Fuente: Infobae (Buenos Aires, Argentina)-.
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Más instituciones se sumaron en contra de emplazar la oferta sexual detrás del Planetario. Clubes e institutos educativos piden que no les permitan trabajar allí
La resolución que prohibió a las travestis ofrecer sus servicios en el Rosedal nació el año pasado de Javier García Elorrio, por entonces subsecretario de Áreas Protegidas porteño, basada en la idea de que ese sitio es un lugar histórico por el que transitan día a día miles de chicos y adolescentes. (*1)
A pesar de que la medida nunca logró hacerse efectiva, desde la Asociación Travestis Transexuales Transgénero Argentina (ATTTA) aseguran que ya les informaron que tienen que irse de ese lugar.
El problema surgió cuando se propuso, en medio de una reunión que terminó con los gritos de los vecinos, que se mudaran a la calle Carlos Casares, que pasa por detrás del Planetario. Sin embargo, en ATTTA opinaron que esos escasos 100 metros no eran suficientes y pidieron la extensión por la calle Belisario Roldán, por la parte posterior del Velódromo, hasta Figueroa Alcorta.
Ahora, las instituciones que están en las inmediaciones de Casares y Belisario Roldán, como el Instituto Nacional de Medicina Aeronáutica y Espacial, y el Club Universitario de Buenos Aires (CUBA) se oponen a la instalación de la "zona roja".
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Más instituciones se sumaron en contra de emplazar la oferta sexual detrás del Planetario. Clubes e institutos educativos piden que no les permitan trabajar allí
La resolución que prohibió a las travestis ofrecer sus servicios en el Rosedal nació el año pasado de Javier García Elorrio, por entonces subsecretario de Áreas Protegidas porteño, basada en la idea de que ese sitio es un lugar histórico por el que transitan día a día miles de chicos y adolescentes. (*1)
A pesar de que la medida nunca logró hacerse efectiva, desde la Asociación Travestis Transexuales Transgénero Argentina (ATTTA) aseguran que ya les informaron que tienen que irse de ese lugar.
El problema surgió cuando se propuso, en medio de una reunión que terminó con los gritos de los vecinos, que se mudaran a la calle Carlos Casares, que pasa por detrás del Planetario. Sin embargo, en ATTTA opinaron que esos escasos 100 metros no eran suficientes y pidieron la extensión por la calle Belisario Roldán, por la parte posterior del Velódromo, hasta Figueroa Alcorta.
Ahora, las instituciones que están en las inmediaciones de Casares y Belisario Roldán, como el Instituto Nacional de Medicina Aeronáutica y Espacial, y el Club Universitario de Buenos Aires (CUBA) se oponen a la instalación de la "zona roja".
Según argumentan, cada día pasan por allí 2.200 jóvenes y chicos que concurren al Planetario, al Tenis Club Argentino y a CUBA, lo cual iría en contra del Código de Contraverciones, que explicita que la oferta de sexo en las calles debe realizarse a más de 200 metros de viviendas, templos y escuelas. Ellas afirman que cumplen un papel educador.
El Gobierno porteño aún no tomó la decisión final. También evalúan la opción de ubicar la "zona roja" detrás del Hipódromo, sobre la calle Dorrego, informó el diario La Nación.
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Nota personal: "...ese sitio es un lugar histórico por el que transitan día a día miles de chicos y adolescentes." Trans_Bitacora: Claro señor Javier García Elorrio el caso es que nadie vea que existe la prostitución, ¿No? que nadie sepa, que nadie vea, que nadie oiga...porque es pecado y asqueroso ¿Verdad señor Javier García Elorrio?
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