo y un endocrinólogo, este último comienza a administrar hormonas para que el cuerpo empiece a cambiar antes de llegar a una cirugía.

En el caso de Mario, él recuerda que en la casa vestía de niña, "pero desde que tengo uso de razón siempre he sabido que soy un hombre, por eso decidí vivir independientemente del cuerpo en que estaba y bloquear mi mente. Nunca anduve viéndome ni agarrándome nada", dice mientras espera a sus compañeras que todos los martes se reúnen en el Centro Cultural de la Diversidad Sexual de la colonia Roma.

"Incluso llegué a pensar que cuando me bajara la regla me iba a componer, pero nada de eso sucedió. En la menstruación hacía como si no fuera yo. Sólo trataba de asear el cuerpo que me habían asignado", continúa.

Sin embargo, el gran problema para Mario, quien desde 1992 trabaja como celador en un reclusorio femenil, fue en la juventud. "Cuando era joven me deprimí mucho y me entró una angustia tremenda porque yo quería tener una novia, pero cómo le iba a decir a una muchacha que me gustaba, se iba a enojar, a molestar, me iba a odiar. Mi hermana me llevó con una sicóloga y lo primero que le dije fue: "Me quiero operar, yo no quiero tener esta apariencia".

Mario dice que la doctora, alarmada, le recomendó que no se hiciera nada, porque las cirugías no servían.
"Entonces me dediqué a estar ausente y en cuanto pude me vestí de hombre completamente".

En tanto, Diana Laura dice que siempre se sintió niña, por eso le causaba extrañeza la diferenciación entre varones y niñas. "En un bailable en el kínder me pusieron un traje de griego, aunque representaba a un hombre, para mí era muy femenino. Ahí es cuando me identifiqué como una mujer por primera vez".

En su caso, aunque logró sortear la infancia trasvistiéndose ocasionalmente, el problema llegó en la adolescencia, cuando estudiaba la secundaria. "Los libros hablan de la estructura del hombre y la mujer, pero descartan las orientaciones y las identidades sexuales. Buscas cuadrarte con esas definiciones y entonces empieza la lucha interna entre tu ser consciente y el que te pide que seas. Mi ser me decía: ´tú eres una mujer´, pero la sociedad insistía en que era un hombre".

A lo largo de su vida, tanto Mario como Diana Laura han enfrentado discriminación, comentarios sarcásticos y rechazo social; sin embargo, lo peor es la situación legal que impide un cambio de nombre, "prácticamente eres ilegal en tu propio país", dice Diana Laura.

"Además no puedes encontrar un trabajo digno que te permita obtener recursos para llegar a una reasignación de sexo, pues las cirugías son carísimas", añade.

Por ello, ambos, junto con otras compañeras transexuales, pretenden conformar una asociación civil, que además de dar información acerca de las personas transexuales y transgénero, continúe la lucha por una Ley Federal de Identidad de Género.

Entre los planes de Mario, simpático y muy cuidadoso de su lenguaje -evita usar palabras altisonantes-, está el de jubilarse el próximo año para lograr el proyecto de su organización y reiniciar sus viajes; mientras Diana Laura piensa que lo mejor sería emigrar a un país en el que recupere sus derechos ciudadanos, aunque por el momento ambos permanecen juntos.

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Notas personales:

(*1) ¿Que son una mujer y hombre de verdad?


(*2) El trabajo sexual cuando es por obligación comprendo que no es justo, pero ejercer de estilistas es una vocación de la misma manera que para otras personas su vocación es ser Ingeniero Mecánico-Eléctrico, Químico, Informático o Abogado...etc. En definitiva, algo muy distinto es trabajar en un trabajo que te imponen como es ejercer la prostitución y algo muy distinto es trabajar en lo que te atrae por vocación.



08 agosto 2006

UNA MINORÍA SEXUAL EN PSICOTERAPIA

Escrito por, Víctor M. Velasco M. es coordinador del Grupo Crisálida. Es Constelador Familiar y Terapeuta Gestalt y Biomnemico, Además de sexólogo. Dirige el Centro de Capacitación
y Apoyo Sexologico Humanista (CECASH, A.C.) Tel: 55 83 99 14.
www.cecash.org cecash@hotmail.com.mx (México)
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Los travestís Heterosexuales son hombres cuya existencia es desconocida por la mayoría de la población, incluso, negada, ya que, generalmente, se asocia al travestismo con la homosexualidad, y se piensa que no hay un hombre al que le guste vestir como mujer y, al mismo tiempo, mantenga su atracción erótica y afectiva por las mujeres. Por ello, estos hombres que, en su mayoría, descubrieron esta afición cuando tenían entre 5 y 10 años de edad, se sienten solos y, muchas veces, culpables. Sus historias son parecidas y, al mismo tiempo, diversas. Uno de ellos lo descubrió cuando se puso las zapatillas de su mamá, otro cuando se puso las pantaletas de su hermana y uno más cuando, jugando, su novia o esposa le hizo ponerse sus prendas.

Al principio, como niños, descubrieron que les resultaba excitante usar la ropa de alguna familiar. Sin embargo, ya habían introyectado los roles sociales lo suficiente para darse cuenta que era algo que debían callar, pues la familia, especialmente los varones, no lo aprobarían. Aunque algunos de ellos eran vestidos por mamá, las primas o las hermanas, y por lo tanto se les festejaba.

Al llegar a la pubertad, se sintieron muy confundidos, porque el entorno social les había enseñado que, quienes se visten de mujer lo hacen para atraer a hombres y porque desean ser amados por ellos. Sin embargo, en su caso no era así, porque además de lo excitante que les resultaba el uso de ropa femenina, sexualmente les gratificaban las mujeres y no se sentían atraídos por los hombres. Se encontraron así sin un marco de referencia o un grupo social en el cual incrustarse en función de su afición.

Debido a la introyección de los valores sociales que denigran lo femenino y lo que socialmente se identifique como afeminado, la mayoría se sintió muy mal por tener este gusto y empezó a vivir en lo que uno de ellos llamó "un círculo neurótico", en el cual robaban o compraban ropa femenina y luego de ponérsela y masturbarse, se la arrancaban de inmediato para guardarla o quemarla, jurando no volver a repetir la situacion, hasta que la ansiedad por hacerlo de nuevo se imponía y volvían a hacerlo.

Algunos psicoterapeutas a los que consultaron, contribuyeron a su infelicidad al asegurarles que era una "enfermedad" que debería y podría ser erradicada y que lo sería si ellos ponían "suficiente fuerza de voluntad". Los que iniciaron tratamientos al respecto sólo pudieron terminar decepcionados de la terapia y de sí mismos, ya que no pudieron lograr la desaparición de esta expresión, pese a sus esfuerzos y gastos de tiempo y dinero.

Después de la culpa, llegó para ellos el momento de aceptar que su impulso era muy poderoso y que sería imposible desterrarlo, por lo que decidieron aceptarlo como parte de sí mismos. Alguno optó por salir trasvestido a la calle durante la madrugada, otro salió a la calle en la seguridad de su auto, manejando, mientras usaba zapatillas y vestido, uno más alquilaba un cuarto de hotel y allí se travestía. Finalmente, algunos de ellos pudieron enterarse de la existencia de un
grupo creado para apoyarles en el reconocimiento de su trasvestismo y llegaron así a CRISÁLIDA, grupo que el autor de estas líneas coordina y que fue concebido, no para curar lo que no es una enfermedad, sino para dignificar una expresión humana desconocida por el gran público y por muchos profesionales de la conducta. En la experiencia de casi dos años de trabajar con éste grupo se basa este artículo que hoy comparto con mis cólegas, esperando contribuir a la mejor atención de esta minoría sexual.

ALGUNAS DEFINICIONES BÁSICAS

El travestismo suele confundirse con la homosexualidad o con la transexualidad. Sin embargo, cada una de estas expresiones de la sexualidad es diferente. Para clarificarlo veamos como se define cada una de ellas:

Al hablar de homosexualidad, lo mismo que de heterosexualidad o bisexualidad, nos referimos a orientaciones sexuales, es decir a la inclinación que tenemos por compartir nuestra expresión sexual con miembros de nuestro mismo sexo, del otro, o de ambos.(Carrera, 1982; 96)

SEXO: Son las diferencias biológicas que hacen a un individuo macho o
hembra de una especie. Sin embargo, en el caso de nuestra sociedad, se construyen a partir de estas diferencias una serie de valores y se indican comportamientos diferenciados para machos y hembras y esto es lo que va conformando los géneros masculino y femenino, que generalmente se usan indistintamente con la noción de sexo. Cuando nos referimos en este texto a género, lo hacemos para referirnos a las características construídas socialmente, aunque sea sobre una innegable base biológica.

El travestismo, es el gusto por usar prendas, manerismos, expresiones, accesorios , adornos, lenguaje e incluso comportamientos característicos del otro género, en la cultura de la propia persona. Pertenece a las ahora llamadas Expresiones Comportamentales de la Sexualidad (E.C.S.), que antes eran conocidas como aberraciones o desviaciones sexuales y consideradas sólo propias de algunos sujetos. Ahora sabemos que las E.C.S., en sus diversas formas, están presentes en todo ser humano tanto a niveles eróticos, como a niveles no eróticos (Alvarez Gayou, 1986;50)

Para algunos autores, como Carrera, el trasvestismo es una forma de fetichismo, es decir, es la fijación en un objeto o en una parte del cuerpo y necesidad compulsiva de usar ese objeto o esa parte para obtener satisfacción sexual (Carrera, 1982,436)

La Transexualidad, es una condición en la cual la persona tiene la sensación interna de pertenecer a un sexo distinto al que biológicamente presenta. Se considera Transexualidad Primaria cuando el individuo reporta esta sensación desde su infancia y Transexualidad Secundaria cuando la persona reporta esta percepción, sólo después de pasar por periodos de travestismo. De acuerdo al manual de diagnostico de enfermedades mentales de la Asociación Psiquiátrica Americana (APA), se considera que una persona es transexual cuando presenta, después de la pubertad, una inconformidad persistente con sus órganos sexuales, sensación de no pertenecer al sexo que se le ha asignado y el tratar persistentemente, al menos por dos años, de modificar sus caracteres sexuales secundarios o primarios para adquirir las características del otro sexo.(González Méndez, 1994; 148)

EL TRANSGENERISMO: Es un concepto que tiene dos significados. Por un lado,
designa aquella condición en que la persona gusta de travestirse de manera permanente, al mismo tiempo que reitera su identificación con su sexo biológico. Es decir, vive como si fuera del otro género, pero sin renunciar al papel de género que le correspondería, socialmente, en razón de su sexo biológico. Por ejemplo, un chico llamado Adrián, que permanece travestido todo el día, al tiempo que exige ser tratado con su nombre masculino.

También hablamos de Transgenerismo, como la subversión de los estereotipos de género que imperan en la sociedad y, entonces, se habla de transgénero como un gran concepto que abarca a quienes se travisten, a quienes no están identificados con su sexo biológico y, en general, a todo aquel que rechace el género que se le ha asignado socialmente en función de su sexo biológico.

Es importante señalar que, estas categorias, pueden encontrarse entremezcladas en una misma persona, de manera que hay travestis heterosexuales y travestis homosexuales, lo mismo que transexuales heterosexuales y transexuales homosexuales.

FENOMENOLOGÍA DEL TRAVESTISMO.
Para conocer las situaciones reales con las que puede encontrarse el terapeuta que recibe a una persona que consulta por los problemas que le causa su trasvestismo, presentaremos algunos de los elementos que comparten la mayoría de los hombres travestis heterosexuales aunque, al mismo tiempo, cada uno de ellos lo vive de manera diferente.

Conoceremos algunos aspectos teóricos, que son confirmados por la vivencia de quienes participan en el grupo "Crisálida". En el grupo han participado en dos años unas 30 personas y, además, hemos recibido cartas de un total de 50 interesados. Sin embargo, los datos que daremos se basan en un grupo de 12 de ellos, que son los más asiduos participantes. No busco dar una visión total del travestismo heterosexual en México, sino ilustrar el trabajo de un grupo y el enfoque y las técnicas que he utilizado para trabajar con ellos.

LAS CAUSAS DEL TRAVESTISMO.

Respecto al por qué alguien llega a ser travestí, pregunta tan válida como aquella del por qué alguién llega a ser una buena cocinera, existen diversas teorías. Una de ellas indica que se debe a la introyección inadecuada de los roles masculino y femenino. Otras aseguran que se debe a una falta de hormonas masculinas en un momento crucial de la masculinización cerebral. No tenemos comprobación de ninguna de estas teorías

Entre las explicaciones de tipo sociológico,está la que aduce una falta de introyección adecuada de roles, probablemente explicada por el hecho de que "la mayoría de nosotros, que llegamos a ser travestis o transexuales, somos producto de una familia con padre ausente o, en el mejor de los casos, distante. Estábamos mucho más emocionalmente ligados a nuestras madres o a alguna otra autoridad femenina que permaneció a través de nuestras vidas... somos, en un porcentaje desproporcionado, hijos únicos o primeros hijos".(Edwards, 1997 s/p). Sin embargo, esta correlación no ha podido demostrarse como causal, ni presente en todos los casos.

Otra situación "traumática" que se supone explicaría el origen del travestismo, es que un niño hubiese sido forzado a travestirse, sin embargo, se conocen casos como el del general norteamericano Patton que era travestido por su madre en la infancia, sin aficionarse a ello; mientras que en "Crísalida", de una muestra de 26 entrevistados, sólo 3 vivieron la experiencia, y "Gina" refiere que a quien vestían de niña era a su hermano; sin embargo, ese hermano un día rompió la ropa que le ponían, luego, quien es hoy Gina, buscó un abrigo de su prima y se lo puso, descubriendo una gran excitación emocional con ello. Ésta tampoco es una explicación suficiente.

Sin embargo, merece destacarse el hecho de que el travestismo, la primera ocasión en que ocurrió, produjo una gran excitación emocional, incluso sexual, y se vive como una necesidad en momentos de ansiedad. Ello podría indicar una asociación en la cual, el travestismo sirve como una válvula de escape de una gran tensión, quizá asociado con la idea de que siendo mujer la vida es más fácil de vivir, que cumpliendo los estereotipos masculino y/o femenino, al mismo tiempo, se es más fácilmente aceptada, con menos exigencias. De hecho, el travesti, representa sólo a mujeres en papeles sociales muy estereotipados.

Yo me inclino a pensar que hay una conjugación de factores biológicos, culturales y psico-espirituales que se entremezclan para producir esta experiencia , sin que ninguno sea, por sí mismo, determinante. No obstante al preguntarme sobre el posible origen de esta faceta de la personalidad, me parece que, en el trabajo terapéutico, hay que buscar el sentido que puede encontrar el individuo al hecho de que esta expresión de la sexualidad se manifieste en su vida. Es decir, hay que ayudarle a formular preguntas como ¿para qué esta situación en mi vida? y, ¿qué puedo aprender de ella?.

El CONTINUO TRAVESTI

Los varones travestis heterosexuales pueden ubicarse a lo largo de un continuo que iniciaría con el fetichismo por ciertas prendas femeninas hasta, posiblemente, llegar a ser transexuales secundarios, aunque la mayoría no llega a ese último punto. También, algunos llegan a un punto en el que salen enteramente y no pueden ser ya considerados travestis. Usualmente, esto ocurre alrededor de la edad madura y en el momento en que el travestismo deja de ser para ellos un estímulo emocional y/o erótico. Esta salida respecto del travestismo es espontánea y no es el resultado de terapia médica o psicológica y aún no sabemos en que porcentaje pueda ocurrir.
En "Crisálida", un 75% inició el proceso de travestirse, antes de los 10 años. Sólo un integrante inició a los 32 años. Esto no es raro, pues diversos estudios confirman que "Muchos travestís y transexuales pueden claramente recordar alguna forma de "cambio de ropa" antes de los 10 años y aún antes".(Edwards, op.cit). En el momento actual, quienes integran el grupo, han pasado ya por fases de crisis y aceptación, que se manifiestan en la necesidad de encontrar a sus iguales para compartir experiencias y consejos. Otros participantes van un poco más allá, y reconocen y buscan satisfacer su deseo de ser vistos en público y unos pocos, incluso, buscan hacer labores de información a la comunidad sobre el travestismo, lo que les convierte en activistas travestis.

Este proceso puede ser presentado de manera esquemática de la siguiente forma, insistiendo en que no todos siguen el mismo ritmo, ni de manera lineal y que, para algunos, la carrera puede interrumpirse en cualquier punto.

ETAPA I. TRANSEXUALISMO INFANTIL

Según Edwards, muchos niños que llegaron a ser travestis creían que se iban a volver niñas. Él dice: "El primer trauma que recuerdo, es cuando me dijeron que jamás llegaría a ser una chica. La revelación ocurrió cuando me descubrieron mientras me ponía un par de medias de mi madre". Muchos hombres transgeneristas, incluyendo aquellos que llegarían a ser travestistas heterosexuales, fueron transexuales o transgeneristas en su infancia temprana (Edwards, 1977). En esta etapa no se buscaba la excitación sexual, sólo el gusto por vestirse como niña. En "Crisálida", un 40% reporta haberse sentido niña y el 60% restante no vivió esa sensación. En esta primera etapa no aparece una excitación erótica, sólo una sensación de relajamiento luego de la excitación de hacerlo.

ETAPA 2. TRASVESTISMO FETICHISTA

En la mente del niño, cuando él se ponía medias de su madre o sus pantaletas, él se convertía en una niña. La textura y diseño de la ropa femenina, tan alejado de lo masculino, que debía usar cotidianamente, le apoyaba esta fantasía. El travestirse se convirtió en la cosa más excitante que había hecho y entonces, aprendió que éste es un recurso para sentir placer y gratificación. Lo que no sabemos es por qué éste fue el recurso y no otro. Este periodo se extiende por varios años, quizá hasta la adultez joven. Es alrededor de la pubertad cuando los niños que llegaran a ser varones heterosexuales, incluso los que creían ser niñas, se identificarán con su cuerpo y reconocerán las gratificaciones que su pertenencia al género masculino les puede deparar.

Es muy probable que en esta etapa un niño o un adolescente sean sorprendidos al travestirse y sean llevados a psicoterapia, con la esperanza de que ese comportamiento sea erradicado. Es muy importante que el terapeuta haya trabajado con su propia sexualidad y sus valores a fin de que, sin homofobia pueda orientar adecuadamente tanto a los padres como al joven, logrando aclarar dudas y temores al mismo tiempo que evita crear expectativas falsas sobre una erradicación de esta conducta. (Velasco, 1997;53)

Dado que tal erradicación es, hasta donde la literatura reporta, imposible, es necesario ser honestos y trabajar apoyando terapéuticamente un proceso de desculpabilización y aceptación personal y familiar de esta expresión, así como en la responsabilización del joven y en el incremento de su capacidad de negociar los espacios en los que puede llevar a cabo su afición, sin riesgo para él y sin buscar acarrear consecuencias negativas para sus parejas, aunque haciéndose cargo de las dificultades que ellas pueden tener para aceptar esta faceta de ellos y la necesidad de que se plantee honestamente desde el principio.

Debo señalar que es tan posible que un joven sorprendido travistiéndose, sea heterosexual, como que sea homosexual o transexual. Obviamente habrá algunas variantes, pero la actitud terapéutica básica debe ser la misma. Para algunos hombres, es suficiente llegar a esta etapa en que utilizan algunas prendas, se excitan y masturban, y despues de masturbarse, dejan la ropa a un lado, incluso, en ocasiones, con mucha culpa. Sin embargo, otros avanzan al siguiente punto del contínuo.

ETAPA 3 "FETICHISMO DE MUJER COMPLETA"

Cuando al muchacho o adulto joven no le basta ya ponerse sólo unas prendas, sino que necesita vestirse totalmente como mujer, ha llegado a ésta fase. Hablamos de aquellos que sólo buscan vestirse completamente pero no se interesan en cambios de sexo o de género. Esta fase presupone que el joven cuente con la oportunidad para hacerlo. Por ello, es probable que surja cuando puede trabajar para poder comprarse su ropa, además de vivir solo o tener su propio cuarto o poder alquilar un cuarto de hotel. Si ya se han casado, pueden hacerlo cuando su esposa sale de fin de semana y teniendo la ropa escondida en la caja de herramientas. Es muy probable que gasten mucho en comprar ropa femenina que, luego de ponérsela un rato y masturbarse con ella, se arrancarán violentamente y tirarán a la basura o quemarán, mientras que juran, por enésima vez, que esa fue la última vez que lo hicierón y que abandonarán su costumbre.

Después de un tiempo, vuelve a aparecer el deseo de hacerlo, que resisten un tiempo, hasta que "sucumben a él", compran ropa, la disfrutan, se la quitan, la queman, se enojan consigo mismos , juran que no lo harán más y... vuelven a repetirlo.

Este es otro momento en que muchos tocarán a las puertas de tu consultorio, llevados por el desconcierto y la culpa, y buscando ser "curados" de su "vicio". Será responsabilidad del terapeuta explicar la situación y acompañar en el proceso de autoaceptación, evitando incrementar sensaciones de culpa y fracaso en su consultante. El tema a trabajar será la ansiedad que les genera su afición y que puede provocar problemas de comportamiento y de salud mental.

ETAPA 4. LA "RESIGNACION" Y NECESIDAD DE AUTOACEPTACIÓN

Cuando la actividad travestista se va incrementando, y es evidente que no puede controlarse voluntariamente, se origina en el practicante sensación de que ya no puede luchar contra ella y que debe aceptarse y entenderse a sí mismo, además de que empieza a buscar la aceptación de otros. Eso implica, al mismo tiempo, el reconocimiento de que es distinto a otros hombres y la posibilidad de que pudiera salir a la calle y mostrarse ante otros.
Las nuevas necesidades de su proceso, requieren de nuevos niveles de aceptación y entendimiento por parte de su familia y su entorno, que pueden resultar tan "desproporcionadas" para quienes les rodean, que, incluso, ponen en peligro sus relaciones de pareja y familiares si sienten que su esposa no los apoya suficientemente. En éste sentido, la experiencia de "Scarlett" es muy reveladora, cuando dice:"La relación con mi esposa es buena, salvo en lo relativo a mi travestismo, porque a veces lo entiende y a veces no".

La necesidad de aceptación y entendimiento de esta etapa lleva a los travestis a buscar grupos de iguales, ya sea directamente, por revistas y aún internet o buscando bares de travestis, según sus posibilidades de acceso a la información y la existencia de dichos grupos. De allí la importancia de la existencia de grupos y lugares seguros. Ésta, es tambien una etapa de búsqueda ansiosa de información, que puede llevar a comprar cualquier revista o contestar cualquier anuncio con sólo detectar la palabra travesti.

Es muy importante, terapéuticamente, fomentar la empatía con las esposas y plantear el derecho que ellas tienen de tomar decisiones de compartir o no su vida con alguien que les ha ocultado un secreto, cuando así ha sido. Debe también entenderse el peso que se les obliga a cargar a ellas, llevando un "secreto de familia" que no pueden compartir ni con sus hijos. La consejería de pareja puede resultar fundamental en este momento.

Evidentemente, los hombres que llegan a "Crisálida", lo hacen en este periodo. Por ello, llegan ansiosos de conocer la historía de los otros, para compararla con la suya, establecer similitudes y sentirse reintegrados a la humanidad.

Por ello son actitudes fundamentales, la hospitalidad con los recien llegados y el "bautizo" con un nombre femenino, cuando no lo tenían, o bien, la revelación del que ellos han buscado, para afirmar su identidad, como travestis y como parte de un grupo humano específico.

ETAPA 5: REVELACIÓN E INTEGRACIÓN

Al perder el miedo a ser descubiertos y lograr la aceptación de sí mismos, es más fácil revelar a otros su condición. Por ejemplo, en "Crisálida", cerca de un año después de llegar al grupo, "Gina" reveló a su familia su travestismo y logró el respeto y la aceptación del mismo. Ahora él y otros miembros del grupo pueden asumir que tienen dos facetas que se complementan. Además, "Scarlett" lo ha revelado ya en su empleo, aunque ésta es una medida que sólo cada persona puede decidir y que no se puede imponer a nadie, por sus repercusiones.

Gracias a los movimientos de liberación femenina y gay, hoy se habla abiertamente, al menos en las ciudades, de este tema y aún los niños travestis pueden saber que existen otros hombres que comparten su afición. En "Crisálida", "Bianca", a sus 18 años está en esta étapa, mientras que "Gina" dice: durante 44 años no había conocído a ningún otro travestí. El hecho de que hoy, a menor edad alguien pueda encontrar a sus iguales, abre enormes posibilidades para su desarrollo humano. También las películas, programas de televisión y de radio han contribuido a esta posibilidad.

Este es otro momento peligroso para las relaciones maritales, pues el hombre puede "entusiasmarse demasiado" y su esposa sentir que pierde al hombre con el que se casó, o no aguantar la presión emocional que le genera el saber que él desea salir travestido a la calle, donde puede detenerlo la policía o ser agredido y exponerse al escándalo y que se enteren los hijos. Además, dado que algunos hombres podrían avanzar hacia la etapa de travestismo de tiempo completo, ellas podrían sentir que la virilidad de su pareja disminuye y eso afecta la relación.

Podemos señalar que, en una reunión de esposas de travestis, encontramos que, muchas de ellas hablaron de haberse sentido traicionadas debido a que ellos les revelaron esta faceta de sí después del matrimonio, en circunstancias que no les permitían a ellas oponerse o separarse. Además, señalaron que aceptan el travestismo de sus parejas, pero que es algo que no les complace y prefieren mantenerlo lejos de ellas, lo más posible. De allí que el grupo les haya significado un alivio pues no tienen así, que ver algo que no les agrada.

ETAPA 6:TRASVESTISMO DE TIEMPO COMPLETO

Esta es una étapa a la cual arriban algunos hombres travesís, después de la edad madura, en la que consideran que, vivir como si fuera mujer, durante todo el día, sería mas satisfactorio que hacerlo solo durante periódos cortos de tiempo. Esto puede conllevar a la necesidad del retiro laboral o del autoempleo a fin de poder realizar una labor productiva en la cual pueda estar siempre como mujer, sin perder estabilidad laboral.La sexualidad puede ser más que heterosexual, "asexual"

ETAPA 7:TRANSEXUALISMO SECUNDARIO

Como ya he señalado, en una edad ya avanzada, algunos hombres dejan el travestismo de una manera "espontánea", sin embargo, unos pocos pasan a un momento en el cual llegan a concluir que, en realidad, eran mujeres y señalan que el travestismo es una fase que termina cuando se declaran transexuales preoperados.Desde la teoría se les define como transexuales secundarios. Al respecto, Edwards deja la interogante:Si el travestí, de niño se sintió niña,al llegar a ésta fase,¿Regresa, entonces a sus origenes? Aquí también, "Crisalida" es muy jovén para tener experiencia que permita una respuesta.

Para finalizar, consideremos algunas de las bases que pueden permitirnos orientar más eficaz y de manera más humanista a nuestros consultantes.

EL TRATAMIENTO TERAPÉUTICO DEL TRAVESTISMO

Asumo que que el travestismo no es un problema en sí mismo. Lo que lo convierte en tema de la psicoterapia son las dificultades del hombre travesti para enfrentar un ambiente social hostíl a esta expresión humana. Hostilidad que se explica, ya que la sola existencia del travestismo cuestiona los valores machistas en los que se ha sustentado mucha de nuestra cultura, puesto que muestra que hay hombres a los cuales las exigencias sociales les son desagradables y deja entrever, entonces, la posibilidad de que algunos quisieran renunciar a cumplirla o quisieran cambiarlas.

Además de esta postura básica, que fundamento más adelante, lo que guía mi trabajo es el hecho de que está demostrada la ineficacia de las terapias hasta ahora utilizadas para erradicar esta afición en quienes la practican y que inculyen técnicas aversivas, psicoanálisis, descargas eléctricas y aún tranquilizantes.

EL PROCESO TERAPÉUTICO EN CECASH: FASE INDIVIDUAL.

El trabajo terapéutico se realiza en dos fases: la primera es individual y se inicia cuando el paciente llega al consultorio y plantea, muchas de las veces con vergüenza, el hecho de que es travesti, lo que él llama "su problema". Lo primero es general un "rapport adecuado", es decir, un clima de confianza y respeto, que le permite explorar sus temores y deseos. Durante esta fase, se emplea preferentemente el enfoque centrado en la persona, de Carlo Rogers

Más tarde, comentamos acerca del peso de la homofobia en sus sentimientos, establezco las diferencias del travestismo respecto a la homosexualidad, y le pido cotejar con su experiencia. Esto permite expandir los puntos de referencia del consultante y facilita el integrar el travestismo como parte de su sí mismo. Obsérvese que nunca le pido que deje de sentirse avergonzado. Este es un resultado del proceso, no una imposición.

Después de esta información y habiendo creado un clima de confianza, utilizo la técnica de "continuum de conciencia", o bien la llamada "focusing" (Gendlin, 1988), explorando dos temas básicos: primero ¿cómo me siento realmente ante el travestismo? y el segundo ¿Qué deseo hacer ante él?.

Hasta hoy, la experiencia es que las respuestas que dicta el cuerpo son, básicamente: siento excitación mezclada con miedo y, lo que deseo es practicarlo sin sentirme culpable y sin peligro. Desde los años 70's los doctores Pomeroy y Leah Schaefer apoyaban el que los travestis ejercitaran su afición (Carrera, 1982;374). Ello inicialmente puede llevar a que se incremente la conducta y luego decrezca, junto con el decremento de la compulsión por hacerlo. Dado que el travestismo aparece como una gran necesidad cuando la persona vive situaciones de gran ansiedad, es lógico que al practicarlo más seguido y sin culpa, la compulsión disminuya y se haga más manejable.

Personalmente considero correcto que, si el consultante lo desea, se travista en la consulta, lo que le permite empezar a cumplir, además, esta fantasía tan importante para el travesti. Esta fase puede darse conjuntamente con el trabajo de focusing ya señalado.

EL PROCESO TERAPÉUTICO: FASE GRUPAL

Después del proceso individual, al que sólo acceden las personas que aún tienen conflicto para aceptar su travestismo, que no son todos los que llegan a "Crisálida", prefiere el trabajo grupal, donde al compartir experiencias con otros que han sentido lo mismo que él, la persona se siente más apoyada y validada, comparte estrategias eficaces para manejar en la vida cotidiana su afición, aprende de las experiencias de otros cómo hablarlo con su pareja, con los familiares y tiene un espacio social que, lejos de atacarlo, le da seguridad y calidez.

El resultado de todo este trabajo, como lo señala "Gina Fourlong", es que el "círculo neurótico" de ansiedad-vestirse-culpa-ansiedad-vestirse-culpa, puede romperse y dar paso a una vivencia más plena de cada persona. Vale la pena señalar que una experiencia común en "Crisálida" y "Eon", otro grupo transgenerista de la ciudad de México, es que, al paso del tiempo, conforme la necesidad de travestirse y de ser visto por otras personas se satisface dentro del grupo, esta acción pierde un poco de la tensión que generaba y de la excitación sexual que le acompañaba, lo que nos plantea preguntas muy interesantes acerca de la relación entre ansiedad y deseo sexual.

Dentro del grupo se trabaja en dos niveles; el primero, es el mejoramiento de la imagen femenina de cada participante mediante el uso de técnicas teatrales que les dan más control del personaje que ha creado. Por otro lado, como un taller de desarrollo humano, en que se fomentan habilidades de empatía, respeto, asertividad, comunicación y otras, que les refuerzan la autoestima e incluso han permitido que los participantes de "Crisálida" hayan dado testimonio acerca de sus vivencias en cursos y talleres diversos, así como en la radio y próximamente en un "Congreso Latinoamericano de Sexología".

Una vez iniciado en este trabajo, me he percatado que aparecen necesidades, de quienes viven esta afición, que son determinadas por el ocultamiento en que se vive, desde el lugar donde comprar un vestido, medias o zapatos, hasta dónde lavar la lencería y la ropa de calle, que puede ser guardada cotidianamente en una caja de herramientas y no puede llevarse fácilmente a la lavandería ni lavarla en casa, sin despertar las sospechas de infidelidad por parte de la esposa.

Asimismo, es necesario tomar medidas de seguridad para proteger de chantajes a los participantes.Es fundamental y lo hemos logrado llevando diversos "filtros" para los aspirantes, que incluyen la verificación previa de su identidad, y del nivel de aceptación de su propio travestismo, ya que una persona que no lo ha aceptado tendería a provocar problemas dentro del grupo, según lo hermos observado

Resulta llamativo para los observadores externos, que en Crisalida, aparentemente no se presentan las competencias y luchas verbales por el poder tan comunes en un grupo de travestis gay.No obstante,, si se observa con más atención, estas luchas, siguen presentandose, aunque no de forma muy aguda, siendo responsabilidad del facilitador de un grupo así, el explicitarlas y conducir a su resolución de forma que permita el crecimiento del grupo.
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Nota personal: Particularmente, algunos conceptos de este señor, me parecen bastante antiguos y dan lugar a confusión extrema.