(Costa Rica)AGMagazine-.
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Las autoridades otorgaron el permiso solicitado a una fundación que, con el financiamiento proveniente del trabajo de las travestis, bregará por el bienestar de menores y la prevención del trabajo y abuso sexual infantil.
La Fundación Michael Vásquez, que lleva el nombre de un niño adoptado y criado por la travesti Mairena (fotogragía) hace dos años, desarrolla proyectos en favor de niños y niñas que sufren de explotación sexual.
El Patronato Nacional de la Infancia (PANI) dio su autorización el pasado 26 de enero para que esta fundación pueda trabajar. Según Mauricio Medrano, jefe técnico del PANI, «ellas cumplieron con los requisitos que se les pidieron».
«Tienen el aval para trabajar, pero no nos corresponde supervisar de dónde provienen sus ingresos, a menos que sean estatales o cedidos por nosotros para algún proyecto específico», añadió Medrano.
La fundación tiene cédula jurídica (personería) y en su Junta Directiva hay un representante de la Municipalidad de Goicoechea y otro del Poder Ejecutivo.
Consultada ayer por un matutino local, Mairena, directora de la fundación, explicó que la "cuota" que darán las travestis es un llamado de atención para las autoridades y organizaciones que no apoyan este tipo de causas.
«Somos como 500 ó 600 travestis, conozco a muchas y ellas están de acuerdo en ayudar, pues no quieren que sus tristes historias se repitan en los niños y adolescentes», comentó Mairena.
Añadió que en la fundación hay un equipo de profesionales que ayudarán a los menores por medio de consejerías y apoyo psicológico. Además, piensan abrir un albergue en San José.
Medrano afirmó que el PANI supervisará las tareas de la organización, en vista de que trabajará con menores de edad. «Vamos a vigilar que se apeguen a los objetivos que propusieron en sus documentos de creación».
«No es afán de figurar»
Mairena fue enfática al asegurar que no busca «protagonismo o publicidad a costa de los medios de comunicación».
«Es un proyecto social, no queremos que cientos de nuestros niños mueran por SIDA o sigan prostituyéndose en las calles como ocurre ahora. Esto es serio y lo vamos a demostrar», afirmó.
Oposición de la iglesia
La crítica intolerante no tardó en llegar. Ni bien se conoció la noticia, la iglesia Católica expresó su oposición a que el financiamiento de esta fundación de bien público se haga con el dinero que ganan las travestis, ya que no ven con buenos ojos que el dinero que ellas ganan ejerciendo la prostitución se use para financiar esta fundación.
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Las autoridades otorgaron el permiso solicitado a una fundación que, con el financiamiento proveniente del trabajo de las travestis, bregará por el bienestar de menores y la prevención del trabajo y abuso sexual infantil.
La Fundación Michael Vásquez, que lleva el nombre de un niño adoptado y criado por la travesti Mairena (fotogragía) hace dos años, desarrolla proyectos en favor de niños y niñas que sufren de explotación sexual.
El Patronato Nacional de la Infancia (PANI) dio su autorización el pasado 26 de enero para que esta fundación pueda trabajar. Según Mauricio Medrano, jefe técnico del PANI, «ellas cumplieron con los requisitos que se les pidieron».
«Tienen el aval para trabajar, pero no nos corresponde supervisar de dónde provienen sus ingresos, a menos que sean estatales o cedidos por nosotros para algún proyecto específico», añadió Medrano.
La fundación tiene cédula jurídica (personería) y en su Junta Directiva hay un representante de la Municipalidad de Goicoechea y otro del Poder Ejecutivo.
Consultada ayer por un matutino local, Mairena, directora de la fundación, explicó que la "cuota" que darán las travestis es un llamado de atención para las autoridades y organizaciones que no apoyan este tipo de causas.
«Somos como 500 ó 600 travestis, conozco a muchas y ellas están de acuerdo en ayudar, pues no quieren que sus tristes historias se repitan en los niños y adolescentes», comentó Mairena.
Añadió que en la fundación hay un equipo de profesionales que ayudarán a los menores por medio de consejerías y apoyo psicológico. Además, piensan abrir un albergue en San José.
Medrano afirmó que el PANI supervisará las tareas de la organización, en vista de que trabajará con menores de edad. «Vamos a vigilar que se apeguen a los objetivos que propusieron en sus documentos de creación».
«No es afán de figurar»
Mairena fue enfática al asegurar que no busca «protagonismo o publicidad a costa de los medios de comunicación».
«Es un proyecto social, no queremos que cientos de nuestros niños mueran por SIDA o sigan prostituyéndose en las calles como ocurre ahora. Esto es serio y lo vamos a demostrar», afirmó.
Oposición de la iglesia
La crítica intolerante no tardó en llegar. Ni bien se conoció la noticia, la iglesia Católica expresó su oposición a que el financiamiento de esta fundación de bien público se haga con el dinero que ganan las travestis, ya que no ven con buenos ojos que el dinero que ellas ganan ejerciendo la prostitución se use para financiar esta fundación.
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