Cortes Generales / Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados / Pleno y Diputación Permanente
Año 2007, VIII Legislatura, Núm. 237 / Presidencia del Excmo. Sr. D. Manuel Marín González. Sesión plenaria núm. 219, celebrada el jueves, 1 de marzo de 2007
ENMIENDA DEL SENADO
PROYECTO DE LEY REGULADORA DE LA RECTIFICACIÓN REGISTRAL DE LA MENCIÓN RELATIVA AL SEXO DE LAS PERSONAS. (Número de expediente 121/000089.)
El señor PRESIDENTE: Siguiente punto del orden del día: Proyecto de ley reguladora de la rectificación registral de la mención relativa al sexo de las personas.
Grupo Parlamentario Mixto, señor Rodríguez.
El señor RODRÍGUEZ SÁNCHEZ: Gracias, señor presidente.
El Bloque Nacionalista Galego considera que, afortunadamente, se están dando pasos de gran importancia para cooperar a que todas las identidades psicológicosociales de las personas puedan verse reconocidas en el ámbito jurídico. Todo el mundo sabe que muchas veces hay una tensión entre la identidad de género y el sexo, o bien como marca de carácter biológico-fisiológica o bien como práctica de relación interpersonal. El hecho de que haya personas que tengan una disfunción entre género y sexo debe llevar precisamente a posibilitar que haya un equilibrio y una armonía entre los dos. En este sentido, la ley que ahora comentamos merece nuestro apoyo, y en particular las enmiendas del Senado en cuanto contemplan dos aspectos que inicialmente no estaban. El primero de ellos es que el informe médico para la acreditación del cumplimiento del diagnóstico de disforia de género no solamente lo puede hacer un médico sino también un psicólogo clínico. Y el segundo, como es lógico, es que todo cambio a efectos registrales no será atribuible a las personas interesadas en cuanto al abono de tasas, con lo cual creemos que la ley ha sido mejorada a su paso por el Senado. Celebramos que las dificultades de carácter legal, jurídico y registral hayan desaparecido definitivamente en bien de la identidad de todas las personas.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Rodríguez.
Señor Mardones de Coalición Canaria
El señor MARDONES SEVILLA: Gracias, señor presidente.
Intervengo con brevedad para manifestar que nuestro grupo dará su apoyo a la aprobación definitiva de este proyecto de Ley reguladora de la rectificación registral en los registros civiles de la mención relativa al sexo de las personas. Llegan tres enmiendas de la Cámara Alta, que vamos a aceptar. Nos parece que complementan la línea del texto en aspectos técnicamente garantistas, como es la enmienda al artículo 4, por la que se da entrada no solamente al certificado del médico sino también al del psicólogo clínico. Se entiende que los requisitos de ejercicio profesional, como hemos visto en la anterior ley, tienen que ser garantizados con títulos oficiales perfectamente homologados, sea el de médico o el de psicólogo clínico; por tanto, esta es una garantía complementaria a la habilitación de estas dos actividades profesionales a los efectos que se requieran en el registro civil correspondiente. La disposición adicional segunda es nueva, supone una implicación de la complementariedad que hay en seguridad jurídica a todos los aspectos registrales, dado que el hecho en sí que motiva la base fisiológica o psicológica del nuevo nombre en el registro se debe a causas atribuibles a la circunstancia y no a la persona interesada que trata de resolver una situación psicológica de crisis en que se puede haber encontrado. La disposición final segunda viene a dar una nueva redacción al artículo 93 de la ley vigente del Registro Civil, a los efectos de que pueda rectificarse, previo expediente gubernativo, la mención registral relativa al sexo de las personas en los casos de disforia de género. Por tanto, señor presidente, votaremos favorablemente este proyecto de ley.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Mardones.
Señora Navarro, por Iniciativa per Catalunya Verds.
La señora NAVARRO CASILLAS: Quiero iniciar mi intervención saludando a los representantes de los colectivos de defensa de los derechos de las personas transexuales que nos acompañan. Vuestra lucha, vuestro trabajo incansable da hoy sus frutos. ¡Enhorabuena! Enhorabuena porque este Congreso va a dar aprobación hoy a un nuevo pilar de esa nueva casa que estamos construyendo donde todos vivamos en dignidad e igualdad, donde no se nos juzgue ni por nuestra orientación sexual, ni por ser transexuales, lesbianas, casados, solteros, hombre, mujer, blancos, ni negros, porque vuestra lucha por la libertad y la dignidad ha de ser la de este Parlamento. Esa es la obligación de un parlamento democrático, que mire hacia sus ciudadanos, hacia todos sus ciudadanos, porque hasta ahora las personas transexuales debían pasar por un verdadero calvario para lograr que su identidad sexual coincidiera con la identidad legal; una situación que arrastraban día a día, pues no es fácil enfrentarse al mundo bajo un nombre y sexo asignado legalmente distinto del que uno siente, que es la verdadera identidad sexual, el sentimiento interno de cada cual de pertenencia a un sexo determinado distinto del sexo morfológico, la simple apreciación visual de los órganos genitales.
Es muy larga la estela de sufrimiento moral y físico de las personas transexuales a lo largo de la historia y del estigma que ha pesado sobre ellas. Por fin, esta ley da una respuesta a una demanda jurisprudencial y social y se hace eco, además, de la resolución del Parlamento Europeo de 1989 y de la recomendación del Consejo de Europa del mismo año. También se hace eco de la legislación de los países de nuestro entorno. Con la ley se da un paso más para garantizar los derechos al libre desarrollo de la personalidad, a la dignidad y a la intimidad de las personas. Porque, señorías, la transexualidad no es un capricho arbitrario, sino una realidad científica objetiva que requería de una ley como esta, porque sexo y género no es lo mismo en todos los casos. Era nuestro deber, el deber de este Parlamento, legislar para que las personas transexuales también tengan amparo en el ordenamiento jurídico y este regule la diversidad de una realidad; una ley que devuelva la dignidad legal y social a las personas transexuales. Esta es vuestra ley, la ley de la dignidad. Pero también es obligación de este Parlamento remover todos los obstáculos para reducir las dificultades de integración social que sufren los colectivos transexuales; dificultades de integración social que afectan negativamente al desarrollo afectivo escolar y laboral. Precisamente por ello, desde Izquierda Unida consideramos que hubiera sido positiva la incorporación de nuestra enmienda al texto del compromiso de las administraciones públicas de adoptar medidas de fomento de empleo para las personas transexuales y también acciones del Ministerio de Trabajo que salvaguardaran sus derechos laborales, sindicales y sociales en el trabajo. Pero el Partido Socialista se negó a ello. No es pedir mucho si se tiene en cuenta el panorama laboral desolador que viene sufriendo este colectivo y que ha conducido a muchas personas a la prostitución. Las personas transexuales sufren una realidad laboral llena de obstáculos, que se suma a las dificultades a las que se enfrenta este colectivo en su día a día. Tampoco compartimos el rechazo del Partido Socialista a la modificación del término disforia de género por transexualidad en el diagnóstico, especialmente cuando se trata de una reivindicación de los afectados, y también todos los especialistas lo consideran mucho más adecuado. Porque disforia de género es que sufre una ansiedad por el conflicto existente entre su identidad sexual y el sexo asignado, sin embargo, transexualidad, que es el término adecuado, es que la persona manifiesta el deseo de vivir como miembro del sexo opuesto y progresivamente enfoca sus pasos hacia un rol del sexo opuesto. Celebramos que se haya aprobado en el Senado y pedimos el voto favorable de eliminación en cuanto a los requisitos del término disforia de género por lo que acabo de argumentar.
En cuanto a la tercera enmienda aprobada en el Senado que defendió Izquierda Unida, también pedimos el voto favorable, que ya ha sido anunciado por parte de dos grupos parlamentarios, respecto a la inclusión del informe del psicólogo. Nuestra aspiración no era que fuera la especialización de psicología clínica, pero es muy favorable que se incluya el psicólogo clínico y no solo que sea el médico el que emita el informe. Desde Izquierda Unida entendemos que los conocimientos que adquieren los psicólogos les erigen como aptos para acreditar la condición de transexualidad de una persona. Fue un error que desapareciera en la tramitación del Congreso, pero se salva con esta enmienda, si es aprobada mayoritariamente por la Cámara. Precisamente los psicólogos son aquellos que vienen realizando informes y ayudando a las personas transexuales, como se ha visto en Andalucía. Estas son las enmiendas que fueron aprobadas en el Senado y para las que Izquierda Unida pide el voto favorable.
Señorías, al final de esta tramitación legal corresponde señalar que el texto ha sido ampliamente mejorado en toda su tramitación, pues no solo venía del Gobierno con mala técnica jurídica y sin reflexión, sino que desgraciadamente se había olvidado de muchas demandas de los afectados, que hoy sí que están incorporadas gracias a las enmiendas de todos los grupos parlamentarios. Desde Izquierda Unida quisimos trasladar todas las reivindicaciones de los colectivos afectados a través de nuestras enmiendas, y así logramos introducir siete mejoras sustanciales, como el traslado del folio registral; la posibilidad de acreditar los requisitos cuando ya se cumplen, sin necesidad de volver a pasar por los dos años; la validez de la certificación expedida en otro Estado; la gratuidad de la renovación del DNI y también hemos introducido una enmienda que quedó pendiente en la reforma del matrimonio y en la de la Ley de Reproducción Asistida, la afiliación de los hijos nacidos mediante técnicas de reproducción asistida en los matrimonios lésbicos. Con esta enmienda conseguimos erradicar una discriminación que quedó pendiente. Paso a paso, vamos trabajando por la libertad, por la igualdad, por la dignidad y por la justicia. Sin embargo, cabe señalar que hay múltiples cuestiones que quedan en el tintero y, desde aquí, quiero manifestar el compromiso de Izquierda Unida para seguir luchando, para luchar por la gratuidad del tratamiento hormonal y de todo el tratamiento al que las personas transexuales quieran someterse para acomodar sus características físicas a las correspondientes al sexo reclamado, incluida la gratuidad de la reasignación de sexo; para luchar por medidas de inserción laboral; para luchar por la sensibilización social y educativa sobre la transexualidad, porque es necesario educar en la diversidad, fomentando los valores democráticos de respeto, comprensión, tolerancia e igualdad social; también para luchar por la puesta en marcha de unidades de trastornos de identidad de género que ofrezcan el tratamiento integral y la rehabilitación e indemnización de las víctimas que sufrieron la aplicación de la Ley de vagos y maleantes y de peligrosidad social y, señorías, un largo etcétera, porque queda mucho camino por recorrer, incluido el contenido de las enmiendas que han sido rechazadas por el Grupo Parlamentario Socialista, como el derecho de acceso a esta ley de las personas extranjeras con residencia en España. Queda mucho trabajo por hacer, quedan conquistas pendientes, pero el futuro es nuestro. El futuro empieza hoy, con una nueva ley que otorga un instrumento de libertad, de dignidad, de reconocimiento legal y amparo jurídico a la diversidad de una realidad. Cumplimos con una parte de vuestras demandas, porque hoy hemos iniciado el camino, pero queda mucho por andar. Enhorabuena a los colectivos y gracias por reivindicar y construir una sociedad mucho mejor. Gracias por darnos una sociedad más digna.
Gracias. (Aplausos desde la tribuna pública.)
El señor PRESIDENTE: Por favor, les ruego que mantengan la calma en la tribuna.
Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV), señor Olabarrría, por favor.
El señor OLABARRRÍA MUÑOZ: Gracias, señor presidente.
La verdad es que uno puede compartir no solo el entusiasmo, sino el argumento utilizado por la portavoz que me ha precedido en el uso de la palabra. Lo que pasa es que estamos hablando de una ley que tiene un contenido material muy específico. Es una ley de contenido registral exclusivamente, que sí que consagra desde esta perspectiva, no baladí precisamente, un derecho de los que podríamos denominar jurídicamente derechos de ciudadanía o incardinado en el contexto de los derechos de ciudadanía, y que posibilita algo que tampoco es irrelevante, que es el reconocimiento del derecho a que la real identidad sexual —no la morfológica, como bien decía la señora Navarro— conste en el Registro Civil. Al fin y al cabo, el Registro Civil debe consignar la realidad en el sentido más etimológico del término, porque es el paradigma de la función y del sentido jurídico que tiene un Registro Civil o cualquier registro de naturaleza jurídico-pública. La realidad es la que hace referencia a la identidad sexual sentida, a la identidad sexual querida, al margen de una circunstancia que no se corresponde con la realidad morfológica o la realidad orgánica. Desde esta perspectiva, se ha hecho un avance, quizás humilde, sencillo, dentro del largo listado de reivindicaciones y desigualdades que siguen afectando desafortunadamente a este colectivo. Quizás otras leyes de contenido más amplio puedan ayudarnos a cumplir este requerimiento, que es tan importante en nuestro ordenamiento jurídico y que está consagrado por el artículo 9.2 de la Constitución, este efecto remotriz de las desigualdades que afectan a los colectivos, garantizado la eficacia e igualdad. Evidentemente, este colectivo no está afecto por una situación de igualdad en relación a los demás ciudadanos o a la mayoría de las demás organizaciones o colectivos ciudadanos. Queda mucho por hacer; todavía hay cuestiones de lege ferenda, pendientes de resolver, pero es importante lo que se ha hecho y, además, se ha hecho desde una perspectiva registralmente correcta, señor presidente.
Comparto sin reservas las enmiendas que se han aprobado en el Senado. La relativa a la posibilidad de que el diagnóstico de la disforia de género, respecto al uso técnicamente correcto de la alocución —ya me ha hecho dudar la señora Navarro—, lo pueda hacer un psicólogo clínico colegiado en España o cuyo título haya sido reconocido u homologado en España. Nos parece razonable la incorporación de esta enmienda. Había un problema y una discriminación de naturaleza cuasi tributaria o tributaria, se les obligaba a las personas que acudían a esta rectificación registral, relativa a la incorporación al Registro Civil de su real sexo, a someterse a una doble exacción en materia de tasas. Me parece muy razonable que en el Senado se haya consignado que la rectificación registral en el Registro Civil no se considere causa a atribuir a la persona interesada, obligándole a pagar tasas de nuevo por algo que realmente no dimana de su propia voluntad, sino de las disfunciones originales del ordenamiento jurídico, que no preveía originariamente esta rectificación. Por último, comparto la modificación del artículo 93.2 de la Ley del Registro Civil, que tiene como finalidad que también pueda rectificarse, previo expediente gubernativo, la mención registral relativa al sexo de las personas en los casos de disforia.
Señor presidente, como decía al principio de mi intervención, la presente ley tiene por objeto regular los requisitos necesarios para acceder al cambio de la inscripción relativa al sexo de la persona en el Registro Civil y también de su nombre. Seguramente, esto es insuficiente. Esto no es más que la resolución de un aspecto parcial o una parte concreta de una problemática diversa, heterogénea, que hace referencia a cuestiones que la señora Navarro y otros portavoces han mencionado, pero es una forma de adquirir sensibilidad sobre un problema que ha sido invisibilizado, un problema oculto hasta el presente. Realmente, en este momento ya podemos tener suficientes aproximaciones empíricas y experimentales sobre la problemática de esta cuestión que nos posibiliten continuar progresando en la igualdad al que este colectivo de ciudadanos tiene derecho, tal como proclaman los requerimientos constitucionales a los que antes me refería. Queda mucho por hacer, es verdad, pero lo que se ha hecho también es relevante, señor presidente. Por tanto, mi grupo va a votar a favor tanto las enmiendas del Senado como el proyecto de ley.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Olabarría.
Esquerra Republicana. Señora Bonàs, su turno, por favor.
La señora BONÀS PAHISA : Gracias, señor presidente.
Señorías, estamos en un día histórico, un día en el que vamos a dar un nuevo paso adelante en el reconocimiento de unos derechos y, por tanto, en la consolidación de nuestra democracia. Esquerra Republicana está satisfecha de haber contribuido con su pequeño grano de arena a que esto sea así. En pocas palabras, lo que hoy hacemos es que la vida de algunas personas sea más fácil y, por tanto, más feliz. Antes de empezar, quiero también felicitar a las personas que nos acompañan hoy en esta Cámara, a las personas que durante años han luchado para conseguir estos derechos y que han sufrido vejaciones y humillaciones. Nuestra más sincera felicitación.
Señorías, lo que hoy vamos a aprobar es una pequeña ley, una pequeña ley que modifica solo un simple acto administrativo, que el cambio de sexo y en consecuencia el nombre se pueda hacer sin cirugía de reasignación sexual, tan solo se requiere un tratamiento de dos años. Puede parecer un cambio muy pequeño, muy insignificante, pero supone la supresión de un gran sufrimiento y de grandes vejaciones. Sin duda es un avance importante. Esquerra Republicana de Catalunya presentó una enmienda en la que se suprimía el plazo de dos años de tratamiento y tan solo requeríamos la iniciación previa del tratamiento médico, al considerar que el diagnóstico del trastorno de identidad preceptivo era suficiente. No obstante, conseguimos la incorporación de una enmienda, coincidente con Izquierda Unida y la Chunta Aragonesista, respecto a la excepción para seguir este tratamiento de las personas por razones de salud o de edad. Es un paso importante a tener en cuenta, porque la exigencia de dos años de tratamiento para según qué personas con problemas de salud es imposible. Ahora, en el Senado se ha conseguido la incorporación de otra enmienda de Esquerra Republicana de Catalunya, que pretendía que la certificación del tratamiento no pudiera ser solo efectuada por el médico que lo dirigió, porque en algunos casos el médico que dirigió el tratamiento puede no estar asequible para firmar la certificación. Otra enmienda que presentó Esquerra Republicana de Catalunya, y que finalmente ha sido incorporada por el Senado, ha sido la exoneración del pago de las tasas por la expedición de títulos o documentos, ya que se considera que esto se debe a causas no imputables al interesado o interesada.
Esta ley, como indica su título, se ciñe a la modificación registral del sexo de las personas. Las enmiendas aprobadas suponen pequeñas mejoras del texto, pero hay dos grandes grupos de enmiendas que presentó Ezquerra Republicana de Catalunya que no han sido aprobadas, y es una lástima. En primer lugar, la referida a las personas de otros países, en la que reclamábamos que en la documentación administrada por el Estado se pudiera hacer el cambio de nombre. Esto hubiera facilitado la integración de estas personas al coincidir el nombre que figuraba en el documento expedido en España con su apariencia física. Esto no ha sido posible por razones —se ha aducido— de legalidad y por problemas internacionales, pero creemos que se podría haber avanzado en este camino.
El otro gran grupo de enmiendas que consideramos más importante se refiere a los menores. La transexualidad no se descubre a los veinte años. Generalmente, las personas transexuales son conscientes de su identidad sexual a muy temprana edad. La edad más difícil para todos y para todas es la pubertad, pero para las personas transexuales es doblemente difícil, al saber que su cuerpo se va modificando hacia un sexo que no es el suyo. Según nos han informado, es la edad en la que se produce más abandono escolar y en la que empieza la marginación. En estos casos, creíamos que el cambio de nombre, el cambio de sexo se podría haber hecho con un aval al juez, después de haber atendido a informes médicos, al fiscal y a los propios padres. Esto hubiera favorecido la integración de estas personas antes de la pubertad. En otros países se considera que es importante iniciar los tratamientos hormonales antes de la pubertad. Ahora no ha sido posible hacerlo, pero esperamos que lo sea en un futuro, para no someter a esas personas a un castigo innecesario, que es ver como su cuerpo cambia hacia un sexo, que luego tendrán que volver a cambiar por procedimientos médicos que siempre son perjudiciales para la salud.
Finalmente, tampoco se ha aceptado una enmienda para no convertir en legal un patrón médico como el de la disforia de género, que científicamente está en entredicho, como ha manifestado antes la portavoz de Izquierda Unida. En ese sentido, la propuesta de Ezquerra Republicana de Catalunya era que en lugar de ser preceptivo el diagnóstico de disforia de género lo fuera un informe que declarara la ausencia de patologías que indujeran a error en cuanto a la identidad del sexo que se manifiesta y pretende obtener del registro. Creemos que esto hubiera sido más claro y suficiente. He de confesar que aquí hubo una confusión en la Comisión. En principio esta enmienda fue aceptada, pero a última hora hubo una transaccional que no sabemos cómo se votó. Sin embargo, son temas que se pueden rectificar en un futuro.
Sea como sea y al margen de las posibles mejoras que se podían haber introducido en el texto, creemos que hoy —como les he dicho antes— es un gran día, porque reconocemos un derecho. Es un paso, un pequeño gran paso, pero es el principio, no es el final. Nuestra obligación, señorías, debe ser continuar avanzando para que las personas transexuales puedan ser integradas plenamente en la sociedad, tanto desde el punto de vista social como laboral. Tenemos que continuar haciendo una labor pedagógica en la sociedad, adoptando más medidas y más contundentes en contra de la exclusión, impulsando la consolidación de las labores de asistencia psicológica de autoapoyo, impulsando la investigación científica interdisciplinar sobre transexualidad y reconociendo en todo el Estado la plena cobertura de todos los tratamientos médicos. Por todo ello, reclamamos ahora y en un futuro, esperemos que antes de terminar esta legislatura, un proyecto de ley integral que sea consensuado por todos los grupos, como ha ocurrido en esta ley, para que las personas transexuales puedan integrarse plenamente en la sociedad. Pero mientras llega este proyecto de ley, amigos y amigas, artífices de este triunfo, debéis continuar luchando, espero que os pueda ayudar. Enhorabuena y gracias por todo lo me que habéis aportado durante estos meses en los que hemos estado en contacto. Para mí ha sido un enriquecimiento personal muy importante. He conocido una visión muy diferente de ver la vida y el mundo que me ha enriquecido.
Gracias a todos y enhorabuena. (Aplausos desde la tribuna pública.)
El señor PRESIDENTE: Por favor, en las tribunas no aplaudan. Gracias.
Gracias, señora Bonàs. Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió).
Señor Jané.
El señor JANÉ I GUASCH: Muchas gracias, señor presidente.
Señorías, nuestro grupo parlamentario votó a favor de este proyecto de ley en el trámite con competencia legislativa plena en la Comisión de Justicia, el 7 de noviembre de 2006. Este proyecto de ley ha sido objeto en el Senado de un amplio consenso que valoramos de manera positiva, y en este sentido se orientará también hoy el voto de nuestro grupo parlamentario; un consenso positivo para dar paso, a través del proyecto de ley que hoy vamos a aprobar de manera definitiva en estas Cortes Generales, a lo que podría ser una denominación técnica como es la modificación registral de la mención relativa al sexo de las personas. Sin embargo, es una modificación técnica que da respuesta a una demanda social de un colectivo, da respuesta a una demanda de un derecho, el derecho a que se cambie la inscripción relativa al sexo de una persona en el Registro Civil cuando esa inscripción no se corresponde con su verdadera identidad de género. Asimismo, permite no solo cambiar la mención al sexo, sino evidentemente el nombre, cuando este es discordante con el sexo que se reclama y que se ha cambiado en su respectiva inscripción registral. Por tanto, esto forma parte de esa proyección de ese derecho, tener esa rectificación —nosotros incluso a través de nuestras enmiendas decíamos no tanto rectificación sino modificación— de lo que es la mención relativa al sexo de las personas. Hoy damos ese avance reclamado y, por tanto, desde nuestro grupo parlamentario lo valoramos de manera positiva.
Gracias, señor presidente.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Jané.
Grupo Parlamentario Popular. Señor Santaella, por favor.
El señor SANTAELLA PORRAS: Gracias, señor presidente.
Señorías, intervengo en nombre del Grupo Parlamentario Popular para fijar la posición sobre las enmiendas que vienen del Senado al proyecto de Ley reguladora de la rectificación registral de la mención relativa al sexo de las personas. Como se ha dicho, es una ley que ha sido ampliamente debatida en ponencia, en Comisión, en el Senado y de nuevo viene con las enmiendas que la acompañan a esta Cámara. En este trámite, pues, cumple lo regulado en el artículo 123 del Reglamento de la Cámara, que es el posicionamiento sobre dichas enmiendas. Nosotros queremos, primero, tal y como hicimos en la Comisión aquí en el Congreso y como posteriormente se hizo en el Senado, demostrar nuestro respeto a los colectivos afectados y transmitirles, como les transmitimos en su día, como digo tanto en Comisión como en el Senado, sinceramente que nuestro grupo es solidario con sus demandas y con sus anhelos. Tanto en el Congreso como en el Senado hemos hecho esfuerzos de acercamiento con el resto de los grupos, pero siempre desde el prisma del derecho; no hemos querido entrar en otras argumentaciones que nos parecen evidentes y lógicas, hemos querido ver y resolver el problema desde el prisma del derecho. Por eso, hemos tenido y hemos procurado el estricto respeto a los principios básicos que —como ha dicho el señor Olabarría y me ha gustado— rigen en materia registral, porque estamos hablando de leyes, y además procurando en todo momento que se salvaguarde la seguridad jurídica, precisamente porque somos conscientes de los serios problemas que desde esta tribuna se han puesto en evidencia que aquejan a estos colectivos de personas, que por el hecho de sufrir un profundo rechazo a su sexo biológico, con el que fueron en su día inscritos en el momento de su nacimiento, son objeto de injustas discriminaciones. Cuando el proyecto llegó a esta Cámara mi grupo buscó los antecedentes que teníamos sobre la materia, y el más cercano lo encontramos en la proposición de ley que el Grupo Socialista presentó el 20 de diciembre del año 2000 en el Senado, y sobre este texto, sobre esta exposición, sobre este articulado, confeccionamos nuestras enmiendas. Tal cual eran los criterios del Partido Socialista, tal cual los reflejamos en nuestras enmiendas; otra cosa distinta es que el Partido Socialista haya variado en sus criterios desde el 2000 al 2006, 2007, que es donde se empezó a ver esto. Coincidíamos plenamente en los planteamientos del Partido Socialista con la misma línea argumental y jurídica, respetando siempre la salvaguarda de la seguridad jurídica y los principios de legalidad. Como se ha dicho, en materia registral rigen unos principios que, a nuestro modo de ver —lo dijimos y lo decimos—, vulneran el proyecto de ley que presenta el Gobierno fundamentalmente en dos principios que están impuestos en la doctrina y, como veremos después, que han sido recogidos por el Tribunal Supremo. Por un lado, el principio de legalidad, que no es más que la garantía de la exactitud registral y, por otro, el de la legitimación o la eficacia probatoria. Tanto respeto nos causa el derecho, que lo que buscamos es precisamente que no se obvie, como ustedes no lo obviaban en el texto que presentaban y como nosotros pretendemos no obviar, de tal forma que la garantía con que se rodea el acceso al registro de los hechos que son inscribibles, permite atribuir a las inscripciones una eficacia probatoria tal, que se les considera títulos legítimos de Estado. Eso es nada más y nada menos lo que estamos viendo con las inscripciones registrales. En este sentido no tengo más que recordarles, como lo hice en la Comisión, las sentencias reiteradas del Tribunal Supremo de 2 de julio de 1987, 15 de julio de 1988, 3 de marzo de 1989 y 19 de abril de 1991, que coinciden plenamente con la doctrina y con las resoluciones de la Dirección General de los Registros y el Notariado, donde consideran que la disforia de género no es un error originario que pudo y debió haber sido apreciado en el momento del registro al nacimiento de la personas, sino que es un error sobre venido y que se manifiesta durante el desarrollo de la persona. Por tanto, no cabe la rectificación registral precisamente por el artículo 93 de la Ley del Registro Civil, que lo que hace es sacar una excepción para toda resolución judicial considerando que es un error de hecho. Aquí no estamos hablando de errores de hecho, aquí estamos hablando de un cambio sobrevenido de sexo que modifica unos efectos materiales, y lo que nosotros decíamos y seguimos diciendo es que lo que necesitamos es una resolución judicial y no un simple trámite administrativo, por garantía del derecho no solo de los afectados, sino también, como es norma del registro, frente a terceras personas.
Señorías, nuestro grupo, de acuerdo con lo que el Partido Socialista manifestaba en el año 2000, por salvaguardar los principios estrictos del registro, se ve en la obligación de votar en contra de las enmiendas que provienen del Senado. Y no es cuestión de ser conservadores o progresistas, ni es una contradicción porque lo dijimos y lo decimos: estamos de acuerdo con la problemática y queremos resolverla, pero desde la óptica del derecho y de la salvaguarda de los principios generales del derecho.
Muchas gracias. (Aplausos.)
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Santaella.
Grupo Socialista. Señora Montón, por favor.
La señora MONTÓN GIMÉNEZ: Señor presidente, señorías, hoy estamos legislando definitivamente el derecho de las personas transexuales a acceder a la igualdad, eso supone ampliar el concepto de ciudadanía y lo estamos haciendo con la ley más avanzada del mundo. Esta ley no está sola, viene acompañada de muchas iniciativas realizadas por este Gobierno a favor de las personas transexuales en muchos ministerios: en el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, que marca al colectivo de transexuales como prioritario en el Plan nacional de acción para la inclusión social; en Sanidad, que ha eliminado la exclusión de la cirugía de la cartera de servicios; en Interior, en la Guardia Civil, en Instituciones Penitenciarias y un largo etcétera que no voy a enumerar pero que se conoce si se quiere.
Mi grupo quiere dejar claro que es un compromiso que responde a una profunda convicción, un compromiso con los derechos civiles y humanos, que es donde se enmarca la identidad de género. Lo que hoy nos ocupa en esta Cámara es una cuestión de justicia y dignidad para cientos de ciudadanas y ciudadanos que no pueden desarrollarse con plenos derechos, personas que sufren discriminación. Ante esta realidad, no solo debemos hacer el esfuerzo de comprender el drama de aquellos que se encuentran en esta situación. La comprensión está bien, pero no es suficiente, sino que toda la sociedad debe asumir este problema como propio y actuar junto a ellos a fin de dar solución a una situación que no puede percibirse más que como injusta. Nuestra obligación es corregir la injusticia y hoy cumplimos esa obligación. Por ello, la elaboración de esta ley era necesaria para solucionar los problemas que actualmente se derivan de la transexualidad y para fijar los requisitos de acceso al cambio registral de sexo. Esta reforma actualiza una norma antigua, de 1957, para modernizar nuestro país y llevarlo a nuestros tiempos de manera que quede preparado para afrontar el futuro en libertad y en igualdad. Con ella las personas transexuales obtendrán el cambio registral de nombre y sexo en sus documentos de identidad para así adecuarlos al sexo psicosocial sin necesidad de someterse a una operación de reasignación genital y sin sentencia judicial y de manera que queden garantizadas la seguridad jurídica y las exigencias del interés general. Dicho cambio se acredita debidamente mediante dos requisitos: un diagnóstico de disforia de género y un tratamiento médico de dos años para acomodar sus características físicas al sexo reclamado. Además, esta ley abre la posibilidad de que en caso de problemas por salud o edad dichos tratamientos médicos tampoco sean imprescindibles y quedan evidentemente exonerados del segundo requisito, el tratamiento, aquellas personas que se intervinieron en su día con cirugía de reasignación de sexo y también las que ya siguieran un tratamiento médico.
Señorías, al contrario que con iniciativas como la de ampliación del matrimonio, en la que fuimos pioneros, ahora ya existen países que cuentan desde hace mucho tiempo con una legislación específica que regula la identidad de género, caso de Suecia, Alemania, Italia, Holanda, Turquía y Reino Unido. Y ahora también España, y lo hacemos siguiendo la resolución del Parlamento Europeo sobre la discriminación de los transexuales y la recomendación del Consejo de Europa relativa a la condición de los transexuales, además de nuestra propia Constitución, que proclama el derecho al libre desarrollo de la personalidad y establece que los españoles son iguales ante la ley sin que pueda prevalecer discriminación, entre otras, por razón de sexo. Por tanto, lo que hoy aprobamos no es la concesión de una gracia, no es cuestión de permiso sino de derecho, es el reconocimiento de vivir libremente de acuerdo con el sexo que se siente. En este sentido van las tres enmiendas que llegan al Pleno desde el Senado, que no producen un cambio profundo o sustancial ni alteran los principios básicos de la ley, por lo que en todas ellas estamos de acuerdo, porque la mejoran. Estamos de acuerdo con la inclusión, en el artículo 4, del psicólogo clínico con el fin de hacer posible que también acredite el diagnóstico de disforia de género; asimismo, con la inclusión en este último trámite de la exención de tasas por reexpedición de títulos o documentos debido a que la transexualidad no es una circunstancia voluntaria, y, por último, con la redacción del artículo 93.2.º, con la finalidad de dejar bien claro que la rectificación de la mención registral relativa al sexo de las personas en los casos de disforia de género se realiza mediante expediente gubernativo y no mediante sentencia judicial. Con todas estas enmiendas estamos de acuerdo, como ya mostró mi grupo en la votación a favor en el Senado; allí la votación fue por unanimidad y deseo felicitar a todos los grupos en general y en especial a aquellos que desde un principio tuvieron el espíritu constructivo y de defensa de la ley, así como hacer constar la colaboración y el diálogo de los que buscaron mejorarla. Gracias por el consenso porque entre todos hemos hecho una buena ley.
Esperábamos no solo mi grupo sino también —seguro— la sociedad que se repitiera aquí esa unanimidad, ese gran consenso, pero veo con desagrado que el PP no ha podido superar la polémica artificial acerca de esta ley y continúa con la política del no. Señorías del PP, ustedes nos han demostrado que digieren mal los avances sociales, que digieren mal la ampliación de derechos que hoy se reconocen; más bien, la Ley de Identidad Sexual se les ha atragantado. Por muchas explicaciones o argumentos que han intentado trasladar el resumen es que su partido pactó en el Senado, votó a favor y asumió la ley y las mismas enmiendas que ahora van a votar en contra: aquí está la firma de su grupo en el Senado, a favor, siempre a favor. Lamentablemente ustedes no han tenido el mismo coraje que sus compañeros del Grupo Parlamentario Popular del Senado para dar un paso al frente en el reconocimiento de un derecho, tendrán que explicárselo a la ciudadanía. Como se publicaba ayer en un periódico, un diputado abogó porque quienes no quieran ajustarse a la posición del partido finjan tener una gripe o se ausenten de la votación. Más valdría. A lo mejor es eso, que algunos de sus compañeros ahora tienen gripe. Aquí, como en tantas cosas, son una pura contradicción. No intenten trasladar contradicciones a otros grupos. Vivo bastante las contradicciones de su grupo, y lo hago en mi comunidad, entre el señor Camps y el señor Zaplana. En su camino interminable al centro demuestran otra vez que se han perdido. Señorías del PP, para nosotros y para la mayoría no es lógico exigir el requisito de la cirugía obligatoria. Entendemos que el sexo morfológico no puede ser una limitación; lo importante es la identidad deseada y que prime el sexo psicosocial. Además, no tiene sentido que sea una sentencia judicial la que admita el cambio ni tampoco plantear un periodo transitorio que retrase seis meses la entrada en vigor. ¿Para qué? Quienes esperan la ley ya han esperado demasiado tiempo. Señorías del PP, les invito a rectificar, les invito a recuperar la unidad de su partido, les invito a votar que sí porque estoy convencida de que hoy toda la ciudadanía sale ganando.
Por último también quiero dirigirme a las mujeres y hombres transexuales que por ser ellos mismos y ellas mismas, por tener la valentía de vivir de acuerdo a lo que sienten, fueron encarcelados, agredidos, perseguidos, insultados, mal vistos o, en general, discriminados. La votación de esta ley también sirve como reconocimiento y homenaje a todos ellos y todas ellas, a los que hoy están y a los que ya no están y a todos los colectivos, asociaciones y organizaciones que de manera cívica y democrática han trabajado durante estos años por la igualdad. Hoy todos tenemos que felicitarnos por engrandecer nuestra democracia, pero más que de nadie, el triunfo es vuestro. Gracias y enhorabuena porque hoy se cumple una histórica reivindicación que abre el optimismo de un país más justo y decente, donde las personas transexuales vivirán con más tranquilidad y más felices.
Señor presidente, concluyo. No existe censo real de la transexualidad, pero aunque fuera tan solo para un ciudadano o ciudadana merecería la pena porque todos los ciudadanos tienen derecho a tener todos sus derechos. Señorías, reconociendo el cambio transformador de mentalidad y social de las leyes, no queremos olvidar que aún queda camino para la igualdad real y la eliminación definitiva de la discriminación de nuestras vidas. Seguiremos trabajando por la sanidad, por el empleo, por la educación, entre otras cosas. Y en cuanto a esto, termino con una frase que no es mía: Cada día tiene su afán. Lo decía Alfonso Perales. Ese, el de la búsqueda del cambio jurídico y social, es y será nuestro afán de cada día.
Muchas gracias. (Aplausos.)
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Montón.
VOTACIÓN
— PROYECTO DE LEY REGULADORA DE LA RECTIFICACIÓN REGISTRAL DE LA MENCIÓN RELATIVA AL SEXO DE LAS PERSONAS.
(Número de expediente 121/000089.)
El señor PRESIDENTE: Votación de las enmiendas del Senado al proyecto de Ley reguladora de la rectificación registral de la mención relativa al sexo de las personas. Votamos en bloque las enmiendas.
Comienza la votación. (Pausa.)
Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 302; a favor, 176; en contra, 123; abstenciones, tres.
El señor PRESIDENTE : Quedan aprobadas.
(Aplausos.)
REFERENCIAS EN LA RED
Aprobación de las enmiendas del Senado
Aprobación por la comisión con competencia legislativa plena
Informe de la ponencia
Dictamen de la comisión en el Senado
(Agradcimiento a Jaume d´Urgell en la facilitación de documentos)
Año 2007, VIII Legislatura, Núm. 237 / Presidencia del Excmo. Sr. D. Manuel Marín González. Sesión plenaria núm. 219, celebrada el jueves, 1 de marzo de 2007
ENMIENDA DEL SENADO
PROYECTO DE LEY REGULADORA DE LA RECTIFICACIÓN REGISTRAL DE LA MENCIÓN RELATIVA AL SEXO DE LAS PERSONAS. (Número de expediente 121/000089.)
El señor PRESIDENTE: Siguiente punto del orden del día: Proyecto de ley reguladora de la rectificación registral de la mención relativa al sexo de las personas.
Grupo Parlamentario Mixto, señor Rodríguez.
El señor RODRÍGUEZ SÁNCHEZ: Gracias, señor presidente.
El Bloque Nacionalista Galego considera que, afortunadamente, se están dando pasos de gran importancia para cooperar a que todas las identidades psicológicosociales de las personas puedan verse reconocidas en el ámbito jurídico. Todo el mundo sabe que muchas veces hay una tensión entre la identidad de género y el sexo, o bien como marca de carácter biológico-fisiológica o bien como práctica de relación interpersonal. El hecho de que haya personas que tengan una disfunción entre género y sexo debe llevar precisamente a posibilitar que haya un equilibrio y una armonía entre los dos. En este sentido, la ley que ahora comentamos merece nuestro apoyo, y en particular las enmiendas del Senado en cuanto contemplan dos aspectos que inicialmente no estaban. El primero de ellos es que el informe médico para la acreditación del cumplimiento del diagnóstico de disforia de género no solamente lo puede hacer un médico sino también un psicólogo clínico. Y el segundo, como es lógico, es que todo cambio a efectos registrales no será atribuible a las personas interesadas en cuanto al abono de tasas, con lo cual creemos que la ley ha sido mejorada a su paso por el Senado. Celebramos que las dificultades de carácter legal, jurídico y registral hayan desaparecido definitivamente en bien de la identidad de todas las personas.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Rodríguez.
Señor Mardones de Coalición Canaria
El señor MARDONES SEVILLA: Gracias, señor presidente.
Intervengo con brevedad para manifestar que nuestro grupo dará su apoyo a la aprobación definitiva de este proyecto de Ley reguladora de la rectificación registral en los registros civiles de la mención relativa al sexo de las personas. Llegan tres enmiendas de la Cámara Alta, que vamos a aceptar. Nos parece que complementan la línea del texto en aspectos técnicamente garantistas, como es la enmienda al artículo 4, por la que se da entrada no solamente al certificado del médico sino también al del psicólogo clínico. Se entiende que los requisitos de ejercicio profesional, como hemos visto en la anterior ley, tienen que ser garantizados con títulos oficiales perfectamente homologados, sea el de médico o el de psicólogo clínico; por tanto, esta es una garantía complementaria a la habilitación de estas dos actividades profesionales a los efectos que se requieran en el registro civil correspondiente. La disposición adicional segunda es nueva, supone una implicación de la complementariedad que hay en seguridad jurídica a todos los aspectos registrales, dado que el hecho en sí que motiva la base fisiológica o psicológica del nuevo nombre en el registro se debe a causas atribuibles a la circunstancia y no a la persona interesada que trata de resolver una situación psicológica de crisis en que se puede haber encontrado. La disposición final segunda viene a dar una nueva redacción al artículo 93 de la ley vigente del Registro Civil, a los efectos de que pueda rectificarse, previo expediente gubernativo, la mención registral relativa al sexo de las personas en los casos de disforia de género. Por tanto, señor presidente, votaremos favorablemente este proyecto de ley.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Mardones.
Señora Navarro, por Iniciativa per Catalunya Verds.
La señora NAVARRO CASILLAS: Quiero iniciar mi intervención saludando a los representantes de los colectivos de defensa de los derechos de las personas transexuales que nos acompañan. Vuestra lucha, vuestro trabajo incansable da hoy sus frutos. ¡Enhorabuena! Enhorabuena porque este Congreso va a dar aprobación hoy a un nuevo pilar de esa nueva casa que estamos construyendo donde todos vivamos en dignidad e igualdad, donde no se nos juzgue ni por nuestra orientación sexual, ni por ser transexuales, lesbianas, casados, solteros, hombre, mujer, blancos, ni negros, porque vuestra lucha por la libertad y la dignidad ha de ser la de este Parlamento. Esa es la obligación de un parlamento democrático, que mire hacia sus ciudadanos, hacia todos sus ciudadanos, porque hasta ahora las personas transexuales debían pasar por un verdadero calvario para lograr que su identidad sexual coincidiera con la identidad legal; una situación que arrastraban día a día, pues no es fácil enfrentarse al mundo bajo un nombre y sexo asignado legalmente distinto del que uno siente, que es la verdadera identidad sexual, el sentimiento interno de cada cual de pertenencia a un sexo determinado distinto del sexo morfológico, la simple apreciación visual de los órganos genitales.
Es muy larga la estela de sufrimiento moral y físico de las personas transexuales a lo largo de la historia y del estigma que ha pesado sobre ellas. Por fin, esta ley da una respuesta a una demanda jurisprudencial y social y se hace eco, además, de la resolución del Parlamento Europeo de 1989 y de la recomendación del Consejo de Europa del mismo año. También se hace eco de la legislación de los países de nuestro entorno. Con la ley se da un paso más para garantizar los derechos al libre desarrollo de la personalidad, a la dignidad y a la intimidad de las personas. Porque, señorías, la transexualidad no es un capricho arbitrario, sino una realidad científica objetiva que requería de una ley como esta, porque sexo y género no es lo mismo en todos los casos. Era nuestro deber, el deber de este Parlamento, legislar para que las personas transexuales también tengan amparo en el ordenamiento jurídico y este regule la diversidad de una realidad; una ley que devuelva la dignidad legal y social a las personas transexuales. Esta es vuestra ley, la ley de la dignidad. Pero también es obligación de este Parlamento remover todos los obstáculos para reducir las dificultades de integración social que sufren los colectivos transexuales; dificultades de integración social que afectan negativamente al desarrollo afectivo escolar y laboral. Precisamente por ello, desde Izquierda Unida consideramos que hubiera sido positiva la incorporación de nuestra enmienda al texto del compromiso de las administraciones públicas de adoptar medidas de fomento de empleo para las personas transexuales y también acciones del Ministerio de Trabajo que salvaguardaran sus derechos laborales, sindicales y sociales en el trabajo. Pero el Partido Socialista se negó a ello. No es pedir mucho si se tiene en cuenta el panorama laboral desolador que viene sufriendo este colectivo y que ha conducido a muchas personas a la prostitución. Las personas transexuales sufren una realidad laboral llena de obstáculos, que se suma a las dificultades a las que se enfrenta este colectivo en su día a día. Tampoco compartimos el rechazo del Partido Socialista a la modificación del término disforia de género por transexualidad en el diagnóstico, especialmente cuando se trata de una reivindicación de los afectados, y también todos los especialistas lo consideran mucho más adecuado. Porque disforia de género es que sufre una ansiedad por el conflicto existente entre su identidad sexual y el sexo asignado, sin embargo, transexualidad, que es el término adecuado, es que la persona manifiesta el deseo de vivir como miembro del sexo opuesto y progresivamente enfoca sus pasos hacia un rol del sexo opuesto. Celebramos que se haya aprobado en el Senado y pedimos el voto favorable de eliminación en cuanto a los requisitos del término disforia de género por lo que acabo de argumentar.
En cuanto a la tercera enmienda aprobada en el Senado que defendió Izquierda Unida, también pedimos el voto favorable, que ya ha sido anunciado por parte de dos grupos parlamentarios, respecto a la inclusión del informe del psicólogo. Nuestra aspiración no era que fuera la especialización de psicología clínica, pero es muy favorable que se incluya el psicólogo clínico y no solo que sea el médico el que emita el informe. Desde Izquierda Unida entendemos que los conocimientos que adquieren los psicólogos les erigen como aptos para acreditar la condición de transexualidad de una persona. Fue un error que desapareciera en la tramitación del Congreso, pero se salva con esta enmienda, si es aprobada mayoritariamente por la Cámara. Precisamente los psicólogos son aquellos que vienen realizando informes y ayudando a las personas transexuales, como se ha visto en Andalucía. Estas son las enmiendas que fueron aprobadas en el Senado y para las que Izquierda Unida pide el voto favorable.
Señorías, al final de esta tramitación legal corresponde señalar que el texto ha sido ampliamente mejorado en toda su tramitación, pues no solo venía del Gobierno con mala técnica jurídica y sin reflexión, sino que desgraciadamente se había olvidado de muchas demandas de los afectados, que hoy sí que están incorporadas gracias a las enmiendas de todos los grupos parlamentarios. Desde Izquierda Unida quisimos trasladar todas las reivindicaciones de los colectivos afectados a través de nuestras enmiendas, y así logramos introducir siete mejoras sustanciales, como el traslado del folio registral; la posibilidad de acreditar los requisitos cuando ya se cumplen, sin necesidad de volver a pasar por los dos años; la validez de la certificación expedida en otro Estado; la gratuidad de la renovación del DNI y también hemos introducido una enmienda que quedó pendiente en la reforma del matrimonio y en la de la Ley de Reproducción Asistida, la afiliación de los hijos nacidos mediante técnicas de reproducción asistida en los matrimonios lésbicos. Con esta enmienda conseguimos erradicar una discriminación que quedó pendiente. Paso a paso, vamos trabajando por la libertad, por la igualdad, por la dignidad y por la justicia. Sin embargo, cabe señalar que hay múltiples cuestiones que quedan en el tintero y, desde aquí, quiero manifestar el compromiso de Izquierda Unida para seguir luchando, para luchar por la gratuidad del tratamiento hormonal y de todo el tratamiento al que las personas transexuales quieran someterse para acomodar sus características físicas a las correspondientes al sexo reclamado, incluida la gratuidad de la reasignación de sexo; para luchar por medidas de inserción laboral; para luchar por la sensibilización social y educativa sobre la transexualidad, porque es necesario educar en la diversidad, fomentando los valores democráticos de respeto, comprensión, tolerancia e igualdad social; también para luchar por la puesta en marcha de unidades de trastornos de identidad de género que ofrezcan el tratamiento integral y la rehabilitación e indemnización de las víctimas que sufrieron la aplicación de la Ley de vagos y maleantes y de peligrosidad social y, señorías, un largo etcétera, porque queda mucho camino por recorrer, incluido el contenido de las enmiendas que han sido rechazadas por el Grupo Parlamentario Socialista, como el derecho de acceso a esta ley de las personas extranjeras con residencia en España. Queda mucho trabajo por hacer, quedan conquistas pendientes, pero el futuro es nuestro. El futuro empieza hoy, con una nueva ley que otorga un instrumento de libertad, de dignidad, de reconocimiento legal y amparo jurídico a la diversidad de una realidad. Cumplimos con una parte de vuestras demandas, porque hoy hemos iniciado el camino, pero queda mucho por andar. Enhorabuena a los colectivos y gracias por reivindicar y construir una sociedad mucho mejor. Gracias por darnos una sociedad más digna.
Gracias. (Aplausos desde la tribuna pública.)
El señor PRESIDENTE: Por favor, les ruego que mantengan la calma en la tribuna.
Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV), señor Olabarrría, por favor.
El señor OLABARRRÍA MUÑOZ: Gracias, señor presidente.
La verdad es que uno puede compartir no solo el entusiasmo, sino el argumento utilizado por la portavoz que me ha precedido en el uso de la palabra. Lo que pasa es que estamos hablando de una ley que tiene un contenido material muy específico. Es una ley de contenido registral exclusivamente, que sí que consagra desde esta perspectiva, no baladí precisamente, un derecho de los que podríamos denominar jurídicamente derechos de ciudadanía o incardinado en el contexto de los derechos de ciudadanía, y que posibilita algo que tampoco es irrelevante, que es el reconocimiento del derecho a que la real identidad sexual —no la morfológica, como bien decía la señora Navarro— conste en el Registro Civil. Al fin y al cabo, el Registro Civil debe consignar la realidad en el sentido más etimológico del término, porque es el paradigma de la función y del sentido jurídico que tiene un Registro Civil o cualquier registro de naturaleza jurídico-pública. La realidad es la que hace referencia a la identidad sexual sentida, a la identidad sexual querida, al margen de una circunstancia que no se corresponde con la realidad morfológica o la realidad orgánica. Desde esta perspectiva, se ha hecho un avance, quizás humilde, sencillo, dentro del largo listado de reivindicaciones y desigualdades que siguen afectando desafortunadamente a este colectivo. Quizás otras leyes de contenido más amplio puedan ayudarnos a cumplir este requerimiento, que es tan importante en nuestro ordenamiento jurídico y que está consagrado por el artículo 9.2 de la Constitución, este efecto remotriz de las desigualdades que afectan a los colectivos, garantizado la eficacia e igualdad. Evidentemente, este colectivo no está afecto por una situación de igualdad en relación a los demás ciudadanos o a la mayoría de las demás organizaciones o colectivos ciudadanos. Queda mucho por hacer; todavía hay cuestiones de lege ferenda, pendientes de resolver, pero es importante lo que se ha hecho y, además, se ha hecho desde una perspectiva registralmente correcta, señor presidente.
Comparto sin reservas las enmiendas que se han aprobado en el Senado. La relativa a la posibilidad de que el diagnóstico de la disforia de género, respecto al uso técnicamente correcto de la alocución —ya me ha hecho dudar la señora Navarro—, lo pueda hacer un psicólogo clínico colegiado en España o cuyo título haya sido reconocido u homologado en España. Nos parece razonable la incorporación de esta enmienda. Había un problema y una discriminación de naturaleza cuasi tributaria o tributaria, se les obligaba a las personas que acudían a esta rectificación registral, relativa a la incorporación al Registro Civil de su real sexo, a someterse a una doble exacción en materia de tasas. Me parece muy razonable que en el Senado se haya consignado que la rectificación registral en el Registro Civil no se considere causa a atribuir a la persona interesada, obligándole a pagar tasas de nuevo por algo que realmente no dimana de su propia voluntad, sino de las disfunciones originales del ordenamiento jurídico, que no preveía originariamente esta rectificación. Por último, comparto la modificación del artículo 93.2 de la Ley del Registro Civil, que tiene como finalidad que también pueda rectificarse, previo expediente gubernativo, la mención registral relativa al sexo de las personas en los casos de disforia.
Señor presidente, como decía al principio de mi intervención, la presente ley tiene por objeto regular los requisitos necesarios para acceder al cambio de la inscripción relativa al sexo de la persona en el Registro Civil y también de su nombre. Seguramente, esto es insuficiente. Esto no es más que la resolución de un aspecto parcial o una parte concreta de una problemática diversa, heterogénea, que hace referencia a cuestiones que la señora Navarro y otros portavoces han mencionado, pero es una forma de adquirir sensibilidad sobre un problema que ha sido invisibilizado, un problema oculto hasta el presente. Realmente, en este momento ya podemos tener suficientes aproximaciones empíricas y experimentales sobre la problemática de esta cuestión que nos posibiliten continuar progresando en la igualdad al que este colectivo de ciudadanos tiene derecho, tal como proclaman los requerimientos constitucionales a los que antes me refería. Queda mucho por hacer, es verdad, pero lo que se ha hecho también es relevante, señor presidente. Por tanto, mi grupo va a votar a favor tanto las enmiendas del Senado como el proyecto de ley.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Olabarría.
Esquerra Republicana. Señora Bonàs, su turno, por favor.
La señora BONÀS PAHISA : Gracias, señor presidente.
Señorías, estamos en un día histórico, un día en el que vamos a dar un nuevo paso adelante en el reconocimiento de unos derechos y, por tanto, en la consolidación de nuestra democracia. Esquerra Republicana está satisfecha de haber contribuido con su pequeño grano de arena a que esto sea así. En pocas palabras, lo que hoy hacemos es que la vida de algunas personas sea más fácil y, por tanto, más feliz. Antes de empezar, quiero también felicitar a las personas que nos acompañan hoy en esta Cámara, a las personas que durante años han luchado para conseguir estos derechos y que han sufrido vejaciones y humillaciones. Nuestra más sincera felicitación.
Señorías, lo que hoy vamos a aprobar es una pequeña ley, una pequeña ley que modifica solo un simple acto administrativo, que el cambio de sexo y en consecuencia el nombre se pueda hacer sin cirugía de reasignación sexual, tan solo se requiere un tratamiento de dos años. Puede parecer un cambio muy pequeño, muy insignificante, pero supone la supresión de un gran sufrimiento y de grandes vejaciones. Sin duda es un avance importante. Esquerra Republicana de Catalunya presentó una enmienda en la que se suprimía el plazo de dos años de tratamiento y tan solo requeríamos la iniciación previa del tratamiento médico, al considerar que el diagnóstico del trastorno de identidad preceptivo era suficiente. No obstante, conseguimos la incorporación de una enmienda, coincidente con Izquierda Unida y la Chunta Aragonesista, respecto a la excepción para seguir este tratamiento de las personas por razones de salud o de edad. Es un paso importante a tener en cuenta, porque la exigencia de dos años de tratamiento para según qué personas con problemas de salud es imposible. Ahora, en el Senado se ha conseguido la incorporación de otra enmienda de Esquerra Republicana de Catalunya, que pretendía que la certificación del tratamiento no pudiera ser solo efectuada por el médico que lo dirigió, porque en algunos casos el médico que dirigió el tratamiento puede no estar asequible para firmar la certificación. Otra enmienda que presentó Esquerra Republicana de Catalunya, y que finalmente ha sido incorporada por el Senado, ha sido la exoneración del pago de las tasas por la expedición de títulos o documentos, ya que se considera que esto se debe a causas no imputables al interesado o interesada.
Esta ley, como indica su título, se ciñe a la modificación registral del sexo de las personas. Las enmiendas aprobadas suponen pequeñas mejoras del texto, pero hay dos grandes grupos de enmiendas que presentó Ezquerra Republicana de Catalunya que no han sido aprobadas, y es una lástima. En primer lugar, la referida a las personas de otros países, en la que reclamábamos que en la documentación administrada por el Estado se pudiera hacer el cambio de nombre. Esto hubiera facilitado la integración de estas personas al coincidir el nombre que figuraba en el documento expedido en España con su apariencia física. Esto no ha sido posible por razones —se ha aducido— de legalidad y por problemas internacionales, pero creemos que se podría haber avanzado en este camino.
El otro gran grupo de enmiendas que consideramos más importante se refiere a los menores. La transexualidad no se descubre a los veinte años. Generalmente, las personas transexuales son conscientes de su identidad sexual a muy temprana edad. La edad más difícil para todos y para todas es la pubertad, pero para las personas transexuales es doblemente difícil, al saber que su cuerpo se va modificando hacia un sexo que no es el suyo. Según nos han informado, es la edad en la que se produce más abandono escolar y en la que empieza la marginación. En estos casos, creíamos que el cambio de nombre, el cambio de sexo se podría haber hecho con un aval al juez, después de haber atendido a informes médicos, al fiscal y a los propios padres. Esto hubiera favorecido la integración de estas personas antes de la pubertad. En otros países se considera que es importante iniciar los tratamientos hormonales antes de la pubertad. Ahora no ha sido posible hacerlo, pero esperamos que lo sea en un futuro, para no someter a esas personas a un castigo innecesario, que es ver como su cuerpo cambia hacia un sexo, que luego tendrán que volver a cambiar por procedimientos médicos que siempre son perjudiciales para la salud.
Finalmente, tampoco se ha aceptado una enmienda para no convertir en legal un patrón médico como el de la disforia de género, que científicamente está en entredicho, como ha manifestado antes la portavoz de Izquierda Unida. En ese sentido, la propuesta de Ezquerra Republicana de Catalunya era que en lugar de ser preceptivo el diagnóstico de disforia de género lo fuera un informe que declarara la ausencia de patologías que indujeran a error en cuanto a la identidad del sexo que se manifiesta y pretende obtener del registro. Creemos que esto hubiera sido más claro y suficiente. He de confesar que aquí hubo una confusión en la Comisión. En principio esta enmienda fue aceptada, pero a última hora hubo una transaccional que no sabemos cómo se votó. Sin embargo, son temas que se pueden rectificar en un futuro.
Sea como sea y al margen de las posibles mejoras que se podían haber introducido en el texto, creemos que hoy —como les he dicho antes— es un gran día, porque reconocemos un derecho. Es un paso, un pequeño gran paso, pero es el principio, no es el final. Nuestra obligación, señorías, debe ser continuar avanzando para que las personas transexuales puedan ser integradas plenamente en la sociedad, tanto desde el punto de vista social como laboral. Tenemos que continuar haciendo una labor pedagógica en la sociedad, adoptando más medidas y más contundentes en contra de la exclusión, impulsando la consolidación de las labores de asistencia psicológica de autoapoyo, impulsando la investigación científica interdisciplinar sobre transexualidad y reconociendo en todo el Estado la plena cobertura de todos los tratamientos médicos. Por todo ello, reclamamos ahora y en un futuro, esperemos que antes de terminar esta legislatura, un proyecto de ley integral que sea consensuado por todos los grupos, como ha ocurrido en esta ley, para que las personas transexuales puedan integrarse plenamente en la sociedad. Pero mientras llega este proyecto de ley, amigos y amigas, artífices de este triunfo, debéis continuar luchando, espero que os pueda ayudar. Enhorabuena y gracias por todo lo me que habéis aportado durante estos meses en los que hemos estado en contacto. Para mí ha sido un enriquecimiento personal muy importante. He conocido una visión muy diferente de ver la vida y el mundo que me ha enriquecido.
Gracias a todos y enhorabuena. (Aplausos desde la tribuna pública.)
El señor PRESIDENTE: Por favor, en las tribunas no aplaudan. Gracias.
Gracias, señora Bonàs. Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió).
Señor Jané.
El señor JANÉ I GUASCH: Muchas gracias, señor presidente.
Señorías, nuestro grupo parlamentario votó a favor de este proyecto de ley en el trámite con competencia legislativa plena en la Comisión de Justicia, el 7 de noviembre de 2006. Este proyecto de ley ha sido objeto en el Senado de un amplio consenso que valoramos de manera positiva, y en este sentido se orientará también hoy el voto de nuestro grupo parlamentario; un consenso positivo para dar paso, a través del proyecto de ley que hoy vamos a aprobar de manera definitiva en estas Cortes Generales, a lo que podría ser una denominación técnica como es la modificación registral de la mención relativa al sexo de las personas. Sin embargo, es una modificación técnica que da respuesta a una demanda social de un colectivo, da respuesta a una demanda de un derecho, el derecho a que se cambie la inscripción relativa al sexo de una persona en el Registro Civil cuando esa inscripción no se corresponde con su verdadera identidad de género. Asimismo, permite no solo cambiar la mención al sexo, sino evidentemente el nombre, cuando este es discordante con el sexo que se reclama y que se ha cambiado en su respectiva inscripción registral. Por tanto, esto forma parte de esa proyección de ese derecho, tener esa rectificación —nosotros incluso a través de nuestras enmiendas decíamos no tanto rectificación sino modificación— de lo que es la mención relativa al sexo de las personas. Hoy damos ese avance reclamado y, por tanto, desde nuestro grupo parlamentario lo valoramos de manera positiva.
Gracias, señor presidente.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Jané.
Grupo Parlamentario Popular. Señor Santaella, por favor.
El señor SANTAELLA PORRAS: Gracias, señor presidente.
Señorías, intervengo en nombre del Grupo Parlamentario Popular para fijar la posición sobre las enmiendas que vienen del Senado al proyecto de Ley reguladora de la rectificación registral de la mención relativa al sexo de las personas. Como se ha dicho, es una ley que ha sido ampliamente debatida en ponencia, en Comisión, en el Senado y de nuevo viene con las enmiendas que la acompañan a esta Cámara. En este trámite, pues, cumple lo regulado en el artículo 123 del Reglamento de la Cámara, que es el posicionamiento sobre dichas enmiendas. Nosotros queremos, primero, tal y como hicimos en la Comisión aquí en el Congreso y como posteriormente se hizo en el Senado, demostrar nuestro respeto a los colectivos afectados y transmitirles, como les transmitimos en su día, como digo tanto en Comisión como en el Senado, sinceramente que nuestro grupo es solidario con sus demandas y con sus anhelos. Tanto en el Congreso como en el Senado hemos hecho esfuerzos de acercamiento con el resto de los grupos, pero siempre desde el prisma del derecho; no hemos querido entrar en otras argumentaciones que nos parecen evidentes y lógicas, hemos querido ver y resolver el problema desde el prisma del derecho. Por eso, hemos tenido y hemos procurado el estricto respeto a los principios básicos que —como ha dicho el señor Olabarría y me ha gustado— rigen en materia registral, porque estamos hablando de leyes, y además procurando en todo momento que se salvaguarde la seguridad jurídica, precisamente porque somos conscientes de los serios problemas que desde esta tribuna se han puesto en evidencia que aquejan a estos colectivos de personas, que por el hecho de sufrir un profundo rechazo a su sexo biológico, con el que fueron en su día inscritos en el momento de su nacimiento, son objeto de injustas discriminaciones. Cuando el proyecto llegó a esta Cámara mi grupo buscó los antecedentes que teníamos sobre la materia, y el más cercano lo encontramos en la proposición de ley que el Grupo Socialista presentó el 20 de diciembre del año 2000 en el Senado, y sobre este texto, sobre esta exposición, sobre este articulado, confeccionamos nuestras enmiendas. Tal cual eran los criterios del Partido Socialista, tal cual los reflejamos en nuestras enmiendas; otra cosa distinta es que el Partido Socialista haya variado en sus criterios desde el 2000 al 2006, 2007, que es donde se empezó a ver esto. Coincidíamos plenamente en los planteamientos del Partido Socialista con la misma línea argumental y jurídica, respetando siempre la salvaguarda de la seguridad jurídica y los principios de legalidad. Como se ha dicho, en materia registral rigen unos principios que, a nuestro modo de ver —lo dijimos y lo decimos—, vulneran el proyecto de ley que presenta el Gobierno fundamentalmente en dos principios que están impuestos en la doctrina y, como veremos después, que han sido recogidos por el Tribunal Supremo. Por un lado, el principio de legalidad, que no es más que la garantía de la exactitud registral y, por otro, el de la legitimación o la eficacia probatoria. Tanto respeto nos causa el derecho, que lo que buscamos es precisamente que no se obvie, como ustedes no lo obviaban en el texto que presentaban y como nosotros pretendemos no obviar, de tal forma que la garantía con que se rodea el acceso al registro de los hechos que son inscribibles, permite atribuir a las inscripciones una eficacia probatoria tal, que se les considera títulos legítimos de Estado. Eso es nada más y nada menos lo que estamos viendo con las inscripciones registrales. En este sentido no tengo más que recordarles, como lo hice en la Comisión, las sentencias reiteradas del Tribunal Supremo de 2 de julio de 1987, 15 de julio de 1988, 3 de marzo de 1989 y 19 de abril de 1991, que coinciden plenamente con la doctrina y con las resoluciones de la Dirección General de los Registros y el Notariado, donde consideran que la disforia de género no es un error originario que pudo y debió haber sido apreciado en el momento del registro al nacimiento de la personas, sino que es un error sobre venido y que se manifiesta durante el desarrollo de la persona. Por tanto, no cabe la rectificación registral precisamente por el artículo 93 de la Ley del Registro Civil, que lo que hace es sacar una excepción para toda resolución judicial considerando que es un error de hecho. Aquí no estamos hablando de errores de hecho, aquí estamos hablando de un cambio sobrevenido de sexo que modifica unos efectos materiales, y lo que nosotros decíamos y seguimos diciendo es que lo que necesitamos es una resolución judicial y no un simple trámite administrativo, por garantía del derecho no solo de los afectados, sino también, como es norma del registro, frente a terceras personas.
Señorías, nuestro grupo, de acuerdo con lo que el Partido Socialista manifestaba en el año 2000, por salvaguardar los principios estrictos del registro, se ve en la obligación de votar en contra de las enmiendas que provienen del Senado. Y no es cuestión de ser conservadores o progresistas, ni es una contradicción porque lo dijimos y lo decimos: estamos de acuerdo con la problemática y queremos resolverla, pero desde la óptica del derecho y de la salvaguarda de los principios generales del derecho.
Muchas gracias. (Aplausos.)
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Santaella.
Grupo Socialista. Señora Montón, por favor.
La señora MONTÓN GIMÉNEZ: Señor presidente, señorías, hoy estamos legislando definitivamente el derecho de las personas transexuales a acceder a la igualdad, eso supone ampliar el concepto de ciudadanía y lo estamos haciendo con la ley más avanzada del mundo. Esta ley no está sola, viene acompañada de muchas iniciativas realizadas por este Gobierno a favor de las personas transexuales en muchos ministerios: en el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, que marca al colectivo de transexuales como prioritario en el Plan nacional de acción para la inclusión social; en Sanidad, que ha eliminado la exclusión de la cirugía de la cartera de servicios; en Interior, en la Guardia Civil, en Instituciones Penitenciarias y un largo etcétera que no voy a enumerar pero que se conoce si se quiere.
Mi grupo quiere dejar claro que es un compromiso que responde a una profunda convicción, un compromiso con los derechos civiles y humanos, que es donde se enmarca la identidad de género. Lo que hoy nos ocupa en esta Cámara es una cuestión de justicia y dignidad para cientos de ciudadanas y ciudadanos que no pueden desarrollarse con plenos derechos, personas que sufren discriminación. Ante esta realidad, no solo debemos hacer el esfuerzo de comprender el drama de aquellos que se encuentran en esta situación. La comprensión está bien, pero no es suficiente, sino que toda la sociedad debe asumir este problema como propio y actuar junto a ellos a fin de dar solución a una situación que no puede percibirse más que como injusta. Nuestra obligación es corregir la injusticia y hoy cumplimos esa obligación. Por ello, la elaboración de esta ley era necesaria para solucionar los problemas que actualmente se derivan de la transexualidad y para fijar los requisitos de acceso al cambio registral de sexo. Esta reforma actualiza una norma antigua, de 1957, para modernizar nuestro país y llevarlo a nuestros tiempos de manera que quede preparado para afrontar el futuro en libertad y en igualdad. Con ella las personas transexuales obtendrán el cambio registral de nombre y sexo en sus documentos de identidad para así adecuarlos al sexo psicosocial sin necesidad de someterse a una operación de reasignación genital y sin sentencia judicial y de manera que queden garantizadas la seguridad jurídica y las exigencias del interés general. Dicho cambio se acredita debidamente mediante dos requisitos: un diagnóstico de disforia de género y un tratamiento médico de dos años para acomodar sus características físicas al sexo reclamado. Además, esta ley abre la posibilidad de que en caso de problemas por salud o edad dichos tratamientos médicos tampoco sean imprescindibles y quedan evidentemente exonerados del segundo requisito, el tratamiento, aquellas personas que se intervinieron en su día con cirugía de reasignación de sexo y también las que ya siguieran un tratamiento médico.
Señorías, al contrario que con iniciativas como la de ampliación del matrimonio, en la que fuimos pioneros, ahora ya existen países que cuentan desde hace mucho tiempo con una legislación específica que regula la identidad de género, caso de Suecia, Alemania, Italia, Holanda, Turquía y Reino Unido. Y ahora también España, y lo hacemos siguiendo la resolución del Parlamento Europeo sobre la discriminación de los transexuales y la recomendación del Consejo de Europa relativa a la condición de los transexuales, además de nuestra propia Constitución, que proclama el derecho al libre desarrollo de la personalidad y establece que los españoles son iguales ante la ley sin que pueda prevalecer discriminación, entre otras, por razón de sexo. Por tanto, lo que hoy aprobamos no es la concesión de una gracia, no es cuestión de permiso sino de derecho, es el reconocimiento de vivir libremente de acuerdo con el sexo que se siente. En este sentido van las tres enmiendas que llegan al Pleno desde el Senado, que no producen un cambio profundo o sustancial ni alteran los principios básicos de la ley, por lo que en todas ellas estamos de acuerdo, porque la mejoran. Estamos de acuerdo con la inclusión, en el artículo 4, del psicólogo clínico con el fin de hacer posible que también acredite el diagnóstico de disforia de género; asimismo, con la inclusión en este último trámite de la exención de tasas por reexpedición de títulos o documentos debido a que la transexualidad no es una circunstancia voluntaria, y, por último, con la redacción del artículo 93.2.º, con la finalidad de dejar bien claro que la rectificación de la mención registral relativa al sexo de las personas en los casos de disforia de género se realiza mediante expediente gubernativo y no mediante sentencia judicial. Con todas estas enmiendas estamos de acuerdo, como ya mostró mi grupo en la votación a favor en el Senado; allí la votación fue por unanimidad y deseo felicitar a todos los grupos en general y en especial a aquellos que desde un principio tuvieron el espíritu constructivo y de defensa de la ley, así como hacer constar la colaboración y el diálogo de los que buscaron mejorarla. Gracias por el consenso porque entre todos hemos hecho una buena ley.
Esperábamos no solo mi grupo sino también —seguro— la sociedad que se repitiera aquí esa unanimidad, ese gran consenso, pero veo con desagrado que el PP no ha podido superar la polémica artificial acerca de esta ley y continúa con la política del no. Señorías del PP, ustedes nos han demostrado que digieren mal los avances sociales, que digieren mal la ampliación de derechos que hoy se reconocen; más bien, la Ley de Identidad Sexual se les ha atragantado. Por muchas explicaciones o argumentos que han intentado trasladar el resumen es que su partido pactó en el Senado, votó a favor y asumió la ley y las mismas enmiendas que ahora van a votar en contra: aquí está la firma de su grupo en el Senado, a favor, siempre a favor. Lamentablemente ustedes no han tenido el mismo coraje que sus compañeros del Grupo Parlamentario Popular del Senado para dar un paso al frente en el reconocimiento de un derecho, tendrán que explicárselo a la ciudadanía. Como se publicaba ayer en un periódico, un diputado abogó porque quienes no quieran ajustarse a la posición del partido finjan tener una gripe o se ausenten de la votación. Más valdría. A lo mejor es eso, que algunos de sus compañeros ahora tienen gripe. Aquí, como en tantas cosas, son una pura contradicción. No intenten trasladar contradicciones a otros grupos. Vivo bastante las contradicciones de su grupo, y lo hago en mi comunidad, entre el señor Camps y el señor Zaplana. En su camino interminable al centro demuestran otra vez que se han perdido. Señorías del PP, para nosotros y para la mayoría no es lógico exigir el requisito de la cirugía obligatoria. Entendemos que el sexo morfológico no puede ser una limitación; lo importante es la identidad deseada y que prime el sexo psicosocial. Además, no tiene sentido que sea una sentencia judicial la que admita el cambio ni tampoco plantear un periodo transitorio que retrase seis meses la entrada en vigor. ¿Para qué? Quienes esperan la ley ya han esperado demasiado tiempo. Señorías del PP, les invito a rectificar, les invito a recuperar la unidad de su partido, les invito a votar que sí porque estoy convencida de que hoy toda la ciudadanía sale ganando.
Por último también quiero dirigirme a las mujeres y hombres transexuales que por ser ellos mismos y ellas mismas, por tener la valentía de vivir de acuerdo a lo que sienten, fueron encarcelados, agredidos, perseguidos, insultados, mal vistos o, en general, discriminados. La votación de esta ley también sirve como reconocimiento y homenaje a todos ellos y todas ellas, a los que hoy están y a los que ya no están y a todos los colectivos, asociaciones y organizaciones que de manera cívica y democrática han trabajado durante estos años por la igualdad. Hoy todos tenemos que felicitarnos por engrandecer nuestra democracia, pero más que de nadie, el triunfo es vuestro. Gracias y enhorabuena porque hoy se cumple una histórica reivindicación que abre el optimismo de un país más justo y decente, donde las personas transexuales vivirán con más tranquilidad y más felices.
Señor presidente, concluyo. No existe censo real de la transexualidad, pero aunque fuera tan solo para un ciudadano o ciudadana merecería la pena porque todos los ciudadanos tienen derecho a tener todos sus derechos. Señorías, reconociendo el cambio transformador de mentalidad y social de las leyes, no queremos olvidar que aún queda camino para la igualdad real y la eliminación definitiva de la discriminación de nuestras vidas. Seguiremos trabajando por la sanidad, por el empleo, por la educación, entre otras cosas. Y en cuanto a esto, termino con una frase que no es mía: Cada día tiene su afán. Lo decía Alfonso Perales. Ese, el de la búsqueda del cambio jurídico y social, es y será nuestro afán de cada día.
Muchas gracias. (Aplausos.)
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Montón.
VOTACIÓN
— PROYECTO DE LEY REGULADORA DE LA RECTIFICACIÓN REGISTRAL DE LA MENCIÓN RELATIVA AL SEXO DE LAS PERSONAS.
(Número de expediente 121/000089.)
El señor PRESIDENTE: Votación de las enmiendas del Senado al proyecto de Ley reguladora de la rectificación registral de la mención relativa al sexo de las personas. Votamos en bloque las enmiendas.
Comienza la votación. (Pausa.)
Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 302; a favor, 176; en contra, 123; abstenciones, tres.
El señor PRESIDENTE : Quedan aprobadas.
(Aplausos.)
REFERENCIAS EN LA RED
Aprobación de las enmiendas del Senado
Aprobación por la comisión con competencia legislativa plena
Informe de la ponencia
Dictamen de la comisión en el Senado
(Agradcimiento a Jaume d´Urgell en la facilitación de documentos)
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