Vanguardia-.
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Hasta hace unos días, Pau seguía teniendo su nombre en femenino en todos los comunicados. "Creo que se han empezado a movilizar por la presión". El pasado lunes día 30 se realizó una concentración de apoyo a sus casos en la plaza cívica de la Universitat Autónoma, foto izquierda.
Se llaman Miquel y Pau, aunque en su DNI diga que nacieron biológicamente mujer. Ambos son alumnos de la universidad autónoma de Barcelona (UAB) y se definen como transexuales masculinos. Miguel, de 19 años, está en tercero de sociología, y Pau, de 18, cursa segundo de periodismo y según explicaron ayer a La Vanguardia se han visto inmersos en una odisea burocrática desde que comenzaron la carrera para pedir a la administración universitaria que se les cambie el nombre femenino con el que nacieron por el que son conocidos en su ámbito íntimo y familiar desde hace años. "No exigimos que nos cambien el nombre en ningún título oficial ni nada que infrinja la ley, sino sólo en aquellos documentos internos como las listas de clase, las notas o las convocatorias de alumnos para un trabajo". Aclaran.
La odisea parece que está a punto de llegar a su fin ya que el vicerrector de estudiantes de la UAB, Joan Carbonell, aseguró: "Nos hemos puesto en marcha y hemos aceptado ponerles su nombre masculino en las listas internas como ellos pedían". Carbonell indicó que no se enteró de estas reivindicaciones hasta "hace diez días". "En ningún caso se ha tratado de un caso de discriminación como ellos dicen, sino que creo que no han sabido utilizar los canales adecuados para mostrar sus queja", argumentó Carbonell.
"Cuando entré con 17 años en esta universidad no tenía -ni lo tengo ahora- el nombre cambiado en el DNI ya que para que un transexual lo consiga tienes que pasar por un proceso muy largo. Hay que seguir una terapia psiquiátrica, un proceso judicial, hormonarte y operarte, lo que supone un coste económico y personal que por ahora no quiero pasar", explica Miguel.
Pero tras dejar su instituto de Barcelona, pensó que la UAB era el lugar apropiado para pedir esos cambios en los formularios. "Creo que tengo el mismo derecho que cualquier alumno a tener mi nombre masculino en la lista de los profesores o en el correo electrónico que nos adjudican, razona.
Tanto Pau como Miguel aseguran que hay antecedentes de cambios de nombre en transexuales en institutos e, incluso, en la Universidad de Barcelona (UB), y que esta modificación ayudaría a "normalizar una situación que muchos transexuales han sufrido en silencio". Los jóvenes critican que "siempre nos contestasen con que era un tema administrativo y que no lo podían cambiar".
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Hasta hace unos días, Pau seguía teniendo su nombre en femenino en todos los comunicados. "Creo que se han empezado a movilizar por la presión". El pasado lunes día 30 se realizó una concentración de apoyo a sus casos en la plaza cívica de la Universitat Autónoma, foto izquierda.
Se llaman Miquel y Pau, aunque en su DNI diga que nacieron biológicamente mujer. Ambos son alumnos de la universidad autónoma de Barcelona (UAB) y se definen como transexuales masculinos. Miguel, de 19 años, está en tercero de sociología, y Pau, de 18, cursa segundo de periodismo y según explicaron ayer a La Vanguardia se han visto inmersos en una odisea burocrática desde que comenzaron la carrera para pedir a la administración universitaria que se les cambie el nombre femenino con el que nacieron por el que son conocidos en su ámbito íntimo y familiar desde hace años. "No exigimos que nos cambien el nombre en ningún título oficial ni nada que infrinja la ley, sino sólo en aquellos documentos internos como las listas de clase, las notas o las convocatorias de alumnos para un trabajo". Aclaran.
La odisea parece que está a punto de llegar a su fin ya que el vicerrector de estudiantes de la UAB, Joan Carbonell, aseguró: "Nos hemos puesto en marcha y hemos aceptado ponerles su nombre masculino en las listas internas como ellos pedían". Carbonell indicó que no se enteró de estas reivindicaciones hasta "hace diez días". "En ningún caso se ha tratado de un caso de discriminación como ellos dicen, sino que creo que no han sabido utilizar los canales adecuados para mostrar sus queja", argumentó Carbonell.
"Cuando entré con 17 años en esta universidad no tenía -ni lo tengo ahora- el nombre cambiado en el DNI ya que para que un transexual lo consiga tienes que pasar por un proceso muy largo. Hay que seguir una terapia psiquiátrica, un proceso judicial, hormonarte y operarte, lo que supone un coste económico y personal que por ahora no quiero pasar", explica Miguel.
Pero tras dejar su instituto de Barcelona, pensó que la UAB era el lugar apropiado para pedir esos cambios en los formularios. "Creo que tengo el mismo derecho que cualquier alumno a tener mi nombre masculino en la lista de los profesores o en el correo electrónico que nos adjudican, razona.
Tanto Pau como Miguel aseguran que hay antecedentes de cambios de nombre en transexuales en institutos e, incluso, en la Universidad de Barcelona (UB), y que esta modificación ayudaría a "normalizar una situación que muchos transexuales han sufrido en silencio". Los jóvenes critican que "siempre nos contestasen con que era un tema administrativo y que no lo podían cambiar".
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