(Argentina)DiarioHoy.net-.
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Tiene 18 años. A la madrugada rompió la vidriera de una carnicería de 60, 8 y 9, sacó la registradora, la vació, y la tiró a un cantero. Testigos que estaban en esa esquina pararon a una patrulla. Y la Policía lo encontró, con un corte en la mano
Un joven de 18 años que había salido de la cárcel hace menos de un mes fue detenido en las últimas horas, acusado de ingresar en una carnicería y llevarse la caja registradora completa, informaron fuentes policiales. Un dato curioso es que los testigos de esta historia fueron unas travestis que estaban a metros de donde ocurrió el “escruche” (robo en ausencia de los dueños) y aportaron la información necesaria para que la Policía hiciera su trabajo.
Entre las sombras
Juan Carlos Marchan (52 años) es el dueño de la carnicería de 60 entre 8 y 9, donde empezó todo, y ayer a la mañana relató la sucesión de hechos a Trama Urbana. “Me despertaron de la central de alarmas a eso de las 4.30, para avisarme que habían entrado a robar en mi local”, aseguró.
El responsable había sido un joven que aparentemente pasó frente al comercio, vio que la registradora estaba junto al blindex y no pudo con el impulso: hizo añicos el vidrio.
Al hacerlo se lastimó una mano, pero eso no le impidió seguir con su plan.
Tomó la caja y la cargó hasta la vereda de enfrente, donde la forzó para apoderarse del dinero que había (que no era mucho) y la tiró en el cantero de un edificio.
Creyéndose al amparo de la madrugada, lo traicionó la confianza. Seguro de que nadie había visto o escuchado nada, y con el botín en el bolsillo, escapó muy tranquilo. No imaginó, claro, que sí había testigos.
“En ese momento pasó una patrulla y las travestis que estaban en esa esquina lo pararon y le dijeron a los policías lo que había pasado”, dijo el comerciante.
Guiados por los testigos, los agentes de la comisaría Novena se dirigieron hacia plaza Rocha, donde efectivamente encontraron al sospechoso con una mano ensangrentada.
“Producto de una riña”, alegó. Pero sus palabras sonaron poco convincentes. Al requisarlo, los policías encontraron en uno de sus bolsillos poco más de 185 pesos en efectivo.
“En un principio creyeron que era menor porque lo habían soltado el 21 de enero por otro hecho, pero en realidad había cumplido 18 años en estos días y por eso quedó preso”, agregó la víctima.
El acusado fue alojado en la seccional 9na , donde se le abrió una causa por el delito de “robo” y quedó a disposición del fiscal Marcelo Romero.
La misma suerte
En un episodio parecido, ocurrido a la misma hora que el anterior, un joven de 25 años también fue aprehendido por colarse dentro de una propiedad con fines de robo.
El blanco en este caso no fue un comercio, sino una vivienda ubicada en 5 entre 515 y 516, de Ringuelet, a la que el intruso se coló después de violentar la reja de los fondos, informaron fuentes policiales.
Alertados del hecho por un llamado anónimo, agentes de la comisaría sexta se presentaron en el lugar y allí mismo sorprendieron al ladrón, un albañil de 25 años. En ese momento el dueño de la propiedad, identificado como Carlos Alberto Saavedra (61 años), no estaba.
En Berisso
Por último, personal de la comisaría 2da de Berisso arrestó a un pibe (un chico) de 19 años que en Montevideo y 37 había intimidado a un hombre para robarle la bicicleta. Sabiéndose perseguido, el joven trató de ocultarse en una casa de 175 entre 33 y 34, donde apaleó a su dueño en las rodillas. Terminó preso. Sus dos cómplices, menores y armados, lograron huir.
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Tiene 18 años. A la madrugada rompió la vidriera de una carnicería de 60, 8 y 9, sacó la registradora, la vació, y la tiró a un cantero. Testigos que estaban en esa esquina pararon a una patrulla. Y la Policía lo encontró, con un corte en la mano
Un joven de 18 años que había salido de la cárcel hace menos de un mes fue detenido en las últimas horas, acusado de ingresar en una carnicería y llevarse la caja registradora completa, informaron fuentes policiales. Un dato curioso es que los testigos de esta historia fueron unas travestis que estaban a metros de donde ocurrió el “escruche” (robo en ausencia de los dueños) y aportaron la información necesaria para que la Policía hiciera su trabajo.
Entre las sombras
Juan Carlos Marchan (52 años) es el dueño de la carnicería de 60 entre 8 y 9, donde empezó todo, y ayer a la mañana relató la sucesión de hechos a Trama Urbana. “Me despertaron de la central de alarmas a eso de las 4.30, para avisarme que habían entrado a robar en mi local”, aseguró.
El responsable había sido un joven que aparentemente pasó frente al comercio, vio que la registradora estaba junto al blindex y no pudo con el impulso: hizo añicos el vidrio.
Al hacerlo se lastimó una mano, pero eso no le impidió seguir con su plan.
Tomó la caja y la cargó hasta la vereda de enfrente, donde la forzó para apoderarse del dinero que había (que no era mucho) y la tiró en el cantero de un edificio.
Creyéndose al amparo de la madrugada, lo traicionó la confianza. Seguro de que nadie había visto o escuchado nada, y con el botín en el bolsillo, escapó muy tranquilo. No imaginó, claro, que sí había testigos.
“En ese momento pasó una patrulla y las travestis que estaban en esa esquina lo pararon y le dijeron a los policías lo que había pasado”, dijo el comerciante.
Guiados por los testigos, los agentes de la comisaría Novena se dirigieron hacia plaza Rocha, donde efectivamente encontraron al sospechoso con una mano ensangrentada.
“Producto de una riña”, alegó. Pero sus palabras sonaron poco convincentes. Al requisarlo, los policías encontraron en uno de sus bolsillos poco más de 185 pesos en efectivo.
“En un principio creyeron que era menor porque lo habían soltado el 21 de enero por otro hecho, pero en realidad había cumplido 18 años en estos días y por eso quedó preso”, agregó la víctima.
El acusado fue alojado en la seccional 9na , donde se le abrió una causa por el delito de “robo” y quedó a disposición del fiscal Marcelo Romero.
La misma suerte
En un episodio parecido, ocurrido a la misma hora que el anterior, un joven de 25 años también fue aprehendido por colarse dentro de una propiedad con fines de robo.
El blanco en este caso no fue un comercio, sino una vivienda ubicada en 5 entre 515 y 516, de Ringuelet, a la que el intruso se coló después de violentar la reja de los fondos, informaron fuentes policiales.
Alertados del hecho por un llamado anónimo, agentes de la comisaría sexta se presentaron en el lugar y allí mismo sorprendieron al ladrón, un albañil de 25 años. En ese momento el dueño de la propiedad, identificado como Carlos Alberto Saavedra (61 años), no estaba.
En Berisso
Por último, personal de la comisaría 2da de Berisso arrestó a un pibe (un chico) de 19 años que en Montevideo y 37 había intimidado a un hombre para robarle la bicicleta. Sabiéndose perseguido, el joven trató de ocultarse en una casa de 175 entre 33 y 34, donde apaleó a su dueño en las rodillas. Terminó preso. Sus dos cómplices, menores y armados, lograron huir.
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