(Nicaragua)El Nuevo Diario-.
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* Nueve años y dos meses de prisión deberá “pagar” por supuestamente someter a su cuñada al comercio carnal
Chorli Jeaneth Hernández Vega, de 41 años, no sólo perderá nueve años y dos meses de su libertad por la autoría de trata de personas y otros delitos, sino también sus bienes, porque la juez Segundo Penal de Juicio, Adela Cardoza Bravo, la condenó a indemnizar a su víctima con el 30 por ciento de sus ingresos anuales, aunque obviamente estando presa la acusada no va a ganar nada.
El abogado Oscar Martínez Zelaya anunció que va a apelar porque la sentencia condenatoria “es muy alta”, pero además de oficio la juez aumentó el número de agravantes y no tomó en cuenta los atenuantes.
Martínez apuntó además que la resolución no es clara en cuanto al tiempo que su cliente debe entregar ese 30 por ciento de sus ingresos a la víctima. Se desconoce si es indefinidamente o durante el tiempo que la joven esté en período de recuperación de los daños físicos y síquicos que el delito le deparó.
De todos modos la juez celebrará una audiencia especial para saber si la acusada tiene o no ingresos, pero antes de todo Hernández deberá comparecer este 29 de mayo otra vez al Juzgado Segundo Penal de Juicio para conocer los pormenores de su sentencia condenatoria.
Culpable casi a medianoche
El juicio para Hernández arrancó días atrás, pero este miércoles a las diez de la noche llegó a su fin cuando los miembros de un jurado de conciencia emitieron veredicto de culpabilidad.
Sobre la base de tres agravantes, la fiscal Odeth Leytón le pidió a la juez que condenara a Chorlin a siete años de prisión, pero la juez encontró siete, por lo que le impuso nueve años por trata de personas, dos meses por violación de domicilio y el pago de una indemnización a la víctima por los otros dos delitos y los daños derivados de los mismos.
Los hechos por los que Hernández Vega fue condenada ocurrieron entre el veinte de enero y finales de febrero de 2007, en Monseñor Lezcano, cuando la acusada llegó a la casa de la víctima, de iniciales A.M.E., de 27 años, para llevarse varios aparatos eléctricos para cobrarse lo que había invertido en ella al llevarla a España (en septiembre de 2006) a trabajar como empleada doméstica.
Obligada a prostituirse
Según la víctima, en España fue obligada a prostituirse a razón de 50 euros por cada media hora de “sexo desenfrenado”, porque durante el juicio salieron a relucir fotos que por supuesto el jurado no vio, pero que contienen imágenes de la joven teniendo relaciones con hombres y mujeres que usan vibradores como juguetes sexuales.
Al hacer uso a su derecho a la última palabra, la acusada reconoció “sus errores”, pero negó haber cometido el delito de trata de personas en perjuicio de su cuñada, quien la acusó para no tener que pagarle los 35 mil córdobas que le debía por préstamos personales, el boleto de avión a España, comida y mercadería variada.
Valga decir que Hernández se dedicaba a vender lencería en España, donde se sometió a una operación de cambio de sexo para convertirse(*1) de hombre a mujer. “Yo hice cosas de las que me arrepiento, pero las tenía que hacer para sobrevivir”, aclaró la acusada cuando la Fiscalía insistió en preguntarle a que se refería con eso.
La imputada dejó entrever durante el juicio que fue acusada porque se negó a seguir ayudando monetariamente a la familia de su acusadora, quien le solicitó diez mil córdobas para sacar de la cárcel a un hombre identificado como Jorge Luis Morales.
Hernández Vega señaló que se negó a darle dinero a su cuñada, pero le ofreció trabajo y un lugar donde vivir en su apartamento en España, sitio donde la dejó con comida y dinero mientras la acusada viajaba a Nicaragua, pero su sorpresa fue mayúscula cuando se enteró que la joven había regresado, le fue a cobrar, no la encontró en su antigua casa, luego una vecina le dijo que tuviera cuidado, porque la iban a acusar, lo que finalmente ocurrió dos meses después de que la supuesta “esclava sexual” arribara al país.
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Comentario personal:(*1)Nadie se convierte en nada, ni en mujer, ni en hombre o viceversa, o se es mujer, o se es hombre, pero nadie "se convirte" por la gracia divina, siquiera por la cirugía
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* Nueve años y dos meses de prisión deberá “pagar” por supuestamente someter a su cuñada al comercio carnal
Chorli Jeaneth Hernández Vega, de 41 años, no sólo perderá nueve años y dos meses de su libertad por la autoría de trata de personas y otros delitos, sino también sus bienes, porque la juez Segundo Penal de Juicio, Adela Cardoza Bravo, la condenó a indemnizar a su víctima con el 30 por ciento de sus ingresos anuales, aunque obviamente estando presa la acusada no va a ganar nada.
El abogado Oscar Martínez Zelaya anunció que va a apelar porque la sentencia condenatoria “es muy alta”, pero además de oficio la juez aumentó el número de agravantes y no tomó en cuenta los atenuantes.
Martínez apuntó además que la resolución no es clara en cuanto al tiempo que su cliente debe entregar ese 30 por ciento de sus ingresos a la víctima. Se desconoce si es indefinidamente o durante el tiempo que la joven esté en período de recuperación de los daños físicos y síquicos que el delito le deparó.
De todos modos la juez celebrará una audiencia especial para saber si la acusada tiene o no ingresos, pero antes de todo Hernández deberá comparecer este 29 de mayo otra vez al Juzgado Segundo Penal de Juicio para conocer los pormenores de su sentencia condenatoria.
Culpable casi a medianoche
El juicio para Hernández arrancó días atrás, pero este miércoles a las diez de la noche llegó a su fin cuando los miembros de un jurado de conciencia emitieron veredicto de culpabilidad.
Sobre la base de tres agravantes, la fiscal Odeth Leytón le pidió a la juez que condenara a Chorlin a siete años de prisión, pero la juez encontró siete, por lo que le impuso nueve años por trata de personas, dos meses por violación de domicilio y el pago de una indemnización a la víctima por los otros dos delitos y los daños derivados de los mismos.
Los hechos por los que Hernández Vega fue condenada ocurrieron entre el veinte de enero y finales de febrero de 2007, en Monseñor Lezcano, cuando la acusada llegó a la casa de la víctima, de iniciales A.M.E., de 27 años, para llevarse varios aparatos eléctricos para cobrarse lo que había invertido en ella al llevarla a España (en septiembre de 2006) a trabajar como empleada doméstica.
Obligada a prostituirse
Según la víctima, en España fue obligada a prostituirse a razón de 50 euros por cada media hora de “sexo desenfrenado”, porque durante el juicio salieron a relucir fotos que por supuesto el jurado no vio, pero que contienen imágenes de la joven teniendo relaciones con hombres y mujeres que usan vibradores como juguetes sexuales.
Al hacer uso a su derecho a la última palabra, la acusada reconoció “sus errores”, pero negó haber cometido el delito de trata de personas en perjuicio de su cuñada, quien la acusó para no tener que pagarle los 35 mil córdobas que le debía por préstamos personales, el boleto de avión a España, comida y mercadería variada.
Valga decir que Hernández se dedicaba a vender lencería en España, donde se sometió a una operación de cambio de sexo para convertirse(*1) de hombre a mujer. “Yo hice cosas de las que me arrepiento, pero las tenía que hacer para sobrevivir”, aclaró la acusada cuando la Fiscalía insistió en preguntarle a que se refería con eso.
La imputada dejó entrever durante el juicio que fue acusada porque se negó a seguir ayudando monetariamente a la familia de su acusadora, quien le solicitó diez mil córdobas para sacar de la cárcel a un hombre identificado como Jorge Luis Morales.
Hernández Vega señaló que se negó a darle dinero a su cuñada, pero le ofreció trabajo y un lugar donde vivir en su apartamento en España, sitio donde la dejó con comida y dinero mientras la acusada viajaba a Nicaragua, pero su sorpresa fue mayúscula cuando se enteró que la joven había regresado, le fue a cobrar, no la encontró en su antigua casa, luego una vecina le dijo que tuviera cuidado, porque la iban a acusar, lo que finalmente ocurrió dos meses después de que la supuesta “esclava sexual” arribara al país.
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Comentario personal:(*1)Nadie se convierte en nada, ni en mujer, ni en hombre o viceversa, o se es mujer, o se es hombre, pero nadie "se convirte" por la gracia divina, siquiera por la cirugía
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